Este es uno de los temas más populares de uno de los más legéndarios cuerpos del ejército de los Estaados Unidos, el de la Caballería. Titulado en el original ELLA LLEVABA UNA CINTA AMARILLA, otorgó título y marcha musical a una de las obras maestras del más grande, de John Ford, sobre la caballería de su país. Un Johh Wayne convenientemente envejecido encarnaba al capitán Nathan Brittles a punto de la jubilación en el ejército. Pura épica y emoción servida en este caso por la espectacular interpretación de la Orquesta Filarmónica de Praga. Obra maestra incuestionable, tanto su música como esta ya mítica película. (José Luis Vázquez)
Modificada para la ocasión, su letra dice así:
Me siento solo desde que crucé la colina, el páramo y el valle.
La tristeza invade mi corazón desde que me separé de Sally.
Ya no encuentro alegría, porque todo me recuerda...
lo rápido que pasaba el tiempo con la chica que dejé.