sábado, 26 de abril

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

La película de la tele

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

El salario de la violencia ()

Director: Phil Karlson

Intérpretes: Van Heflin, Tab Hunter, Kathryn Grant, James Darren, Mickey Shaughnessy, Robert F. Simon, Edward Platt, Ray Teal, Paul Birch, Michael Granger, Will Wright

Sinopsis: Lee Hackett (Van Heflin), ranchero a la vieja usanza acostumbrado a resolver los problemas aplicando sus propias leyes o por medio de las armas, vive con sus dos hijos, David (James Darren) y Ed (Tab Hunter). Pero, a pesar de quererlos a los dos, siente una especial predilección por Ed, el mayor, un chico pendenciero, caprichoso y con tendencia a meterse siempre en líos.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Este viernes 8 de agosto a las 18:15 h. en CMT.

Otro de esos innumerables westerns hoy en día un tanto olvidados pero ante los que se impone una urgente reivindicación.

Escrito por Frank S. Nugent, responsable igualmente del mejor de la historia, CENTAUROS DEL DESIERTO, a base de espléndidas frases sentenciosas y una tensión, una progresión dramática de lo más elogiable.

Su máximo responsable, Phil Karlson, director ejemplar de la serie B, precursor de la “generación de la violencia” (Aldrich, Fuller o Siegel) caracterizado siempre por un estilo enérgico, vigoroso y sintético, llevaría a cabo una dirección impecable, robusta, partiendo de un presupuesto más bien escaso.

Aborda asuntos característicos de su filmografía, como un tratamiento reflexivo de la violencia desde la propia violencia o lo complicados que pueden resultar a veces los vínculos familiares. A ello cabe añadir en esta ocasión un retrato bastante lúcido sobre el contraste entre una mitología del Oeste que se está quedando atrás en oposición a unos tiempos que traen más tolerancia y progresismo. Al respecto las posturas de los dos hijos del protagonista (un magnífico Van Heflin), resultan bastante esclarecedoras.

A tono con la época de su producción, 1959,  incluye jóvenes airados y denuncia actitudes racistas. Es rico en temática, de una complejidad diáfana y hasta un tanto psicoanalítico, aspecto este último patente en secuencias como aquélla en que Tab Hunter rompe un espejo que refleja la imagen de su padre.

Haciendo de mestiza, tienen la oportunidad de encontrarse con Kathryn Grant, la adorable miniaturizada de la fascinante SIMBAD Y LA PRINCESA.

José Luis Vázquez