Director: Mark Dindal
Intérpretes: Animación
Sinopsis: El arrogante y egoísta emperador Cuzco es traicionado y convertido en llama por la ambiciosa Yzma y su guardaespaldas Kronk. El emperador, que una vez lo tuvo todo, se verá abocado a confiar en un llano y simpático campesino llamado Pacha, para encontrarse a sí mismo.
Este martes 11 de febrero a las 21:05 h. en Disney.
No es de las más populares producciones Disney, ni siquiera de las más conocidas (aunque todas las de estas marcas lo son), de esas que siempre nombramos a la primera cuando tenemos que recordarlas, pero EL EMPERADOR Y SUS LOCURAS es una refrescante y muy simpática animación, que se granjea con suma facilidad la adhesión.
Pertenece a una época de transición, tras haber vivido unos años antes un renacimiento con títulos como LA SIRENITA, LA BELLA Y LA BESTIA y EL REY LEÓN, vuelta a revivir ahora con la fastuosa y elaboradísima FROZEN: EL REINODEL HIELO.
Gestada con el comienzo de milenio, entre DINOSAURIO y ATLANTIS: EL IMPERIO PERDIDO, de cuando la factoría estaba atravesando sus horas más “bajas” (equivalentes a las altas de la mayoría), está inspirada un tanto vagamente en referentes y simbología propia del imperio inca, de paisajes de los Andes peruanos y de culturas costeras de estas latitudes como Chimú.
Aporta una ironía inusual, un tanto alejada de otros planteamientos más felizmente dulzones o blancos, sin que por ello se aleje demasiado de tales planteamientos, lo cual le confiere un toque propio.
Entre sus hallazgos, un colorido llamativo y uno de esos secundarios tan habituales y maravillosos de la filmografía “disneyana”, reciente tenemos el caso del descacharrante Olaf, el muñeco de nieve de FROZEN. Aquí se trata del inocente Kronk. La torpona y malvada Yzma tampoco tiene desperdicio.
La canción que abre la historia volvería a estar nominada al Oscar, pero la película en esta ocasión se alejaría del musical y volvería a sus orígenes en que la música aunque frecuente se dosificaban más.
No es tan espectacular como los trabajos anteriormente reseñados, pero es divertida (la secuencia del restaurante por ejemplo) y es muy entretenida y amena.
Pasa como un suspiro.
José Luis Vázquez