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La película de la tele

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Horizontes de grandeza ()

Director: William Wyler

Intérpretes: Gregory Peck, Charlton Heston, Jean Simmons, Burl Ives, Carroll Baker, Chuck Connors, Charles Bickford

Sinopsis: James McKay (Peck), un capitán de navío retirado, viaja desde el Este a las vastas llanuras de Texas para casarse con Pat Terrill (Baker), la hija de un rico ganadero. El choque entre McKay, hombre pacífico, culto y educado, y los violentos y toscos rancheros es inevitable. No sólo tendrá que enfrentarse con el capataz Steve Leech (Heston), sino que incluso su novia se sentirá decepcionada por su comportamiento. Mientras tanto, el padre de Pat y el clan de los Hannassey luchan encarnizadamente por el control del agua para abrevar el ganado.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Este lunes 8 de julio a las 15:30 h. en La Sexta 3. 

La majestuosa, la grandiosa banda sonora de Jerome Moross que acompaña los títulos de crédito y los compases iniciales, ya pone en situación de lo que se va a ver y disfrutar a continuación. Algo más grande que la vida misma, destilador de vigor, épica e intimismo a la vez. Un western de ancestrales enfrentamientos, tantos físicos como de maneras de concebir la existencia. Unas ancladas en actitudes tradicionales y expeditivas, otras más racionales y a avanzadas, menos “primarias”. El entrañable y salvaje Oeste contra el civilizado pero más frío Este.

Y quien mejor para representar, para encarar esas dos maneras tan opuestas de mirar al frente, a la vida, que unos fabulosos Charlton Heston y Gregory Peck entre los más joveznos, y Burl Ives y Charles Bickford entre los patriarcas  o terratenientes. El enfrentamiento final entre los dos últimos es ya pura antología del Séptimo Arte.  También el que tiene lugar entre los dos primeros, esa pelea en el clarear de la madrugada, al raso, una pelea  seca, contundente, casi diría que hasta póetica, con una conclusión elocuente por parte de Peck: “Y ahora dígame ¿Qué hemos demostrado?”.

Igualmente resulta de lo más estimulante el contraste entre damas. La más vaquera y ruda, Carroll Baker, la más estudiada y refinada en todos los aspectos Jean Simmons. Ambas, dos bellezones, cada una en su estilo.

Están también unos paisajes imponentes, áridos unos, vergeles los otros, inmensos casi siempre. Expuestos mediante unas panorámicas propias de parte de ese cine más clásicamente épico de Hollywood, que tanto fascinaba a muchos en su tiempo… y que continúa haciéndolo a nuevas remesas tiempo después, ahora y siempre, porque el verdadero arte no tiene edad. Pues en este caso, estamos desde su concepción inicial, ante el mismo en estado puro.

Me encanta, me arrebata siempre este western indispensable, imprescindible, al que puedo volver una y otra vez provocándome cada una de ellas nuevas e inagotables sensaciones placenteras.

Fue dirigido por uno de los más grandes que hayan existido jamás al otro lado de las cámaras. Por William Wyler, ese que hizo “tonterías del tipo de VACACIONES EN ROMA, LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA, JEZABEL, CUMBRES BORRASCOSAS, LA CALUMNIA, BEN-HUR, LA LOBA, LA HEREDERA, EL COLECCIONISTA o LA GRAN PRUEBA. Total nada. Aquí regala todo un repertorio de sus amplios recursos, planos/contraplanos, planos medios americanos o unas impagables cabalgadas mediante travellingas formidables.

Garantizado: sus 160 minutos transcurren como un aliviador suspiro.

José Luis Vázquez