sábado, 26 de abril

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Las películas de mi vida

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Horizontes perdidos ()

Director: Frank Capra

Intérpretes: Ronald Colman, Jane Wyatt, John Howard, Edward Everett Horton, H.B. Warner, Thomas Mitchell, Isabel Jewell, Sam Jaffe

Sinopsis: Varios pasajeros, entre los que se encuentra un joven diplomático inglés, sobreviven a un accidente aéreo en el Himalaya. Cuando creen que la muerte es inevitable, son rescatados por los habitantes de Shangri-La, una idílica y utópica comunidad que vive oculta en el Tíbet. Mientras la II Guerra Mundial amenaza al mundo, ellos descubrirán un lugar donde la gente vive feliz y sin envejecer.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Shangri-La, es como Brigadoon, Camelot, Bali Hai, el valle del arco iris, un lugar mítico, refugio de impenitentes soñadores como el que esto escribe. Fue imaginado por el diplomático y novelista inglés James Hilton y puesto en inolvidables imágenes por el genio inagotable del cineasta estadounidense Frank Capra. Como dice un personaje de esta mítica producción Columbia, “todos llevamos dentro de nosotros un Shangri-La”, de alguna manera somos muchos los que esperamos encontrarlo a lo largo de nuestra vida.

Capra levanta un robusto y fascinante armazón para esta fábula utópica y ensoñadora que nos hace recapacitar sobre lo verdaderamente importante. Utiliza un estilo envolvente, apoyándose en unos decorados fastuosos para la época –entre modernistas y futuristas, no entiendan esta definición en su acepción más técnica- y un brillante montaje, ambos apartados justamente recompensados con sendos Oscar, y logra envolver su cuento en una atmósfera casi irreal. Puro cine, pura magia.

Legó secuencias de un hipnotismo duradero: el aterrizaje forzoso en la nieve, el encuentro del diplomático con el misionero belga, la procesión de antorchas, ese rostro repentinamente envejecido en el ventisquero, el final…

Es una película antológica, memorable, embriagadora, de la que resulta muy difícil no acabar cautivado por sus imágenes. Con un reparto formidable, algo habitual marca de la casa en el cine capriano, encabezado por el impecable y elegante Ronald Colman. Impresionante aparición de Sam Jaffe (el aguador de GUNGA DIN) como el longevo monje. 

Nunca ha dejado de acompañar mi recuerdo desde su descubrimiento con apenas diez años. Su huella ha sido poderosísima en este tiempo, algo que se ha ido incrementado tras posteriores visionados. Es una película apasionante, muy especial para mí, casi tan obsesiva como acaba resultando la pérdida del lugar para el protagonista.

José Luis Vázquez