domingo, 8 de junio

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Estreno en Royal City

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Morgan ()

Director: Luke Scott

Intérpretes: Kate Mara, Anya Taylor-Joy, Toby Jones, Rose Leslie, Boyd Holbrook, Michelle Yeoh, Jennifer Jason Leigh, Paul Giamatti, Sam Spruell, Chris Sullivan, Jonathan Aris, Vinette Robinson, Charlotte Asprey, Conor Mullen, Michael Yare, Frank Cannon, Bobby Marno, Chrissie Harris

Sinopsis: Una compañía tecnológica crea una inteligencia artificial, sin ser conscientes de su verdadero potencial. Cuando las cosas comienzan a salirse de su control, deciden contratar a una especialista (Kate Mara) para determinar si acabar con la criatura o mantenerla encendida.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 2 estrellas

Si no existieran ALMAS DE METAL, ENGENDRO MECÁNICO, la española EVA, la extraordinaria SPLICE y, sobre todo, la reciente y notabilísima EX MACHINA (al igual que esta transcurre en un lugar apartado, en aquélla una sofisticada casa, aquí un recinto que alberga un laboratorio de experimentación), sorprendente debut del escritor Alex Garland, igual le subiría un punto a ésta. Pero existen.

También supone un debut la presencia tras las cámaras de Luke Scott, uno de los tres hijos del justamente afamado y excelente cineasta Ridley Scott, otro al que muchas veces han despachado alegremente como simple ilustrador, como han llegado a afirmar igualmente de Tim Burton, lo cual ya no sería poco, pero que es muchísimo más que eso.

No es el caso por ahora de su vástago, que muestra cierto oficio visual, alguna destreza, pero le falta el empuje, el genio de su progenitor. No da muestras de la elegancia visual, del abrumador sentido atmosférico de aquél. Aún así, habrá que concederle más oportunidades.

Al contrario que algunos de los ejemplos anteriormente citados, su mayor problema estriba en un guión unívoco, sin ningún tipo de brillantez, que va al rebufo de algunas de sus antecesoras. Y en el que se advierte una variación temática de uno de los asuntos importantes de la sublime BLADE RUNNER, tanto a la hora de abordar temáticas de ingeniería genética, inteligencia artificial, como algún que otro guiño, en concreto a propósito de un asesinato. Y no puedo ni debo ser más explícito.

Hay más influencias, las obvias y recurrentes a la criatura creada por Mary Shelley, FRANKENSTEIN, e inclusive algún colega ha apuntado a ALIEN en lo referido a desenvolverse un espacio acotado y al ataque que va sufriendo un grupo de científicos que, bien podrían ser una actualización más realista de sus colegas espaciales de otra de las obras maestras de Ridley Scott.

Demasiados refritos, escasísima aportación propia, frialdad expositiva (y no me vale que sea la recreación de un futuro cercano y despersonalizado), críticas demasiado obvias sobre capitalismos salvajes y mercantilismo y reflexiones y cavilaciones que se acaban revelando epidérmicas, facilonas, conforman un panorama fallido. Siento, además, que los asuntos éticos o legalistas que genera un asunto mayor como el aquí tratado, estén perfilados de manera tan vaga y estéril.

Por no hablar de un final que se muestra mucho antes previsible (y no me caracterizo precisamente por ser un hacha de los mismos), por mucho que trate de sorprender.

Encima, su deriva en la parte final hacia el “thriller” de acción, cruce entre la valiosa HANNA y una de Van Damme, resulta poco productivo y relevante.

El reparto sí es de campanillas, pero desaprovechado. Ni a Giamatti, ni a Jason-Leigh, ni a Jones, se les proporcionan personajes que emitan alguna posibilidad de real lucimiento. Éste, y en dosis rebajadas, viene determinado por las dos protagonistas femeninas, una contenida y hermética Kate Mara y una de las revelaciones del género fantástico del último año y medio, una Anna Taylor-Joy de rostro metalizado, la misma que fuera aspirante a ganarse una escoba en la fascinante LA BRUJA.

Insisto, podría oscilar entre el 2 y 3 su calificación, siempre según mis particulares baremos en los cuales nunca concedo un 0, pero por una vez voy a ser un poco exigente. Es sosita, átona, le falta “punch”, alegría creativa, mayor riesgo.

 

José Luis Vázquez