lunes, 28 de abril

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Estreno en Royal City

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Pastel de pera con lavanda ()

Director: Éric Besnard

Intérpretes:
Virginie Efira, Benjamin Lavernhe, Lucie Fagedet, Léo Lorléac'h, Hervé Pierre, Hiam Abbass, Laurent Bateau, Natalie Beder

Sinopsis: En el corazón de la Provenza, Louise cría sola a sus dos hijos e intenta mantener a flote el negocio familiar. Un día que está a punto de atropellar a un desconocido, Louise descubre que es un hombre distinto al resto de la gente. La fascinación que siente por él es tal que sospecha que podría cambiar su vida y la de su familia.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Un día festivo como el del 15 de agosto es ideal para ir a ver una película que supone una celebración de la vida y de la normalización de la diferencia, alejada de cualquier atisbo de empacho. Tan aromáticamente dulce, en su justa medida, como indica su poético título, PASTEL DE PERA CON LAVANDA (LE GOÛT DES MERVEILLES).

No sé si me resulta tan sensorial como avanza su publicidad, pero sí puedo afirmar rotundo que me resulta placentera, gratificante, cálida, dentro de ese toque visual que, en algunos momentos, está a punto de rozar el spot publicitario pero que finalmente se redime gracias a una dirección sutil, unos intérpretes exquisitos y un guión que recoge con tacto esa aproximación afectiva entre la viuda Louise y el afectado de síndrome de Asperger Pierre.

Es bonita en el mejor sentido del término y aunque su propia discreción le impide alcanzar parámetros sublimes o de un definitivo alcance, agradezco que la cartelera me proporcione una historia que acude a los afectos de las personas, a su humanización, alejado del estruendo caótico de Escuadrones –nunca mejor dicho- suicida y Cazafantasmas que han debido que hacer los deberes es copiar con letras mayúsculas y tirar de gritar más.

Aprovecho para salir al paso de algo que leo con bastante frecuencia, sobre todo entre mis colegas, cuando se enfrentan a una crítica. Es eso de los trucos y las trampas ¿Qué es el cine si no eso? Mejor aún ¿podrían explicarme en qué consisten? En mi caso los doy por bien empleados si consiguen el propósito de tenerme pegado a lo que estoy viendo. Lo que verdaderamente me preocuparía es que me aburrieran, que notara que todo es copiado, que resulten irritantemente pretenciosos o que me intenten dar gato por liebre, esto es, que me vendan que es lo que no es. Y varios reproches más, claro, pero no es plan extenderse. El primero citado el más fundamental, por supuesto, que no me aburran.

Cierto que esta producción francesa tira de ritmo plácido, embelesador, embriagador si prefieren, pero justo es el adecuado para describir esa sacudida de sentimientos que se va produciendo entre los protagonistas y que afectan también a los que se encuentran a su alrededor.

La belga Virginie Efira es un capricho de mujer, es muy guapa y desenvuelta, actúa con convicción, te crees ese incipiente y raro amor que la va embargando. Todavía está muy fresco el visionado de UN HOMBRE DE ALTURA, cautivando a otro hombre singular, el pequeñajo  Jean Dujardin. Está claro que le van los retos. Y Benjamin Lavernhe consigue algo muy difícil, no caer en la fácil caricatura.

Indicar casi por último que supone el quinto trabajo de su director, Éric Besnard, y quienes conocen su obra anterior, coinciden en señalarlo como el mejor. Si leen el letrerito final entenderán perfectamente la intención que le ha movido, la de erigirse en un cuento de hadas real. En su país de origen, Francia, ha tenido muy buena acogida comercial. Se les da muy bien a los galos este tipo concreto de cine que representa este PASTEL DE PERA…

Podrán reprochar muchos el ser un tanto predecible. Sí, vale, pero encandila y es muy reconfortante también, algo que valoro sobremanera. 

José Luis Vázquez