Director: Peter Landesman
Intérpretes: Will Smith, Gugu Mbatha-Raw, Alec Baldwin, Eddie Marsan, David Morse, Stephen Moyer, Luke Wilson, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Albert Brooks, Bitsie Tulloch, Matthew Willig, Paul Reiser, Richard T. Jones, Mike O'Malley, Arliss Howard
Sinopsis: Will Smith interpreta al Dr. Bennet Omalu, un neuropatólogo forense que descubrió el síndrome post conmoción cerebral, que causó tanto daño a muchos jugadores de fútbol americano y que provocó los suicidios de antiguas estrellas de la liga NFL afectadas por el síndrome, como Dave Duerson y Junior Seau.
Parece ser que LA VERDAD DUELE (CONCUSSION), su no inclusión, es uno de los motivos del boicot por parte de los profesionales afroamericanos a la próxima edición de los Oscar.
Pues si esta es una de las razones de que se haya plantado esta comunidad por no haber sido reconocida en las nominaciones, me parece un verdadero despropósito. Y eso que: 1º) Evidentemente me repugna el racismo, pero no me hace demasiada gracia el victimismo, y 2º) Will Smith me cae francamente bien.
Esta detallada y minuciosa crónica, pues no en vano su director, Peter Landesman, procede del periodismo de investigación, es correctita, le otorgo un aprobadillo raspado, despliega buenos sentimientos pero se queda a medio camino de muchas cosas. La puesta en escena es más bien anodina, plana, sin apenas nervio.
Como denuncia es más o menos eficaz pero ya un tanto trillada; como historia de amor es completamente endeble y como alegato contra el poder establecido resulta de lo más transitado. Debería habertomado nota de otros antecedentes más ilustres, desde ERIN BROKOVICH hasta, fundamentalmente, EL DILEMA de Michael Mann.
Basada en hechos reales, aborda el enfrentamiento entre Bennett Omalu, un médico –neuropatólogo- inmigrante de origen nigeriano, residente en Pittsburgh, y la todopoderosa Liga de Fútbol Americano (NFL), a raíz del suicidio de varios jugadores como consecuencia del daño cerebral producido por los golpes sufridos practicando este deporte. Lo que se ha dado en llamar en términos científicos, la encefalopatía traumática crónica.
Se nota en exceso que el armazón argumental está sustentado para el lucimiento de su protagonista, pero esto acaba suponiendo una pleitesía más bien fatigosa. Y no ya porque el actor no supere con solvencia y sobriedad su cometido, sino por el exceso de melaza con la que es retratado. Para esto le prefiero en la notable EN BUSCA DE LA FELICIDAD.
No emociona, me cuesta empatizar pese –o tal vez por eso- al aura de bondad e integridad de las que se embadurna al personaje en cuestión. Se impone cierta frialdad expresiva, supongo que algo buscado por su máximo responsable (Landesman no solo se ha puesto tras las cámaras sino que también se ha encargado de escribir el texto), pero es inevitable que ello me traslade una sensación un tanto insustancial.
Es un típico y nada relevante exponente del individualismo americano, de la valentía y el compromiso de un tenaz profesional contra el establishment no especialmente relevante, pero que ni mucho menos enoja y se deja ver.
Me da en la nariz que al cabo de poco tiempo la habré olvidado… aunque me sirva para pasar el rato.
PD: Uno de los méritos de la interpretación de Smith, el acento nigeriano, nos es hurtado en la versión doblada, por lo cual nada me puedo pronunciar al respecto.
José Luis Vázquez