martes, 29 de abril

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Estreno en Royal City

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Spectre ()

Director: Sam Mendes

Intérpretes: Daniel Craig, Christoph Waltz, Monica Bellucci, Léa Seydoux, Ralph Fiennes, Naomie Harris, Rory Kinnear, Ben Whishaw, Dave Bautista, Andrew Scott, Jesper Christensen, Stephanie Sigman

Sinopsis: Un críptico mensaje del pasado envía a James Bond a una misión secreta a México D.F. y luego a Roma, donde conoce a Lucía Sciarra, la hermosa viuda de un infame criminal. Bond se infiltra en una reunión secreta y descubre la existencia de una siniestra organización conocida como SPECTRE. Mientras tanto, en Londres, el nuevo director del Centro para la Seguridad Nacional cuestiona las acciones de Bond y pone en duda la importancia del MI6, encabezado por M. De modo encubierto Bond recluta a Moneypenny y Q para que le ayuden a buscar a Madeleine Swann, la hija de su antiguo archienemigo, el Sr. White, que quizá tenga la clave para desentrañar el misterio de SPECTRE. A medida que Bond avanza en su misión, descubre una estremecedora conexión entre él mismo y el enemigo que busca.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

El título de la vigésimo cuarta aventura cinematográfica de James Bond, SPECTRE, encubre una doble acepción, el de la legendaria organización criminal, que ya protagonizara alguna aventura del iniciático e imbatible agente 007 con la encarnadura de Sean Connery; también el de los espectros del pasado que vuelven a resurgir física y psíquicamente. Desconozco si esta era la intencionalidad de sus autores al ponerle este título, o tan solo pretendían definir la aventura sin más, pero creo que es importante este matiz y juego con el mismo por parte del personaje. Mucho más sombrío, fatalista, humano pese a su demoledora capacidad destructiva y frialdad para no titubear en destruir al enemigo.

Su comienzo no puede casi ser mejor. Un formidable plano secuencia casi digno del mejor de la historia del cine, el que rodara Orson Welles para zambullirnos en su magistral disertación sobre el poder y la corrupción SED DE MAL. Ambos con una curiosa característica en común, transcurren en México. Sólo que el más clásico sucedía en la frontera con los USA y éste en Distrito Federal.

A partir de aquí, la historia desarrolla todo tipo de zigzagueos, afortunados la mayoría, sobre todo los relativos a las secuencias de acción (una en un tren podría remitir a DESDE RUSIA CON AMOR, mi título favorito de la serie junto a GOLDFINGER), las chicas (la co protagonista de LA VIDA DE ADÉLE, Léa Seydoux, se muestra espléndida a todos los niveles, Monica Bellucci demuestra haber hecho un pacto con el diablo,etc.), buenos villanos (Christoph Walz) aunque no los mejores de la serie y sobre todo –he aquí la gran innovación de Sam  Mendes y guionistas, responsables de la anterior y destacable entrega, SKYFALL- la disección psicológica a la que es sometido el héroe, el cual había caído en ciertos rasgos hieráticos o caricaturescos en lo que se refiere a quienes lo habían encarnado antes que Daniel Craig.

Por cierto, no puedo evitar encontrar siempre que veo su jeta, compararlo con el presidente ruso Vladimir Putin. Por obvias cuestiones físicas y hasta de parafernalia o currículum también.

Vuelven pues los viejos fantasmas del mito, reciclados y convenientemente condensados. Reitero que haber fichado a Mendes, con todo lo que eso conlleva de otorgarle madurez a la franquicia, me parece todo un acierto. El responsable de esas dos maravillas tituladas CAMINO A LA PERDICIÓN y REVOLUTIONARY  ROAD vuelve a llevar a cabo un inteligente y “teatralizado” sentido de la puesta en escena, en la que sin traicionar los postulados de la fórmula, los golpes de efecto y los condimentos habituales, se desmarca gracias a una dirección sobria y sin excesivas recargas.

Tal vez se la podría haber aligerado de unos cuantos minutos de metraje pero, así y con todo, no deja de ser un espectáculo inteligente, electrizante por momentos, maximalista y minimalista alternativamente y francamente divertido, entendiendo ésto en su concepto más amplio, el de pasarlo bien.

Seguramente los amantes de la franquicia disfrutarán ampliamente… y los que no, pueden que también, sabiendo claro lo que se va a ver.

Una frase para el recuerdo exclamada por Waltz: "La información lo es todo, ¿no?". El Gran Hermano continúa vigilándonos, añadiría humildemente.

José Luis Vázquez