Director: Bong Joon-ho
Intérpretes: Chris Evans, Song Kang-ho, Tilda Swinton, Jamie Bell, Octavia Spencer, Ewen Bremmer, Ah-sung Ko, John Hurt, Ed Harris, Alison Pill, Luke Pasqualino, Steve Park, Adnan Haskovic, Steve Park, Clark Middleton, Adnan Haskovic, Paul Lazar
Sinopsis: Un fallido experimento para solucionar el problema del calentamiento global casi acabó destruyendo la vida sobre la Tierra. Los únicos supervivientes fueron los pasajeros del Snowpiercer, un tren que recorre el mundo impulsado por un motor de movimiento eterno. Adaptación de la novela gráfica "Le Trasperceneige", escrita por Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb.
Creo que el exceso de información recabado previamente por mi parte, ha podido ser un impedimento para adjudicarle el calificativo de obra maestra que anhelaba otorgar a ROMPENIEVES (SNOWPIERCER). Pero, desde luego, lo que no vacilo un instante es en afirmar que me parece apabullante.
Esta nueva muestra de ciencia-ficción distópica a propósito de cambios climáticos, épocas glaciales y arcas de Noé ferroviarias no tiene nada de desperdicio desde su primera imagen hasta la última.
El quinto largometraje del apasionante cineasta coreano (del Sur) Bong Joon-ho, propone una fábula futurista que no da tregua, basada en una célebre novela gráfica, comic, tebeo o como prefieran denominar en 3 álbumes (de Jacques Loeb y Jean-Marc Rochette), planteadas de manera que cada vagón que van recorriendo los protagonistas constituya una amplia viñeta en sí misma, o como algunos colegas han indicado, un videojuego diferente.
Joon-ho imprime un ritmo endiablado a su cámara y vuelve a dar todo un máster en una de sus especialidades, en filmar en espacios angostos, asfixiantes, reducidos casi al mínimo dado el tamaño de sus criaturas o, como en este caso, de la cantidad de humanos hacinados como sardinas en lata.
Lo que le acaba por conferir distinción respecto a productos parecidos es que su carga de parábola social tiene muchos estratos. También tal vez ahí resida su mínima flaqueza. Me refiero al recurso un tanto obvio y manido del reparto de los vagones en aras a la lucha de clases sociales, pues aunque no deja de ser todo un hallazgo reducido a dichas máquinas de hierro y motores, acaba resultando pelín fatigoso en su exposición.
Pero en modo alguno empaña todo lo mucho que nos ofrece. Está claro además que el firmante de tres joyas como MURDERS OF MEMORIES (CRÓNICA DE UN ASESINO EN SERIE), THE HOST y MOTHER, vuelve a mostrar su estilo pese a trabajar con capital, profesionales e idioma inglés. Esto es patente en esa peculiar mezcla de comedia y tragedia que suele gastar, o en ese humor negro patente en varios pasajes, como el del sushi, la clase de los críos o la utilización que se hace del deseado alucinógeno.
Y yendo al terreno de la acción dura y pura, que se nos es ofrecida a granel y espectacularmente, resulta impagable esa refriega con visión nocturna.
Sin duda, es rica en lo formal y en contenidos, pero es ese primer aspecto es el que me deja verdaderamente sin resuello, pues la capacidad de este gran director en lo visual y a la hora de planificar parece mostrarse inagotable, no tener medida.
Otra demostración de personalidad, es la reutilización de los actores, algunos casi en el anverso de la imagen que de ellos tenemos, como un Chris Evans (CAPITÁN AMÉRICA), héroe nada inmaculado que arrastra un pecado original. También reafirmándolos en algunos de los roles con que los hemos grabado en nuestras retinas: ese Ed Harris “trumaniano”. O haciendo guiños a algunos de sus mecenas, como un John Hurt cuyo nombre ficticio, Gilliam, alude un título y un cineasta, BRAZIL y Terry Gilliam, a los que creo han sido aquí tenidos muy en cuenta. También supone un personalísimo cruce de 1984, EL TREN DEL INFIERNO, EL SHOW DE TRUMAN y hasta de EL MAGO DE OZ.
Absorbente e hipnótica epopeya social.
José Luis Vázquez