Director: Marc Vigil
Intérpretes: Pedro Alonso, Nacho Fresneda, Carmina Barrios, Maite Sandoval, Àlex Monner, Javier Godino, José Ángel Egido, Raúl Prieto, Zaira Romero
Sinopsis: "Q" es un periodista reconvertido en escritor de novela negra. En dos de sus libros publicados, ambientados siempre en su Valencia natal, "Q" narra sangrientos asesinatos utilizando como telón de fondo la corrupción política y la podredumbre del alma humana. El único problema es que los crímenes que tienen lugar en sus novelas no son tan ficticios como parece.
De este policiaco español, de ambientes envilecidos y ocasionalmente pantanosos, me gustan, personajes, escenas concretas, cierta elegancia formal… pero no así guion y ambiciones metalingüísticas… Y no me pondré muy propio para no acabar de echar para atrás al presunto lector… o espectador, o más bien ambos.
Entre los primeros, reparo especialmente en ese expeditivo y cruel asesino gitano que encarna con total convicción Nacho Fresneda. O en La Puri, desgarradora superviviente y matriarca que lleva el creíble pelaje de Carmina Barrios, pues parece extraída del mismísimo arrabal. Incluso Luis Zahera en una breve aparición como mal encarado taxista puede incluirse en esta fauna y flora local de los alrededores del Turia. Pedro Alonso como Q se impregna de la ambigüedad del que parte su composición.
Queda claro que ésta, la de composiciones de individuos criminales y en el límite está erigiéndose en una de las grandes virtudes del cine español de comienzo de milenio, gracias especialmente a una pléyade de actores destacados con los que cuenta la industria.
Las segundas hacen alusión a algunas de las ejecuciones plasmadas que, como bien apunta Beatriz Martínez, parecieran deudoras de cierto gran cine coreano –estoy pensando en la indispensable MEMORIES OF MURDER del actualmente aclamado por PARÁSITOS Bong Joon-ho-, por aquello de su estilización y de la sequedad expositiva con las que son presentadas. Focalizadas principalmente en las cloacas y ambientes marginales valencianos.
Pero, ay, la cosa se me atraganta un tanto en algo tan fundamental como el texto transcrito a celuloide, debido en esta ocasión a los debutantes Sara Antuña y Carlos del Pando. Y aunque partían de un buen material literario, como intuyo puede ser –lo confirman quienes la han leído- la novela original de Juanjo Braulio, los anteriormente citados responsables de su adaptación, se desparraman, se diluyen un tanto, a la hora de entremezclar esos mundos de realidad y ficción que se traen entre manos, generándome algún momento de confusión y un final abierto –no se considere esto spoiler- que no me acaba de convencer.
Y matizo, me gusta más su primera hora, es verdad que comienza bastante bien, generándome expectación e incertidumbre, que la desembocada media final. Pero ya saben, para gustos los colores.
Por otra parte esa mezcla de “thriller” típico y cine de denuncia o social no acaba de cuajar del todo, pese a algunos momentos intenso, un diálogo en concreto, proporcionados por la citada Barrios o la rotunda fisicidad de Fresneda. Al respecto, y considerándola de nivel parejo, considero más acertada a la reciente ADIÓS, elogiablemente protagonizada por Mario Casas.
José Luis Vázquez