jueves, 28 de marzo

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Estreno en Royal City

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Quiéreme o déjame ()

Director: Charles Vidor

Intérpretes: Doris Day, James Cagney, Cameron Mitchell, Robert Keith, Tom Tully, Peter Leeds, Harry Bellaver, Richard Gaines, Claude Stroud, Audrey Young, John Harding

Sinopsis: Basada en la vida de la cantante Ruth Etting (1896-1978), sobre todo en su tomentoso matrimonio. Ruth lo tenía todo: una voz privilegiada, belleza y encanto, pero su relación amorosa con el gángster Martin Snyder, aunque la ayuda a alcanzar la fama, también la hunde en la bebida. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Charles Vidor no solo fue el director de GILDA, con ser eso ya muchísimo, sino un cineasta sólido que nos regalaría a amantes del Séptimo Arte, como el que esto firma, obras de fuste, maestras o simplemente encantadoras como –siempre cuando hago estos listados cito las que yo he visto y mis preferidas, quedarían varias más- EL MISTERIO DE FISKE MANOR, la deliciosa y desconocida SE ACABÓ LA GASOLINA, la segunda –si no contamos oficialmente la oficiosa LA FUERZA DE LAS ARMAS- y esplendorosa versión de ADIÓS A LAS ARMAS, RAPSODIA, REJAS HUMANAS, EL FABULOSO ANDERSEN, EL FABULOSO ANDERSEN, OTRA VEZ JUNTOS, TEMPESTAD EN ORIENTE, LA MÁSCARA DEL DOLOR, EL CISNE, LAS MODELOS, SUEÑO DE AMOR y ésta, la espléndida LOVE ME OR LEAVE ME, o sea, QUIÉREME O DÉJAME, que si no recuerdo mal (no estoy seguro del dato), no se llegó a estrenar en las salas españolas, pero sí a través de TVE poco más de veinte años después de su estreno.

Doris Day no solo ha sido, todavía lo es, aunque esté retirada del mundanal ruido artístico hace unas cuantas décadas (tiene en la actualidad 96 años,  punto de cumplir 97 el 3 de abril) una excelente actriz de comedia y cantante, sino que cuando hizo incursiones en registros dramáticos supo a estar a idéntica altura, como demuestran sus intervenciones en EL TROMPETISTA, EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO, por momentos ENSÉÑAME A QUERER, UN GRITO EN LA NIEBLA, STORM WARNING/AVISO DE TORMENTA (un espléndido drama anti racista muy bien encabezado por Ronald Reagan), THE WINNING TEAM, EL DIABÓLICO SEÑOR BENTON y ésta, para la que inicialmente se había pensado en Ava Gardner y Jane Russell. Fue su partenaire masculino el que acabó sugiriendo su nombre.

James Cagney, el anteriormente mencionado, no solo protagonizó papeles de gangster, como se demuestra aquí, sino que fue capaz de encararlos con tintes musicales como también es el caso, aunque su protagonismo en este apartado no sea tan activista como en YANQUI DANDY o DESFILE DE CANDILEJAS. Curiosamente a ambos, a Day y Cagney, los había reunido Roy del Ruth cinco años antes –en 1950- en el buen, eficiente musical THE WEST POINT STORY. Curiosamente también, Spencer Tracy había sido el primer nombre barajado para este papel. Siendo magnífico, no creo que le hubiera superado.

Con estos tres imprescindibles mimbres, más algunos otros más fundamentales (el guion de Daniel Fuchs e Isobel Lennart, la música de Percy Faith y George E. Stoll, el vistoso vestuario de Helen Rose, el poderosísimo despliegue de producción Metro Goldwyn Mayer, de Joe Pasternak sin ir más lejos, el que auspiciaría uno de los grandes éxitos en la comedia de la rubia show woman, NO OS COMÁIS LAS MARGARITAS…) se procedió a la construcción de este brillantísimo y glamuroso exponente cinematográfico de la irrepetible y fertilísima década de los 50.

El título original, tanto de la película como de la canción, hace alusión a un tema escrito en 1928 por Walter Donaldson con letra de Gus Kahn. Esta última había sido presentada en la obra de BROADWAY WHOOPEE, estrenada en diciembre de 1928. La interpretación de la misma –todo un exitazo- fue llevada a cabo por primera vez por la gran Ruth Etting (1896-1978), personaje real aquí encarnado y homenajeado por Day.

Se centra principalmente en la tormentosa y dramática relación sentimental que mantuvo con el mafioso Martin “Moe the Gimp” Snyder, sus rifirrafes y su caída en el alcohol. Y no cuento más, por si desconocen la trama o al personaje en cuestión.

Las fenomenales interpretaciones y canciones, el vigor y colorido de su puesta en escena fueron justamente reconocidas con seis nominaciones al Oscar, obteniendo finalmente el de argumento.

Está necesitada de una urgente revisión para comprobar su enorme calidad, pues esta mezcla de drama, romance, musical, policial y biopic funciona a las mil maravillas. Resulta oportuno recuperar un preciso comentario en Variety cuando vio la luz: “un rico lienzo de los años 20 de Roaring, con audaces y excelentes canciones”. Fue la octava producción en recaudación en Estados Unidos en la fecha de su estreno, lo cual el olvido viene determinado por el propio del paso del tiempo, no porque no hubiera tenido una gran acogida en su momento.

José Luis Vázquez