miercoles, 9 de julio

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Estreno en Royal City

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Cuando los ángeles duermen ()

Director: Gonzalo Bendala

Intérpretes: Julián Villagrán, Marián Álvarez, Ester Expósito, Marisol Membrillo, Adolfo Fernández, Helena Castañeda, Christian Mulas, Ramiro Alonso

Sinopsis: Germán, un honrado padre de familia, ve cómo todo su mundo se tambalea la noche en que, conduciendo de regreso a casa, atropella accidentalmente a dos chicas adolescentes. A partir de ese momento, Germán tendrá que hacer todo cuanto esté en su mano para evitar que su vida quede destrozada para siempre. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 1 estrellas

Es inverosímil en su sentido más negativo, prácticamente desde los compases iniciales. Esa característica o peculiaridad siempre estoy dispuesto a aceptarla a condición de que me acabe creyendo lo que pasa en pantalla. No me sucede eso en ningún instante.

Algunos concretos momentos de tensión pudieran dar el pego, pero no compensan ni mucho menos. Y es que una vez desconectado de lo que estoy contemplando no me sirven de bálsamo alguno.

Tampoco las interpretaciones me acaban de convencer, no tanto por las capacidades de sus intérpretes ni por el contrastado oficio de la pareja de adultos protagonista (el gaditano Julián Villagrán aguanta el tipo, es un buen actor, nominado al Goya por su intervención en BAJO LAS ESTRELLAS y finalmente logrado como secundario por GRUPO 7) sino por la desaforada manera con la que han sido dirigidos.

La adolescente principal, encarnada por Ester Expósito, la cual se habrá limitado a cumplir instrucciones y a pechar con un personaje erráticamente descrito en guion, resulta una de las más insufribles y cretinas vistas en mucho tiempo. Por si acaso subrayo que me refiero al papel, no a la intérprete.

Ni tan siquiera la siempre un valor seguro Marian Álvarez, al otro lado del teléfono, consigue insuflar vida a una esposa sin matiz alguno, casi de manual, en lo que respecta a los reproches que hace al marido ausente… y en lo referido esa tímida, apenas velada, crítica al trasiego capitalista de aquél.

Al servicio argumental todos ellos de lo que puede deparar el destino cuando se concatenan una serie de casualidades, errores y comportamientos estúpidos.

Ha dicho su director, el sevillano Gonzalo Bendala que vuelve al “thriller”, tras el para mí igualmente fallido ASESINOS INOCENTES, que “su reto era que el público empatizara con el protagonista… un hombre común y su bajada a los infiernos”. No es mi caso y bien que lo siento.

Los amantes de las emociones fuertes podrán tal vez valorar un desenlace nada complaciente y unas cuantas escenas agobiantes. A mí en general me resulta de un tono más bien agotador y absurdamente crispante (a la chica que va malherida en el coche su amiga no parece tenerla en cuenta en ningún momento) que angustioso.

Viene bastante disminuida de base… y la manera con la que ha sido abordada no contribuye a elevarla. El efectismo por el efectismo… sin más virtudes en esta ocasión, sin ningún otro adorno que pudiera hacer esto atractivo.

Lo mejor, con diferencia: su título.

 

José Luis Vázquez