martes, 29 de abril

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Estreno en Royal City

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Persecución al límite ()

Director: Eran Creevy

Intérpretes: Nicholas Hoult, Felicity Jones, Ben Kingsley, Anthony Hopkins, Clemens Schick, Chico Kenzari, Aleksandar Jovanovic, Joachim Król, Markus Klauk, Ben Hecker, Christian Rubeck, Erdal Yildiz, Johnny Palmiero, Michael Epp, Lara Melina Siebertz, Christina Hecke, Nadia Hilker

Sinopsis: Gira en torno a una joven pareja de mochileros norteamericanos que a su paso por Alemania se cruzarán con dos peligrosos criminales. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 1 estrellas

Una compota en toda regla es lo que me supone este policíaco trillado hasta la saciedad y sin ninguna gracia especial, salvo alguna acelerada secuencia de acción de tal inverosimilitud que provoca mi rechazo, aunque reconozca en sí mismo el mérito de los técnicos de efectos: producción inglesa, protagonistas estadounidenses, localizaciones germánicas próximas a Colonia, montaje chirriante y un buen refrito de productoras en liza.

Y es que cuando una película tarda en estrenarse dos años suele suponer la mayoría de las ocasiones justificado motivo de desconfianza, tal como es el caso.

Algo tan fundamental como es el guion, y aun asumiendo que tire de convencionalismos –cuántas maravillas no habré visto tirando de tales premisas, véase sin ir más lejos el caso de la extraordinaria BABY DRIVER-, alcanza aquí elevadísimos grados de pobreza imaginativa y pereza.

Por no recrearme en unos diálogos de una pobreza manifiesta. Sirva de ejemplo la escena de seducción del chico a la chica en la discoteca.

Y ya ni les cuento las caritas de modelo relativamente “cool” con que le toca pechar a Nicholas Hoult. Felicity Jones es otra cosa, pues aparte de buena actriz es una espléndida mujer, pero aquí todos sus méritos se encuentran desaprovechados. En cualquier caso, ambos personajes están trazados de manera completamente inane, sin rastro alguno de enjundia.

Otro aspecto que causa decepción es ese enfrentamiento entre malvados, Ben Kingsley y Anthony Hopkins (dos actores mayúsculos, no aquí), que más parecen surgidos de una ópera bufa que de un “thriller” de acción consistente.

Es de lo más desechable que he visto en 2018. Solo si la toman –y ni así- por el hecho de contemplar una serie de escenas de persecución aparatosas, la podrían más o menos digerir. Pero, insisto, sin ton ni son, puestas ahí al servicio de la nada, salvo que entiendan el cine como una absurda competición de destrezas al volante (LOS CARADURAS con Burt Reynolds era eso, u otros muchos antecedentes, pero tenían algo). De nuevo, demasiado ruido y estruendo sin ninguna otra contraprestación.

José Luis Vázquez