Director: Jason Reitman
Intérpretes: Charlize Theron, Mackenzie Davis, Mark Duplass, Emily Haine, Ron Livingston, Elaine Tan, Maddie Dixon-Poirier, Lia Frankland
Sinopsis: Marlo (Charlize Theron) es una madre con tres hijos, el último recién nacido, que recibe un inesperado regalo de parte de su hermano (Mark Duplass): una niñera para que le ayude por las noches. Al principio le parece una extravagancia, pero Marlo acaba teniendo una relación única con Tully (Mackenzie Davis), una joven niñera amable, sorprendente y, en ocasiones, difícil. (FILMAFFINITY)
Convendría que leyeran –está publicada en El periódico, con los medios digitales actuales no es tarea complicada su acceso a la misma- la crítica del todo atinada de Beatriz Martínez (es lo que tiene ejercer esta profesión en provincias, hay que ir al rebufo de los grandes medios, algo que afecta más que nada al propio prurito profesional). Resalta que el cineasta estadounidense de origen canadiense “Jason Reitman culmina, junto a la guionista Diablo Cody, su trilogía sobre la madurez femenina tras JUNO (precocidad) y YOUNG ADULT (síndrome peterpanesco) para hablar en TULLY sobre el desencanto vital y la crisis de los 40”.
Añade que aborda “temas muy delicados como la depresión posparto y la pérdida de la identidad de la maternidad, y lo hace de forma muy compleja y respetuosa”. En fin, no me queda más que decir amén ante este agudo, sagaz, brillante, breve y muy preciso comentario.
Continúa destacando la colega de profesión que “el tándem utiliza el humor (nada astracanesco, más bien sutil y fino, esto es de mi cosecha) para describir el día a día de una madre de familia que acaba de dar a luz, pero detrás de cada gag se esconde un desgarrador grito de socorro”.
Si a ello añaden a una Charlize Theron ((le dan adecuada réplica Mackenzie Davis como la niñera y Ron Livingston como su marido), espléndida mujer y actriz (merecidísimo el Oscar que obtuviera por MONSTER, otra transformación física impresionante al igual que la aquí llevada a cabo, esta vez añadiendo 15 kilos a su por lo habitual esbelto cuerpo, fue modelo en origen), en perpetuo estado de gracia y sazón profesional desde hace tiempo, no es nada difícil deducir que TULLY es una gran –y nada ostentosa- película.
Algo esto último, por otra parte, habitual en la filmografía de su estupendo director, el ya citado Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman, firmante de LOS CAZAFANTASMAS, DAVE PRESIDENTE POR UN DÍA, POLI DE GUARDERÍA o PELIGROSAMENTE JUNTOS, taquillazos suficientemente conocidos.
Filmografía compuesta hasta la fecha –y contando el que aquí me ocupa- por siete títulos, de los que ninguno tiene desperdicio (ni tan siquiera YOUNG ADULT o UNA VIDA EN TRES DÍAS) y la mayoría son excelentes (GRACIAS POR FUMAR, HOMBRES MUJERES Y NIÑOS, JUNO y UP IN THE AIR/EN EL AIRE… por estos dos últimos sería justamente nominado al Óscar).
Vuelve a mostrar en esta ocasión mucho tacto y sensibilidad, un trazo en sus personajes nada facilón, inteligencia y fluidez. Son muchos los momentos y diálogos que me atrapan. Estoy pensando en aquél en el que habla con la niñera acerca de la elección de su marido, el hecho de que no fuera inicialmente su candidato, de que figurase en el banquillo, pero que acabaría siendo una buena o la más adecuada opción de pareja. Es muy revelador de lo que pasa tantas veces en la vida. Y así muchos otros momentos más.
No la dejen pasar.
José Luis Vázquez