Director: Neill Blomkamp
Intérpretes: Matt Damon, Jodie Foster, William Fichtner, Alice Braga, Sharlto Copley, Diego Luna, Wagner Moura
Sinopsis: En el año 2159, los seres humanos se dividen en dos grupos: los ricos, que viven en la estación espacial Elysium, y todos los demás, que sobreviven como pueden en una Tierra devastada y superpoblada. Rhodes (Jodie Foster), una dura gobernante, promueve una rígida ley antimigración, cuyo objetivo es preservar el lujoso estilo de vida de los ciudadanos de la estación espacial. A pesar de ello, los habitantes de la Tierra harán todo lo posible por emigrar a Elysium. Max (Matt Damon) acepta una misión casi utópica, pero que, si tuviera éxito, significaría la conquista de la igualdad entre las personas de esos dos mundos tan opuestos
Aviso a navegantes desde el principio: No me ha resultado el peliculón esperado… por credenciales y expectativas de todo tipo. Ni mucho menos, pero no es desdeñable. Por partes.
El inicio, el primer tramo, localizado en ese gran vertedero mejicano empleado para el rodaje y que figura ser unos Los Ángeles verdaderamente caóticos y deshumanizados, de esta fábula distópica de ciencia-ficción promete emociones fuertes. Y las da, comienza bien, pero a medida que se va a acercando a su momento culminante, a su alargado desenlace, es como si la nave fuera perdiendo, paulatinamente, combustible sideral. Es un claro ejemplo de película que va de más a menos.
¿Cuál es la causa de ello? Entiendo que su valioso director, el sudafricano Neill Blomkamp, que se estrenara a lo grande con la estupenda DISTRICT 9 (DISTRITO 9, 4 nominaciones a los Oscar), se deja llevar por una resolución convencional, sin excesiva garra, en la que la rutina se acaba imponiendo por encima de cualquier otra virtud.
Y conste que hasta ese momento, presentaba varios aspectos destacables, como una espectacular ambientación. Ese mundo futuro tiene fuerza y potencia visual, está perfectamente definidos esos dos metafóricos espacios, aunque siento no conocer algo más ese paraíso de los elegidos, de los ricos. También es destacable la interpretación de Matt Damon o la de la atractiva actriz brasileña Alice Braga, revelada internacionalmente con la estremecedora CIUDAD DE DIOS. Jodie Foster se limita a estar sin más y el malvado, encarnado con ferocidad por Sharlto Copley, no ofrece ningún signo distintivo especial, como no sea su metalizado rostro.
Respecto a otro meollo fundamental de este producto de ciencia-ficción social, precisamente ese, su contenido argumental, señalar dos matices. El primero es que su discurso de pobres y ricos me parece obvio, demasiado elemental… hubiera sido de desear más esfuerzo intelectual, lo de la niñita enferma es un recurso muy gastado para dar la´stima. Pero, por otra parte, no es menos cierto que incidir en algo, en este momento tan acuciante en España (no hay que ir pues al futuro… ya está aquí), como esas políticas de inmigración y atención sanitaria desplazadas para exclusividad de los poderosos o de quien maneja el dinero, no deja de tener su indudable interés reivindicativo.
Pero el saldo es que tal vez en esta ocasión, ese carácter intelectual y discursivo puede que haya resultado una rémora más que otra cosa. También destacar, no para bien precisamente, que aunque Blomkamp es un director vigoroso, no acaba de resolver bien las escenas de lucha, no son prístinas, ofrecen más bien atropellamiento, falta de claridad. Pasa muchas veces en el actual panorama de los grandes “blockbusters”. Al respecto, resultan ejemplares, siendo de partida mucho más complejas y elaboradas, las secuencias de acción ejecutadas por Guillermo del Toro en la modélica PACIFIC RIM.
En fin, que tampoco hay que lamentarse mucho. La película es, en líneas generales, un buen producto. Además, no siempre se puede alcanzar la excelencia como en la citada PACIFIC RIM o STAR TREK: EN LA OSCURIDAD. También, quede constancia, prefiero a los puntos la notable OBLIVION.
Sus 100 millones de dólares de costo no han alcanzado esta vez grandeza y esplendor.
José Luis Vázquez