sábado, 26 de abril

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Estreno en Royal City

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Lady Bird ()

Director: Greta Gerwig

Intérpretes: Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Lucas Hedges, John Karna, Beanie Feldstein, Tracy Letts, Timothée Chalamet, Danielle Macdonald, Bayne Gibby, Victor Wolf, Monique Edwards, Shaelan O'Connor, Marielle Scott, Ithamar Enriquez, Christina Offley, Odeya Rush, Kathryn Newton, Jake McDorman, Lois Smith, Andy Buckley, Daniel Zovatto, Laura Marano, Kristen Cloke, Stephen Henderson

Sinopsis: Una joven estudiante que se hace llamar "Lady Bird" (Saoirse Ronan) se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf). (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

No cuenta nada nuevo y, en cambio, todo parece refrescantemente renovado, reescrito, re filmado, en esta preciosa y sensible película, de obvias reminiscencias autobiográficas si se bucea ligeramente en la semblanza de su autora, que supone el segundo trabajo –primero en solitario- tras las cámaras de la actriz y guionista (también despliega aquí ese cometido) estadounidense, de Sacramento para ser exacto, Greta Gerwig, tras su debut en 2008 codirigiendo con Joe Swanberg la apreciable NOCHES Y FINES DE SEMANA.

La pueden recordar en su faceta interpretativa por sus más que estimables apariciones en pequeñas y deliciosas producciones de este corte y confección, de espíritu “indie”, tales como DAMISELAS EN APUROS, MISTRESS AMERICA, FRANCES HA, GREENBERG, LA CASA DEL DIABLO, WIENER-DOG, MAGGIE´S PLAN, THE DISH AND THE SPOON y MUJERES DEL SIGLO XX. Y en cometidos más secundarios en las más presupuestadas e igualmente elogiables SIN COMPROMISO, LA SOMBRA DEL ACTOR, A ROMA CON AMOR y JACKIE.

Leo que la colega Beatriz Martínez titula certeramente su reseña a propósito de esta maravillosa propuesta como “la aventura agridulce de hacerse mayor”. Es una perfecta síntesis y definición. Y es que de eso va, del tránsito de la adolescencia a la juventud. De descubrimientos e iniciaciones diversas, de los anhelos, inquietudes, apetencias, aspiraciones e incertidumbres de una chica de 17 años. Todo tan real como la vida misma. Y no tan habitual como pudiera parecer, pues este tramo físico y existencial ha sido descrito en una aplastante mayoría más acerca de ellos que de ellas.

Quien pudiera recelar a priori de que la cineasta se haya podido poner excesivamente reivindicativa o trascendente, se llevará un chasco. Afortunadamente, pues ello otorga a sus criaturas, a su protagonista, a esa Lady Bird que utiliza otro nombre diferente al suyo – Christine McPherson- como signo de rebeldía, más cercanía.

A Gerwig le agradezco muchísimo igualmente ese tono de -nada fácil- sencillez que imprime a su relato, su fluidez narrativa, unos diálogos que desprenden naturalismo, naturalidad por todos los costados, y una enorme capacidad para dirigir a sus actores, a sus actrices principalmente.

Y sin necesidad de apelar a la coartada romántica, aunque que por ello no deje de homenajear a títulos de su niñez más enfilados hacia esos registros, como LA CHICA DE ROSA o, en general, las maravillosas películas de jovencitos de John Hughes (TODO EN UN DÍA, LA LOCA AVENTURA DEL MATRIMONIO, EL CLUB DE LOS CINCO). Como bien ha explicado ella misma, lo que hace es subvertir sutilmente las mismas.

Pero aparte de lo anteriormente expuesto este es fundamentalmente el “combate” dirimido en una etapa crucial de sus relaciones y vidas entre una madre y una hija necesitada urgentemente de buscar sus propias señas de identidad, de la afirmación o reafirmación para enfrentarse al mundo. Al respecto, hay una secuencia hacia el final acerca de unas cartas escritas por la primera –no seré más explícito- que acaban resultando de lo más reveladoras.

Están sensacionales en dichos cometidos tanto Laurie Metcalf como la joven Saoirse Ronan (BROOKLYN, CRIATURAS CELESTIALES, EXPIACIÓN, CITY OF EMBER, BYZANTIUM, EL GRAN HOTEL BUDAPEST), siete años mayor que su personaje, pero qué da perfectamente el pego.

Otros dos aspectos, otro par de cualidades que me encantan de esta obra redonda son ese afecto que muestra hacia todos sus personajes, por breves que estos sean, esa bonhomía sin afectación que despliega, y ese no dramatizar en exceso sobre situaciones amargas, tanto sobre la precariedad laboral del padre, los conflictos con las amigas o la pérdida de la virginidad.

Enorme en su aparente, solo aparente, pequeñez. Una verdadera exquisitez que no hace ostentación alguna como tal. No viene sino a ratificar aún más mi apuesta por esta brillante profesional y mujer que está detrás de todo el andamiaje dramático y el tinglado, quinta en ser nominada en la historia de los Oscar como mejor directora, tras Lina Wertmüller, Jane Campion, Sofia Coppola y Kathryn Bigelow (única en recoger la estatuilla por la espléndida LA NOCHE MÁS OSCURA).

José Luis Vázquez