Director: Roberto Sneider
Intérpretes: Gael García Bernal, Verónica Echegui, Ashley Hinshaw, Daniel Giménez Cacho, Björn Hlynur Haraldsson, Cassandra Ciangherotti, Barbara Garrick, Gabino Rodríguez, Andrés Almeida, Tristan Carlucci, Jadyn Wong, Maite Suarez Diez, Julian Sedgwick, Will Woytowich, Adam Hurtig, Gordon Tanner, Jeremy Walmsley, Ilse Salas, Juan Pablo Medina
Sinopsis: Eligio, un carismático y mediocre actor de 28 años, vive en la fiesta. Un buen día llega a su casa para descubrir que su esposa Susana se ha ido sin explicación o advertencia. Eligio la busca por todas partes y al hablar con la gente va cayendo en cuenta de que entre ellos las cosas no andaban tan bien como él pensaba. Después de un par de meses, Eligio descubre que Susana ha ido a una universidad en una pequeña ciudad del centro de los Estados Unidos. Eligio malbarata su auto y se lanza furioso a buscarla. Desde su llegada el impulsivo, idiosincrásico y enojado Eligio se enfrenta con la rígida y discriminadora sociedad de Iowa. (FILMAFFINITY)
Tiene algo, que no sabría definir del todo bien, esta desaforada comedia romántica de producción mejicana, de acertada ambientación estadounidense propia más bien de una aceptable muestra “indie”. No sé si son esos propios “excesos” planteando relaciones sentimentales propios de la cinematografía azteca, unos intérpretes de indudable gancho (el autóctono Gael García Bernal y una seductora Verónica Echegui) o esa personal visión de su director de una América (del Norte) más a ras de suelo, lo que provoca que durante su proyección la contemple con moderado interés.
Ni mucho menos supone un logro, por supuesto tampoco me genera rechazo como acabo de dejar patente. La sigo bien, con facilidad, también lamento que no resulte más sutil (al principio, cuando ella, Susana, se acuesta por primera vez con el autor, con el culureta polaco, parece otra cosa, que va a jugar más con las elipsis), pero finalmente ese tono y esa manera de contar las cosas tan directa, tan a flor de piel, tan vocinglera, afortunadamente no acaba resultándome un estorbo sino más bien una relativa cualidad. Si es que esto de ir al cine puede depender a veces del estado de ánimo con el que se encuentre uno. Por eso me gusta tanto esto, por estar alejado tantas veces de lo racional. Y conste que con más de treinta años de galones, suelo aguantar el tipo ante las adversidades y mantener el tipo, que no me distraigan las actitudes o situaciones personales.
Están aceptablemente descritos ese prototipo diluido –y engañoso- de macho mejicano y su emancipada mujer, ambos convincentemente perfilados dentro de su desnorte y la naturalidad que exudan ambos.
Su director, Roberto Sneider, sin alcanzar al triunvirato de oro de su país –Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu: los he escrito por orden de preferencia-, es otro de esos respetables profesionales con un currículum prestigioso y extenso, aunque no muy acumulativo en lo que a firmar largometrajes se refiere, que yo conozca tan solo tres, apreciables todos ellos.
Recuerdo con bastante agrado ARRÁSTRAME LA VIDA, con la bellísima Ana Claudia Talancón y con –parece, aquí vuelve a repetir- su actor fetiche, Daniel Giménez Cacho. También recuerdo con agrado su opera prima, DOS CRÍMENES. No se olvide igualmente, que produjo la notable FRIDA (sobre la pintora Frida Kahlo), ha sido asistente de producción en GRINGO VIEJO o HABANA y ha llevado programas de dirección en el American Film Institute.
Para la ocasión se ha basado en la novela CIUDADES DESIERTAS de José Agustín, que desconozco completamente.
Y poco más y poco menos. Al menos es una propuesta alejada de los cánones, de los estándares habituales, aunque su resultado final tampoco sea para dar saltos. Es curiosa, término que le desagradaría profundamente al Viggo Mortensen de CAPTAIN FANTASTIC. Ah, me ha atraído la actriz –dicho con todo el respeto- gringa de la función, la guapetona, Ashley Hinshaw.
José Luis Vázquez