Director: Melvin Frank
Intérpretes: Gina Lollobrigida, Shelley Winters, Phil Silvers, Peter Lawford, Telly Savalas, Lee Grant, Janet Margolin, Marian McCargo, Naomi Stevens, Renzo Palmer
Sinopsis: Dieciséis años después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), tres ex combatientes norteamericanos regresan a San Fiorino, un pueblecito italiano, en el que vive Carla Campbell, una joven viuda que les dio cobijo durante la guerra. Durante todo ese tiempo, Carla les ha estado reclamando dinero y atribuyéndole a cada uno de ellos la paternidad de su hija. (FILMAFFINITY)
Divertida, picantona (del picantón de antes, claro, más imaginativo y sugerente, menos explícito y ni falta que hacía) y sentimental comedia estadounidense rodada en los añorados y míticos estudios romanos Cinecittà y en bellos escenarios naturales italianos.
Su protagonista, la autóctona Gina Lollobrigida, se encontraba en todo su apogeo físico e interpretativo. Hacía ya tiempo que había incursionado en el cine norteamericano protagonizando títulos tan destacados o llamativos como SALOMÓN Y LA REINA DE SABA, CUANDO HIERVE LA SANGRE, LA MUJER DE PAJA, CUANDO LLEGUE SEPTIEMBRE o DESNUDA FRENTE AL MUNDO.
Precisamente dentro de esta industria, había rodado tres años antes que lo aquí reseñado, en 1965, una graciosa historia romántica también de enredos titulada HABITACIÓN PARA DOS, teniendo como partenaire a ese estupendo actor que fue Rock Hudson. El director de la misma, el estadounidense Melvin Frank, sería el mismo bajo cuyas órdenes volvería a repetir fortuna.
Frank ha sido uno de los grandes, de los muchos, especialistas surgidos en los 40 y 50 preferentemente. Tal vez no posea el rango de maestro que otros sí obtuvieran, desde Lubitsch a Wilder, pasando por Sturges (Preston), McCarey, Hawks, Tashlin, Quine o Edwards (por no hablar de Chaplin, Keaton, etc.), pero ha sido un valioso profesional al que en su doble faceta de guionista y director yo al menos debo trabajos excelentes, francamente recomendables.
En la primera, recordar NAVIDADES BLANCAS, LOS BLANDINGS YA TIENEN CASA o GOLFUS DE ROMA. En la segunda, solo o codirigiendo con su colega Norman Panama (otro de los buenos), ahí quedan para mi solaz EL BUFÓN DE LA CORTE, UN GRAMO DE LOCURA (probablemente mis favoritos de Danny Kaye), el singular LIL´ABNER, LOS HECHOS DE LA VIDA (toda una curiosidad con Bob Hope), LA DUQUESA Y EL TRUHÁN, el considerable y comprensible éxito –en España funcionó muy bien- UN TOQUE DE DISTINCIÓN y su secuela, UN TOQUE CON MÁS CLASE.
A BUONA SERA… le imprimió un ritmo muy ágil y ameno, características habituales en su impronta. Rodada en technicolor, logró aprovechar de manera vistosa los atractivos escenarios en los que transcurre su embrollada trama.
La historia de partida resulta ya desde guion simpática y resultona. Tres ex soldados yanquis regresan dieciséis años después a San Fiorino, un pueblecito italiano en el que vive una joven viuda que les cobijara en su momento y a uno de los cuales reclama la paternidad de su hija.
Los tipos en cuestión están encarnados por tres actores de lo más solventes y divertidos. En esta ocasión la mejor parte se la lleva el calvo Telly Savalas, inolvidable Kojak (piruleta incluida) televisivo. Phil Silvers, reconocible por sus particulares gafas, es otro de los “encausados”. El tercero en cuestión está encarnado por uno de los miembros de la célebre Pat Rack sinatriana, Peter Lawford, hijo de un héroe británico de la Primera Guerra Mundial y cuñado del mismísimo John Fitzgerald Kennedy. Sumen un cuarto elemento, francés, Philippe Leroy, en España muy conocido años más tarde –mediada la década de los 70-, por la popular serie SANDOKAN (con Kabir Bedi y aquél célebre grito de guerra que le espetara una fan española que tanto diera que hablar: “quiero un hijo tuyo”).
También asoman las gratísimas presencias de Lee Grant y de una jovencita Janet Margolin, como hija de la susodicha Mrs. Campbell, cuyo apellido está inspirado en las célebres latas del momento, pues no se le iba a poner señora Coca-Cola, que hubiera chirriado más.
Para situarles algo más, indicarles que esta película fue la base de un frustrado musical de 1979, CARMELINA. Pero justo treinta años después, una variante, MAMMA MÍA, cosecharía un importante y merecido éxito.
Hablando de música, atención a la banda sonora de Riz Ortolani y al tema principal, debido a Jimmy Roselli.
Entre sus reconocimientos y premios, figuran 3 nominaciones a los Globos de Oro (incluyendo el de mejor filme), otra nominación al mejor guion original del Sindicato de los mismos y el David Di Donatello a la mejor actriz (una talentosa y temperamental Lollobrigida).
Conservo un gratísimo recuerdo de la misma, pero he de hacer una obligada puntualización. No la he vuelto a ver desde una emisión en Televisión Española hace casi cuarenta años. El paso del tiempo bien pudiera jugarme una mala pasada, pero me da en la nariz que continúa siendo un burbujeante, refrescante y gracioso exponente del género.
José Luis Vázquez