viernes, 20 de junio
viernes, 20 de junio
Director: Christian Schwochow
Intérpretes: Carla Juri, Albrecht Schuch, Roxane Duran, Joel Basman, Stanley Weber, Michael Abendroth, Bella Bading, Laura Bartels, Guido Beilmann, Vera Lara Beilmann, Peter Brachschoss, Klara Deutschmann, Enrico Di Giovanni
Sinopsis: Alemania, principios del siglo XX. La joven artista Paula Becker está decidida a seguir sus propias normas. A sus 24 años rechaza las convenciones establecidas y explora su estilo único, mientras florece en la comunidad artística de Worpswede, donde entabla amistad con la artista Clara Westhoff y el poeta Rainer Maria Rilke. Al casarse con el también pintor Otto Modersohn, cree haber encontrado a su alma gemela creativa, pero cinco años destinados a la vida doméstica hunden el espíritu de Paula, así que decide viajar sola al bohemio París, donde se embarca en un largo y esperado periodo donde su imaginación culmina e intenta autorrealizarse. (FILMAFFINITY)
“Estoy deseando pintar con libertad” (Carla Juri)
Me causa fatiga esta nueva y más o menos reivindicativa biopic de una célebre figura femenina, una opción genérica que a lo que se ve que está erigiéndose en toda una tendencia en los últimos tiempos. Son numerosos los ejemplos que se podrían citar, desde VIOLETTE a esta, hasta la recién estrenada este mismo fin de semana MADAME BOVARY.
La mayoría de las últimas que he visto suelen tener procedencia europea y pese a mostrar habitualmente interés se ven lastradas por un ritmo a veces un tanto fatigoso, lindando con lo plomizo. Es el caso de esta aproximación a la tumultuosa y febril vida –personal, profesional- de la pintora alemana de comienzos del siglo XX Paula Becker, conocida como Paula Modersohn-Becker, por el primer apellido tomado del que sería su marido, perteneciente a su mismo gremio.
Miren, les voy a ser franco, no me voy a marcar el pegote de soltarles un rollo sobre alguien que francamente desconocía antes de ver esta película. Por supuesto, he acudido inmediatamente al Google y les podría destacar una serie de aspectos que ustedes mismos pueden tomarse la molestia de buscar si están interesados en la homenajeada. Resumiré diciendo que responde a los clichés de artista pionera en cuanto a derechos y tendencias. Unos la consideran como precursora expresionista, cuestión que contemplando sus pinturas tiene cierto sentido, y otros la sitúan en la órbita de verdaderos rupturistas, posimpresionistas, como Paul Cezanne. Francamente, lo mío no es la pintura aunque esté muy relacionado con el trabajo al que me dedico, y perderme en estas disquisiciones sería despistarles y hacerles perder a la vez su preciado tiempo.
Señalar también que se enfrentaría a todo y todos por una relativa emancipación a varios niveles. En su obra queda constancia formal de su inclinación por lo imperfecto, en contraste con esa armonía parece que pretendida por su director, el un tanto inane y también germano Christian Schwochow.
Les proporciono otro dato que igual pudiera ser de utilidad a algunos de ustedes. Perteneció a la colonia de Worspswede, aquella en la que figuraría su propio marido, el pintor paisajista Otto Modersohn, el poeta Rainer Maria Rilke, la esposa de este, Clara Westhoff.
Expuesta esa breve información, tengo que reconocer que no me vuelve loco precisamente esta esforzada propuesta, a la que reconozco cuidado ambiental y fotográfico, esmero, buenas intenciones, pero que se contagia de alguna que otra naturaleza muerta retratada. Y es que el cine alemán de los últimos años, siempre hay notables excepciones claro está, se caracteriza por una narrativa pesadota y gélida, que en tantas ocasiones me provoca un considerable aburrimiento. Aquí no es excesivo, pero algo de esto hay.
Lo único que realmente la redime de estos estándar habituales es la poderosa, la intensa interpretación de su protagonista, Carla Juri, elegida como una de las intérpretes del reparto de la esperada BLADE RUNNER 2047, secuela de la mítica BLADE RUNNER firmada por el apasionante Denis Villeneuve. Consigue hacer creíble a esta mujer que responde a tantos tópicos de las artistas malditas. Al menos es capaz de transmite las aspiraciones y frustraciones que embargarían en vida a una mujer que luchó tenazmente por su libertad y por su puesto en una sociedad fuertemente machista.
Me quedo principalmente con eso, también con una fotografía de obvia vocación pictórica, pues el resto aún con mostrar cierta pulcritud no me parece especialmente relevante, nada ya visto miles de veces y con más brío… y aunque me hubieran mentido más respecto a los hechos referidos. En cine no me importa tanto la verdad de las figuras reales como la verosimilitud con la que están expuestas.
Pasa nota por los pelos, pero desde luego, no es como para repetirla. Contemplada una vez es más que suficiente para nutrir un poco la cultureta general y tampoco mucho más. Paso palabra.
José Luis Vázquez
