lunes, 30 de junio

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Estreno en Royal City

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La bella y la bestia ()

Director: Bill Condon

Intérpretes: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Emma Thompson, Ewan McGregor, Ian McKellen, Kevin Kline, Josh Gad, Audra McDonald, Gugu Mbatha-Raw, Stanley Tucci, Hattie Morahan, Adrian Schiller, Chris Andrew Mellon

Sinopsis: Adaptación en imagen real del clásico de Disney "La bella y la bestia", que cuenta la historia de una joven que para salvar a su padre, decide ir a un castillo y quedar ahí atrapada junto a una bestia maldita. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Esta fastuosa secuela con personajes reales del célebre clásico animado no solo da justamente lo que promete sino que supone un entretenimiento familiar de primer orden. No otra cosa se podía esperar de la divina e incombustible factoría Disney, siempre un seguro de calidad. Y de la que tengo que reconocer que está resultando todo un acierto su empeño de los últimos tiempos de resucitar –inicialmente me mostré un tanto escéptico, debería haber mostrado más fe en quien casi nunca falla- en su aspecto humanizado algunos clásicos de la casa, como las estupendas ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, MALÉFICA, EL LIBRO DE LA SELVA y CENICIENTA, a las que viene ahora a sumar la que me ocupa.

Veinticinco años después de aquélla célebre versión (dirigida por Gary Trousdale y Kirk Wise con maravillosas canciones de Alan Menken aquí inteligentemente respetadas) y setenta de la espléndida aportación francesa de Jean Cocteau (existe otra de hace tres procedente del mismo país pero de escaso fuste, protagonizada por Léa Seydoux), esta nueva puesta al día barnizada adecuadamente con unos estupendos efectos digitales y una deslumbrante imaginería visual (basada en la ya creada) no solo no resulta perezosa o copiona sin más, sino que muestra un vitalismo y un dinamismo dignos de la mejor de las atenciones.

Fundamentados principalmente en unos brillantes números musicales, alguno de ellos sobrevuelan fugazmente las míticas coreografías geométricas de Busby Berkeley; también una utilización de la tecnología verdaderamente que no entorpece sino que apuntala la historia; una dirección artística apabullante (ese castillo congelado, ese candelabro o tetera que cobran vida) y unas interpretaciones de lo más apropiadas. Sobre todo la de Emma Watson, que se revela como una heroína muy siglo XXI, una joven inquieta, resolutiva, con mucha personalidad y voraz lectora. Una adelantada a su tiempo, vamos.

La actriz británica dota a su Bella de un innegable encanto y simpatía. Se mueve grácilmente y acompaña con donosura a la Bestia, es decir, a Dan Stevens. Los dos no dejan de ser en el fondo inadaptados de diverso signo.

A su alrededor, profesionales veteranos de primera categoría como Kevin Kline (el padre de la protagonista), Ian McKellen, Ewan McGregor, Luke Evans o Emma Thompson.

Creo que esta operación calculada con absoluta precisión pero con alma, corazón y vida propia, no resulta en ningún momento mimética pese a que copia casi literalmente la trama y los acontecimientos de su inspiradora. Y sí, vuelve a surgir de un conglomerado romántico y fantasioso pero sin perder un ápice de fascinación y ensoñación duradera.

Mostrando además una buena encarnadura dramática, en cuyos pliegues caben un elogio de la literatura y de los sueños, de la belleza interior, la amistad, los buenos sentimientos o del amor como elemento transformador y redentor.

Todo ello sin dejar de ser el cuento de hadas clásico de siempre, desde que lo concibiera como tal la pluma de la escritora francesa del siglo XVIII Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve según otras fuentes.

Supone otro impecable trabajo de dirección del muy buen cineasta neoyorquino Bill Condon, que ya había buceado en los intestinos del musical, aunque de otra manera claro, con DREAMGIRLS. Responsable también de las dos aportaciones más salvables de la saga CREPÚSCULO. Y de la incipiente e inquietante SISTER SISTER (su debut en 1987, es ya un veterano), de las muy curiosas DIOSES Y MONSTRUOS y KINSEY o de la reciente y deliciosa MR. HOLMES.

Es esa cita ideal para todo el mundo siempre que no se tengan excesivos prejuicios o remilgos –en este caso- benditamente sentimentalones. Una delicia.

José Luis Vázquez