jueves, 28 de marzo

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Sociedad

Calvo: "El Gobierno trabajará de manera intensa para recuperar la dignidad de las víctimas del franquismo"

La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha presidido el acto de entrega de declaraciones de reparación y reconocimiento personal a cuatro víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista.

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Pool Moncloa/J. M. Cuadrado

Son los primeros certificados de reparación que se entregan en esta legislatura, en la que "el Gobierno trabajará de manera intensa para recuperar la dignidad de las víctimas del franquismo", ha asegurado.

Un homenaje que se ha celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, en Valladolid, al que ha asistido también el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, y en el que ha intervenido el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo. Un acto emotivo, que en palabras de la vicepresidenta, "es para el Gobierno un acto de fortalecimiento importante de nuestra democracia".

Durante su intervención, Calvo ha puesto en valor esta entrega de reconocimientos como el punto de partida de un trabajo intenso por parte del Gobierno para recuperar la dignidad de las víctimas del franquismo. "Con esto no hacemos otra cosa que engrandecer y mejorar nuestra democracia. No puede haber justicia sin verdad y no puede haber paz sin justicia", porque, ha añadido, "no podemos ser una democracia cimentada sobre la desmemoria".

Carmen Calvo se ha dirigido a los familiares de los "cuatro hombres de los que hoy honramos su sacrificio y su memoria", destacando que como ciudadanos "les debemos estar eternamente agradecidos, porque ellos pagaron con sus vidas la defensa pacífica de la convivencia, las libertades, la paz como instrumento de comunicación, la crítica a todo tipo de totalitarismo, y la defensa de la democracia de la que ahora podemos disfrutar otras generaciones de españoles".

Ha agradecido además, el empeño de las familias durante años para "mantener viva la llama que permite ahora recuperar su buen nombre". "Son más de 40 años esperando y esto merece una gratitud a los familiares por parte de todos, porque habéis sido un pozo de épica sobre el que ahora se fundamenta la democracia consolidada y madura".

La vicepresidenta ha querido destacar que "no podemos seguir avanzando para las siguientes generaciones con miles de familias que todavía buscan a los suyos". En especial, ha dicho, "las personas más mayores que viven con el dolor de no ver alcanzado el recuerdo, la dignidad y la memoria restablecida de sus familiares.

En este sentido, los esfuerzos del Gobierno irán encaminados a "no ser una democracia con desaparecidos, con fosas comunes y con familias que no pueden recuperar a los suyos para despedirlos en paz", ha dicho Calvo, destacando que "estamos al inicio de cuatro años de legislatura para mejorar todos los elementos de la memoria democrática".

La vicepresidenta ha adelantado que habrá un plan de exhumaciones en todo el territorio y que la nueva Ley de Memoria pondrá además su mirada "en la pedagogía y la educación de lo que esto representa" para que llegue a los más jóvenes y sepan que "no sirve el odio, no sirve la venganza, solo sirve la capacidad de dignificar para que nunca más vuelva a ocurrir".

Una ley que llegará a las Cortes "no para abrir heridas, sino todo lo contrario, se trata de cerrarlas para siempre", ha dicho, pero es imposible "cerrarlas sin la verdad y sin la justicia".

Las declaraciones de reparación y reconocimiento personal han sido entregadas a los familiares de Calixto Carbonero Nieto, Aurelio García Valea, Florencio Moral Esteban y Saturnino Bilbao de Prada. En todos los casos está acreditado que los afectados padecieron persecución por razones políticas e ideológicas durante la Guerra Civil. En el caso de Florencio Moral Esteban, también durante la Dictadura.

Antes del acto, la vicepresidenta ha mantenido un breve encuentro con las familias de los cuatro.

Calixto Carbonero Nieto

De profesión viajante de comercio, fue condenado en noviembre de 1936 en Consejo de Guerra en Salamanca por el supuesto delito de rebelión militar a la pena de 30 años de reclusión mayor. Posteriormente, en 1938 fue condenado a la pena capital por Consejo sumarísimo de guerra por su supuesta participación el 22 de mayo de 1938 en una sublevación de presos en el penal de la fortaleza de San Cristóbal. Fue fusilado en la Ciudadela de Pamplona tres meses después.

Aurelio García Valea

En verano de 1936 ocupaba el cargo de gestor en el Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid) y al estallar la Guerra Civil hizo lo posible porque esa localidad se mantuviese fiel al orden constitucional. Fue condenado por estos hechos por Consejo de Guerra en octubre de 1936 a la pena de muerte por un supuesto delito de rebelión militar. Esta pena fue conmutada a reclusión perpetua, pero falleció finalmente por una endocarditis en la prisión central de Burgos, el 15 de mayo de 1939.

Florencio Moral Esteban

Fue soldado del Ejército de la II República desde 1932 y durante la Guerra Civil realizó abundantes misiones de espionaje y contraespionaje en el norte de Madrid y provincias limítrofes, llegado a ser apodado "el Murallas" por su capacidad de burlar a las fuerzas enemigas. Al concluir la guerra fue condenado en juicio sumarísimo a la pena de muerte por un supuesto delito de adhesión a la rebelión militar, pena que fue ejecutada en San Lorenzo del Escorial el 19 de abril de 1939.

Saturnino Bilbao de Prada

Fue juzgado y absuelto por un supuesto delito de rebelión militar en agosto de 1936 relacionado con la toma de la casa del pueblo de Valladolid, donde el afectado tenía el cargo de conserje y en la que se habían refugiado numerosos ciudadanos fieles al orden constitucional. Sin embargo, el 10 de abril de 1937 fue extraído de la "Cárcel de cocheras de tranvías" de Valladolid y ejecutado extrajudicialmente en el "pago del pescadero" en Laguna del Duero (Valladolid)".