Hungría aprovecha el COVID19 para retroceder en derechos y libertades y el PP Europeo no mueve ficha

A.M.P.- Organizaciones europeas de derechos humanos han denunciado que, a raíz de la situación que todos los países están afrontando por la pandemia del coronavirus, el líder del partido húngaro Fidesz y primer ministro, Viktor Orbán, tras hacerse con plenos poderes para gobernar a base de decreto sine die, haya presentado un proyecto de ley que privará a las personas trans del derecho a cambiar sus nombres legalmente y los marcadores de género.

No es la primera vez que Hungría salta a la prensa por posturas lgtbifóbicas de algunos de sus políticos, como tampoco es la primera vez que lo hace Fidesz. El partido de Orbán ya fue sido suspendido temporalmente hace unos meses del Partido Popular Europeo, grupo del  que forma parte, pero ni la CDU de Merkel ni el PP de Casado apostaron por ello. En la última misiva que los partidos del grupo han mandado al presidente del grupo pidiendo la expulsión de Fidesz del PPE tampoco se encuentra Casado. ¿A qué esperan los populares españoles para condenar la deriva antidemocrática de Orbán?

Retomando la ley, el partido conservador quiere evitar que transexuales y transgénero puedan emplear legalmente su nombre, puesto que será el sexo asignado en el momento de nacimiento el que prevalecerá, si la ley siguiera adelante. Junto a esto, CRD hemos podido conocer a través de comunicados de prensa de Rainbow Rose y LGBTI-Intergroup que esto está ocurriendo en el momento en que la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) comunicara que 23 personas trans no han podido actualizar sus documentos identificativos desde el 2018.

Aunque el gobierno de Orbán debería estar haciendo todo lo posible para resolver la crisis sanitaria, está intentando hacer que la situación de un grupo social ya difícil sea completamente imposible. Medios y organizaciones como Budapest Pride denuncian que la legislación es abiertamente discriminatoria contra las personas trans y contraria al artículo XV de la Ley Fundamental. Según el artículo 1 de la Convención "Hungría garantiza los derechos fundamentales de todas las personas sin discriminación alguna" y también contradice las decisiones anteriores del Tribunal Constitucional, según las cuales el cambio de género y nombre es un derecho humano fundamental para las personas transgénero.  Si se aprueba el proyecto de ley, el registro sólo atendería al sexo biológico de nacimiento e imposibilitaría el cambio de sexo y nombre. Un ataque al derecho a la identidad propia que refuerza en un país de la UE la discriminación contra las personas trans.

El Intergrupo LGBTI del Parlamento Europeo ha calificado la medida del gobierno húngaro de “un ataque deliberado en contra de la comunidad trans”; ILGA-Europe considera que “las medidas de emergencia no deberían ser exploradas para sortear decisiones de la corte”, y OII-Europe lo valora como “un acto hostil que se dirige a las personas trans, así como a muchas personas no binarias e intersex y reduce permanentemente sus derechos humanos”. La Comisionada de Derechos Humanos del Consejo de Europa también ha pedido al parlamento húngaro que no apruebe la disposición.

Por su parte, la presidenta de Rainbow Rose, Camila Garfias, ha manifestado que “cuando se desmantela la democracia, las minorías son siempre el primer objetivo de la política de derecha. Como sociedad, debemos unirnos en cada paso para destruir la libertad y los derechos humanos”.

Rainbow Rose mantendrá una reunión por videoconferencia con activistas el próximo miércoles 8 de abril para analizar cómo apoyar a la comunidad LGBTI en Hungría y garantizar que Orbán no pueda utilizar a las minorías como chivo expiatorio a la que invitan a participar a través de su web.