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Cine-TV

Mis 10 películas favoritas de Navidad

Por José Luis Vázquez

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Foto: Donna Reed y James Stewart en ¡Qué bello es vivir!/It's a wonderful life

“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de la Navidad” (Calvin Coolidge)  

“Nadie es un fracasado si tiene un amigo” (¡QUÉ BELLO ES VIVIR!)  

“-Mamá dice que cada vez que suenan unas campanillas un ángel ha ganado sus alas. –Es verdad cariño, es verdad, enhorabuena Clarence” (¡QUÉ BELLO ES VIVIR!)  

“Extraño ¿verdad? La vida de cada hombre toca muchas vidas, y cuando uno no está cerca deja un terrible agujero ¿no es cierto? Ya ves George, tuviste una vida maravillosa” (¡QUÉ BELLO ES VIVIR!)  

“¡Raptaré a Santa Clavos! (PESADILLA ANTES DE NAVIDAD)  

“Todo lo que hago es un error. Pues me da igual, al menos lo intenté” (PESADILLA ANTES DE NAVIDAD)  

“Querida mía, quiero estar contigo para contemplar la luna en todo su esplendor, sentarnos juntos, ahora y siempre porque yo sé que tú eres para mí y yo soy para ti” (PESADILLA ANTES DE NAVIDAD)  

 

Es curioso, o a lo mejor no tanto, soy agnóstico y adoro esta época del año conocida como Navidad. No la celebro especialmente, pero sí contiene varios aspectos que me encantan. Tal vez porque la asocio a mi verdadera patria, la infancia… y a inolvidables estados de ánimo y momentos de felicidad.  

Para mayor paradoja, me gusta sobre todo por aquellas cuestiones que a lo mejor no son las más destacadas por los demás -creyentes o no- o no se quieren reconocer como tales, creyentes o no, y precisamente por lo que a veces más se la echa en cara… Por las luces de colores, por la alegría de los niños, por el turrón Suchard, por el Corte Inglés, por el reencuentro con los amigos y alguna familia y por… las películas sobre este ambiente que nos pasan en televisión, hace ya décadas por la única cadena existente, y ahora por cualquiera que se decida a programarlas. Por supuesto, también por la solidaridad, esa que habría que practicar todos los días del año. 

Las hay variadas y de todos los pelajes. En una aplastante mayoría, las mejores son también norteamericanas, pero también se pueden encontrar estimulantes aportaciones francesas, españolas o italianas.  

Les presento mis diez favoritas de todos los tiempos, esas a las que volver a ellas en este tiempo me genera una inmensa dicha.  

 

1) ¡QUÉ BELLO ES VIVIR! (Frank Capra) (It´s a wonderful life) (USA, 1946)

La película de la Navidad por excelencia. La que con más intensidad y hondura refleja el llamado espíritu navideño. Creo que jamás se ha expresado mejor en una pantalla ese estado abstracto, intangible que supone la felicidad absoluta, en estado puro. La muestra de esta afirmación es ese plano final de James Stewart corriendo por las calles de su ciudad una vez recuperadas las ganas de vivir gracias a la intermediación del “querubinesco” ángel Clarence, necesitado de ganarse sus alas vía salvación de la vida de un hombre desesperado. Es la certificación de que nadie es un fracasado si tiene amigos. Trata sobre lo fundamentales que llegamos a resultar en la vida de los demás. Un reparto irrepetible y una dirección prodigiosa de Frank Capra, impermeable  al paso del tiempo, da como resultado una obra redonda, maestra que pareciera cincelada por el mismo Dios en el que ni creo ni dejo de creer, pero que me encantaría que si existiera se aproximara a esto.  

2) MUJERCITAS (Mervyn Le Roy) (Little women) (USA, 1949)

Esta es, tras ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!, la otra película felizmente inevitable sobre este tema que no ha podido faltar en los hogares españoles -ya ni les cuento norteamericanos- desde tiempo inmemorial. Desde aquel en que gozábamos de una sola cadena de televisión que nos la repetía invariablemente, año tras año, para disfrute de los que ya comenzamos a adorarla desde nuestra más tierna infancia. Esta adaptación, cuarta de las cinco existentes hasta la fecha (sexta con la de este mismo 2019), de la popular novela de Louise May Alcott es una deliciosa propuesta sentimental. Entrañable producción. Un canto a la familia, a la solidaridad, al sacrificio en el mejor sentido del término, a los buenos sentimientos, a la protección de los más débiles.  Así pues, de lo más apropiada para estas fechas. El discurso de Mary Astor a una de sus hijas sobre lo que espera de ellas en la vida o la despedida de la pequeña Margaret O´Brien son momentos emocionantes y perdurables que en esta época del año parece que se saborean mejor… o de una manera más especial.  

3) PESADILLA ANTES DE NAVIDAD (Henry Selick) (The Nightmare before Christmas) (USA, 1993)

Otra versión completamente diferente de la Navidad y no por el hecho de que sea animada. Es la apuesta amablemente irreverente sobre este tiempo de ese genio de la imaginación más desbordante, de la ilustración más envolvente,  del romanticismo más desesperado, de los diferentes, de los que también tienen todo su legítimo derecho a mostrar otros puntos de vista sobre este tiempo. Me refiero a Tim Burton… aunque quien la firmara en esta ocasión fuera su colaborador Henry Selick. Aquí ofreciendo una fantasía gótica deslumbrante, un cuento de horror poético sobre el rey de Calabazas, Jack Skellington, su singular relación con su amada la frágil Sally, el émulo profesor Finkelsein y un reino, Halloween, lleno de vitalidad. Una manera diferente de contemplar la Navidad extrayendo belleza de la fealdad, luz de la oscuridad. La obra cumbre del cine de horror animado –junto a LA NOVIA CADÁVER, de idéntico responsable- que entremezcla con espectacular talento parlamentos shakesperianos, el musical más tenebrosamente clásico, el melodrama dickensiano, los mitos del cine de la Universal, la estética expresionista y las historias a la inversa de Santa Claus.  

4) EDUARDO MANOSTIJERAS (Tim Burton) (Edward Scissorhands) (USA, 1990)

Una noche de Navidad es el detonante de uno de los cuentos más hermosos, por no decir el que más, que se hayan rodado jamás. Una anciana le cuenta a su nieta de dónde procede la nieve, a la vez, ajusta cuentas con su romántico y especial pasado. Otra de esas películas que no es necesario que transcurra en la Pascua para estar imbuida de su espíritu, aunque no sea precisamente esa la pretensión de su hacedor, el genial Tim Burton, sino la de legarnos una inolvidable y fascinante fábula, con ecos de PINOCHO y FRANKENSTEIN (lo que sirve para un precioso homenaje al un veterano Vincent Price), sobre la diferencia, la bondad, la belleza del alma, los sentimientos auténticos en detrimentos de la hipocresía y la intolerancia. Siempre que la reviso, asisto extasiado, entre la hipnosis y la emoción, a la increíble belleza de sus imágenes y a esas no menos increíbles y celestiales notas musicales de Danny Elfman. Triste y conmovedora, utiliza la estética gótica, la expresionista, la de casa de muñecas dando como resultado una obra maestra del cine moderno. Conmovedor Johnny Depp.  

5) DE ILUSIÓN TAMBIÉN SE VIVE (George Seaton) (Miracle on 34th Street) (USA, 1947)

Un clásico en toda regla del cine navideño, popularísima en su momento y un tanto caída en el olvido en la actualidad, y eso que en 1994 se efectuó  un “remake” en color, MILAGRO EN LA CIUDAD, que no estaba mal pero que fue incapaz de capturar la magia del original. Entretiene y emociona a partes iguales y en dosis muy elevadas. Está manufacturada en el mejor estilo hollywoodiense de la época. Y ofrece un reparto irrepetible, desde la pareja protagonista (Maureen O´Hara/John Payne con p), hasta los veteranos secundarios (Edmund Gwen, el de Calabuch, o Thelma Ritter) pasando por una descollante estrella infantil (una jovencísima y adorable Natalie Wood). Es la historia de un anciano que debe sustituir a un Santa Claus encargado de repartir juguetes en unos grandes almacenes… pero que alberga una sorpresa. Esta MILAGRO EN LA CALLE 34, tal es su título original, continúa resultando embriagadoramente entrañable.  

6) LOVE ACTUALLY (Richard Curtis) (Love actually) (USA-GB, 2003)

Constituyó el debut en la dirección del gran guionista de la comedia romántica de estos últimos 30 años, el inglés Richard Curtis. Un exponente que no renuncia a casi ninguno de los lugares comunes y a las claves del género en su registro más realista/estilizado, para obsequiarnos con un colorista, refulgente, luminoso, irresistible, encantador mosaico de gentes que van y vienen en fechas tan señaladas. Combina con maestría esta nueva entrega de vidas cruzadas. Una película que respira por doquier alegría, felicidad, diversión, humor blanco del bueno, contagiosa música y ganas de vivir. Formidable Billy Nighy en su papel del veterano rockero Billy Mack. Y siempre un seguro de vida Emma Thompson, Alan Rickman formando un matrimonio puesto a prueba, Liam Neeson (un padrastro viudo) o Colin Firth (el escritor).  

7) GREMLINS (Joe Dante) (Gremlins) (USA, 1984)

Bajo el auspicio del afortunadamente inevitable Steven Spielberg, el cineasta Joe Dante le daría la vuelta al calcetín a los tradicionales cuentos dickensianos de toda la vida. Los geniales e inefables monstruitos diseñados para la ocasión por el especialista Chris Wallas, no sólo interpretan villancicos con caras de buenos chicos sino que se abrían las gabardinas para mostrar al vecindario sus vergüenzas. Y no solo se dedican a destrozar en cuerpo y alma una ciudad por la que campan a sus anchas, sino que trituran en el mejor estilo palomitero centurias de clichés acumulados en torno a este tipo de historias, no sólo por el protagonismo de los bichos, sino porque la historia de la novieta del chico, Zach Galligan, resulta terrible. Pertenece a ese cine ochentero, del que lógicamente no éramos conscientes de su importancia -bueno, algunos lo reivindicamos desde su origen- y arraigo en ese momento, pero con el que los desprejuiciados y los que no nos identificábamos dentro de actitudes o corrientes sesudas o falsamente intelectualoides, que disfrutaba sin sonrojo ni complejo alguno.  

8) EL EXPRESO POLAR (Robert Zemeckis) (Polar Express) (USA, 2004)

Un prodigio, una verdadera preciosidad. Un extraordinario, mágico y animado viaje al país de los juguetes gobernado por Santa Claus. Basado en un famoso cuento norteamericano de Chris Van Allsburg, el nunca suficientemente ponderado Robert Zemeckis, creó un espectáculo visual inolvidable que incomprensiblemente no obtendría en taquilla el resultado esperado, pero que estoy convencido  que será un trabajo reivindicado con el paso de los años. Tiene imágenes y pasajes tan asombrosos como la llegada al Polo Norte o esa montaña  rusa ferroviaria. Otras virtudes: su decidida apuesta por la ensoñación y la ilusión, la divertidísima utilización efectuada del cuerpo de Tom Hanks y una magnífica banda sonora de Alan Silvestri.  

9) PLÁCIDO (Luis García Berlanga) (Plácido) (España, 1961)  

Bajo una festiva capa, una de las más demoledoras y feroces críticas contra ciertas prácticas caritativas esgrimidas en la España del momento. Aquello de “siente un pobre a su mesa”… aunque sea el día de Nochebuena, adquiere en manos de Berlanga una dimensión ácida y esperpéntica de elevadísimo voltaje. Cómo poder olvidar a ese formidable Cassen con ese motocarro que lleva la estrella de Belén o alojado en los urinarios públicos con su familia. Verdaderamente magistral. Una visión diferente, carpetovetónica, genial de la Navidad. Para mí, una de las diez mejores películas del cine español. 

10) DUBLINESES (John Huston) (The dead) (USA, 1987)

El testamento cinematográfico y personalísimo del grandísimo John Huston. Su despedida del mundo de los vivos, utilizando la paradójica y melancólica coartada de la Navidad para exponer una lúcida reflexión sobre la vida, la muerte, lo irrecuperable, el final de todo y la fugacidad de nuestra existencia. El ya casi agonizante cineasta tiró de lucidez, sinceridad y transparencia, dejando arrinconado cualquier atisbo de ampulosidad, algo en lo que precisamente nunca cayó a lo largo de su carrera. Además supongo que cuando ya se está viéndole el rostro a la Parca, uno se deja de inútiles accesorios, o al menos él así se manifestó. Una obra deslumbrante en su profunda y emotiva sencillez narrativa.  

 

Una mención especial para esa sensacional –desconocida hoy en día- comedia sentimental de Henry Koster titulada HABLAN LAS CAMPANAS, interpretada por Loretta Young y Celeste Holm en los papeles de dos adorables y tenaces monjas que tratan de conseguir un hospital para niños. Revisada hace escasamente dos semanas, podría figurar perfectamente en cualquiera de esos 10 puestos.  

Y como accésit, esa maravillosa secuencia de LA GRAN FAMILIA de Fernando Palacios (1962) en la que Chencho se pierde en la Plaza Mayor de Madrid el día de Nochebuena con un desesperado y ya afónico Pepe Isbert gritando incesantemente su nombre.  

Si apelo al registro humorístico, la secuencia de Adoración del Niño de la placentera LA TABERNA DEL IRLANDÉS de John Ford no tiene tampoco desperdicio.

Pero están también (según las voy revisando cualquiera podría acceder a los puestos más destacados): LAS CUATRO HERMANITAS, NAVIDADES BLANCAS, CUENTO DE NAVIDAD (Zemeckis), ALGO PARA RECORDAR, CITA EN ST. LOUIS, FELIZ  NAVIDAD, SMOKE, CENA DE NAVIDAD, FAMILY MAN, ¡MUCHAS GRACIAS, MR. SCROOGE!, CENA DE NAVIDAD (CHRISTMAS IN CONNECTICUT), EL HOMBRE QUE VINO A CENAR, MICKEY DESCUBRE LA NAVIDAD, UN PADRE EN APUROS, UNA NAVIDAD DE LOCOS, S.O.S. YA ES NAVIDAD, LA JOYA DE LA FAMILIA, COMO EN CASA EN NINGÚN SITIO, SOLO EN CASA, MILAGRO EN LA CIUDAD, NOCHE DE FIN DE AÑO, VAYA SANTA CLAUS, THE HOLIDAY (VACACIONES), SANTA CLAUS, ARTHUR CHRISTMAS. OPERACIÓN REGALO, SOBREVIVIENDO A LA NAVIDAD, BAD SANTA, HISTORIA DE NAVIDAD, LA MUJER DEL OBISPO, ELF, NO SOMOS ÁNGELES, SERENDIPITY, BATMAN VUELVE, UN CUENTO DE NAVIDAD, A CASA POR NAVIDAD, LOS FANTASMAS ATACAN AL JEFE, SOLO EN CASA 2: PERDIDO EN NUEVA YORK, EL GRINCH, FRED CLAUS, JACK FROST, EL DÍA DE LA BESTIA, CUENTO DE NAVIDAD (L. Marin), CUENTO DE NAVIDAD (Desmond Hurt), LAST CHRISTMAS… y un larguísimo etcétera.  

A todos los lectores de ciudadrealdigital.es y todas las gentes de buena voluntad… FELIZ NAVIDAD.