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Sociedad

El presidente García-Page presenta una España "cargada de fortalezas" que nos deben llevar a estar "relativamente serenos" de cara al futuro

El jefe del Ejecutivo autonómico ha señalado que "España ha presumido de ser el país más descentralizado y, si hemos llegado a la conclusión de que más descentralización ya no cabe, hay muy poco o nada que negociar con quien no le gustan ni siquiera estos niveles tremendos de descentralización"

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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha repasado hoy las principales fortalezas con las que cuenta España, un país que ha vivido en los últimos cuarenta años “los mejores de su historia”, a pesar de las dificultades con las que comenzó la Democracia,  y que “no puede dudar nunca” de lo que es, “una nación que no puede perderse en líos terminológicos”.
 
De esta forma lo ha señalado durante el ‘Desayuno Autonómico’ organizado por el diario ABC y el Grupo Vocento, un evento que este lunes ha protagonizado García-Page en la Iglesia Paraninfo San Pedro Mártir de Toledo ante más de 150 invitados, y en el que también ha participado el director de ABC, Bieito Rubido, y la directora territorial de Castilla-La Mancha del Banco Santander, Nieves Reina.
 
El presidente regional ha querido así lanzar un “planteamiento superador” y ha recordado que España es “uno de los mejores países para vivir”, por lo que ha animado a tener una “enorme autoestima colectiva”. A su juicio, “hay que hablar en positivo de España”, lo que no quiere decir que no existan problemas, pero es necesario identificar sus principales potencialidades “para estar razonablemente serenos” ante el futuro.
 
“Ante quien hace política desde el ruido y los decibelios, y busca una bandera o coartada para salirse del carril común, el resto tenemos que poner las cosas en sus sitio”, ha asegurado García-Page, quien ha identificado como primera fortaleza de España su pertenencia a Europa, “el contenedor perfecto para futuras generaciones”. Además, ha considerado, “lo que nos une hoy a toda la clase política española, desde los populistas hasta los hipercentrados, es que todos tenemos muy claro el agradecimiento al acierto español de entrar en Europa y de haber gestionado bien la energía que nos ha llegado desde allí”.
 
Asimismo, García-Page ha reseñado como otra fortaleza el inexistente “riesgo de revolución”, pues la economía de mercado como modelo “está perfectamente asentada en todas las formaciones políticas”. Una economía de mercado, ha añadido, “que está encontrando una vía para salir de la crisis, lenta pero más potentemente que otras” fórmulas.
 
Además, el presidente regional ha esgrimido la cultura española, que se encuentra en su momento de “mayor fortaleza” en el exterior, con 582 millones de personas en el mundo “que ya hablan español”, una expansión que además está “en crecimiento” constante.
 
Y a ello ha sumado la Constitución de 1978 como quinta y última fortaleza, una norma que está “trenzada” y que es “infinitamente más fuerte” de lo que se pueda imaginar. “Su fuerza radica en que es de las pocas constituciones que admite ‘caballos de Troya’ dentro, con partidos que se constituyen para acabar con ella desde dentro”, ha lamentado.
 
En este sentido, ha apuntado que “los mayores niveles de crecimiento” de España se han producido desde el comienzo de la Carta Magna, “y todo ello en medio de grandes tensiones como el terrorismo” y teniendo que reconsiderar la fórmula del Estado, “que resolvimos con una monarquía constitucional”, y con la descentralización, que se ha resuelto con las autonomías gestionando el 28 por ciento del gasto público.
 
“España ha presumido de ser el país más descentralizado y, si hemos llegado a la conclusión de que más descentralización ya no cabe, hay muy poco que negociar con quien no le gustan ni siquiera estos niveles tremendos de descentralización”, ha finalizado.
 
El error de cuestionar el Estado autonómico para atacar al independentismo
 
Por otro lado, el presidente castellano-manchego ha lamentado que haya quien “acabe renegando del Estado autonómico” para atacar al independentismo, una actitud que ha tachado de “negativa” y que considera “un error”, porque supondría “darle la razón por completo a un exceso evidente como es el independentismo, que nunca quiso el Estado autonómico".
 
En este sentido, ha asegurado que “nadie podría imaginarse cómo estaría este país” en distintos aspectos como democracia o cohesión social “si en la Constitución del ‘78 no se hubiese desarrollado el Estado autonómico. Tendríamos mucho mayor conflicto”, ha augurado.