domingo, 27 de abril

Ciudad Real

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Opinión

Nueva plaza de San Francisco

Artículo de opinión de Emilio Nieto López, Primer Decano de la Facultad de Educación UCLM

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Foto: miraquecosa.wordpress.com

Ciudad Real es la ciudad real por antonomasia porque fue fundada por el único rey del mundo que ostenta el título de Sabio, Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y por ende rey de Ciudad Real. También es la única ciudad de España donde la convivencia, entre moros, judíos y cristianos, configuró una estructura con tres barrios y con un entendimiento entre ellos casi pleno a pesar de los problemas planteados por los judíos, debido a los altos intereses que éstos exigían, en sus préstamos, a los cristianos.

Ciudad Real se ha ido configurando a lo largo de la historia de muy diferente forma, debido a esa estructura creada por el rey Alfonso al dotarla de murallas, más con un carácter de delimitación entre el campo y la ciudad que por el deseo de defensa con el mundo calatravo, aunque también sirvió para este menester en ciertos momentos de la historia. En estos momentos, no quiero entrar en el proceso seguido hasta su configuración actual, porque mi propósito es sencillamente aportar un grano de arena en el sentido ir acomodando todo lo posible la ciudad al bienestar de los ciudadanos que habitamos en ella sin perder su identidad histórica aunque ésta ya ha sido prácticamente triturada.

Somos conscientes de las barbaridades urbanísticas cometidas por nuestros dirigentes municipales a lo largo de muchos años, comenzando por la destrucción de las murallas y sus seis puertas, (solamente se conserva la puerta de Toledo) pasando por la pérdida del Corral de Comedias, situado en la calle el Jaspe, el Alcázar Real, la Sinagoga, el Palacio de la Inquisición y un largo etcétera que sería prolijo enumerar hasta llegar a mediados del siglo XX con el diseño de una ciudad sin encanto, sin historia, con calles estrechas, con fachadas la mayoría de ladrillo rojo, con una Plaza Mayor hecha de retales, sin ninguna proyección turística y todo esto porque ha primado el interés particular y el desinterés institucional hasta tal grado que la piqueta ha tenido la libertad de no respetar ningún monumento que pudiera hablarnos de nuestro pasado.

Esta es, en verdad , la ciudad que nos han ido forjando nuestros dirigentes municipales, eso sí votados por el pueblo, como debe ser en democracia, a pesar de no entender o no querer comprender que la ciudad se debe ir realizándose para que el ciudadano pueda vivir mejor, al mismo tiempo que se debe respetar la historia plasmada en las calles , plazas, monumentos y hasta en las aceras de la ciudad porque ésta debe estar siempre viva y dispuesta para ser acomodada de acuerdo a las necesidades de los que en ella quieren o deben vivir.

Poco nos ha quedado de aquella histórica ciudad cuya vida latía en la calles de los tres barrios judíos, cristianos y moriscos. Pocos monumentos han quedado en pie y poco podemos leer en ellos de su vida y de sus haciendas porque , de la noche a la mañana se ha construido una ciudad nueva con un traje viejo, unas calles ni anchas ni estrechas, unos edificios ni modernos ni antiguos, porque cada cual ha hecho sencillamente lo que le ha venido en ganas sin que la autoridad municipal pusiera algún reparo para crear una ciudad del siglo veintiuno donde pudieran convivir los vestigios de nuestros antepasados con la modernidad de las nuevas tecnologías urbanísticas, pero por desgracia para todos, eso no ha sido así y por el contrario se ha permitido sin más problemas que, para siempre, se enterraran nuestras galerías, verdaderas calzadas bajo tierra, como si de catacumbas se tratase. que comunicaban entre sí los edificios eclesiásticos más relevantes, algunos historiadores cuentan que estas galerías llegaban hasta el Cerro de Alarcos, partiendo del Alcázar Real, ubicado en la zona del Torreón del Alcázar. Que la piqueta haya borrado, prácticamente todo nuestro posible legado cultural es un hecho incuestionable.

Claro, hablar de propuestas urbanísticas es como echar leña al fuego de la ignorancia o del atrevimiento y más si éstas son pensadas por alguien que no dirige los asuntos urbanísticos municipales y que las plasma en una conversación de bar o de grupo de amigos. ¿Pero a nosotros nos van a enmendar la plana de la sabiduría? ¿Acaso alguien conoce mejor nuestra ciudad que los que la dirigimos? Puede ocurrir, y ocurre muchas veces que tenemos delante de nosotros algo verdaderamente bueno pero no somos capaces de verlo y esto puede que ocurra con la Plaza hoy llamada de San Francisco en la que se ubica uno de los edificios más notables de la ciudad, Convento de Carmelitas Descalzas, y Frailes Observantes, Hospital de San Juan de Dios, Hospicio Provincial bajo la advocación de San José, Hospital Militar en tiempos de una de las Guerras Carlistas, Escuela Normal de Maestros, Hogar Provincial y actualmente Residencia Universitaria Santo Tomás de Villanueva y C.P. Santo Tomás de Villanueva con 16 unidades. En esta plaza se situaron los refugios antibombas en la guerra civil, de tal manera que algunos aseguran que hay muchos puntos de ella totalmente horadados y huecos.

A la plaza, si a este conglomerado de calles, jardines, rotondas y demás elementos urbanísticos se le puede denominar con el nombre de plaza, acceden cinco calles de la capital, la mayoría de ellas para salir por la calle Granada a la Ronda del mismo nombre, de doble circulación, previamente obligados a circunvalar una rotonda colocada en el centro de la plaza. Es uno de los puntos negros de la ciudad debido a la acumulación de estudiantes que acuden al Instituto Santa María de Alarcos, al C.P. Santo Tomás de Villanueva y a la parada de autobuses, lo que origina todas las mañanas colapsos de coches y de personas.

La propuesta es muy sencilla y viable para coches y personas y consiste en convertir toda la llamada plaza de San Francisco en una gran rotonda y dejar el centro para uso de peatones, jardines, veladores etc. e instalar en el centro un monumento en honor de todos los huérfanos que han pasado por el hospicio. De esta forma, tal como ocurrió en la plaza de la Provincia, el monumento sirve de rotonda; claro está que la plaza de San Francisco es muchísimo mayor y su uso puede ser muy diferente y variado.

En definitiva se trata de organizar lo que está desorganizado y dar visibilidad a un espacio público, hoy mal invadido por el coche, y generador de atascos continuos que perturban a todos los ciudadanos de la zona y a todos los que diariamente tienen que acompañar a sus hijos al colegio. Es un gran espacio público, que a pesar de haber sufrido diferentes remodelaciones, nunca se hizo un planteamiento general de la plaza porque siempre se optó por el parcheo y por la solución inmediata como ocurre actualmente con el arreglo de muchas calles de la ciudad.

Decía que esta Ciudad Real, luchadora siempre con algunos pueblos de la provincia ( Almagro, Valdepeñas, Alcázar de San Juan, Puertollano) por ser la capital de la provincia debe estar siempre vigilante y en movimiento para crear una ciudad limpia, saludable y especialmente preparada para que los ciudadanos podamos vivir con mayor bienestar y seguridad. Si los impuestos inmobiliarios (IBI) son los más altos de la región se debería, al menos notar que éstos sirven para algo más que, por ejemplo, para llenar dos días la capital de todos los borrachos de España porque se celebra un día tan especial e histórico como es el día de la Pandorga que poco tiene que ver con ese despropósito ya muy notable en todo el país.

Todos sabemos que se puede avanzar y que las propuestas ciudadanas se deben, al menos, estudiar y considerar porque no siempre las ideas provienen de los que gobiernan, a veces los menos son más