domingo, 6 de julio

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Sociedad

La procesión del Resucitado en La Solana pasará a la historia

El Cristo Resucitado de La Solana le fallaba la sujeción a la carroza teniendo que ser sujetado por dos directivos de las Cofradías durante todo el transcurso de la procesión

Imprimir noticia

La última de las procesiones de la Semana Santa solanera contó con sol en el cielo y caramelos para endulzar a los muchos asistentes al encuentro primero y a la procesión después, dando fin así a una Semana Santa en la que la lluvia estuvo presente el domingo de Ramos y el Viernes Santo.

Una procesión que pasará a la historia de la Semana Santa local por la anécdota ocurrida al tener que sujetar la imagen del Resucitado dos directivos que tuvieron que subir a la carroza, al fallar la sujeción y estar a punto de caerse la imagen, por lo que tuvieron que realizar el resto del recorrido agarrándola.

Tras la celebración de la Vigilia Pascual en los diferentes templos y las misas del domingo, se celebró el tradicional encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen de los Campanillos en el centro de la Plaza Mayor, completamente abarrotada de pequeños y mayores.

Poco antes de la una del mediodía salieron de la parroquia de Santa Catalina los pasos de Jesús Resucitado, que se colocó en el ángulo de la Plaza Mayor cercano al Ayuntamiento, mientras que la Virgen era ubicada en el lado contrario, cerca de la denominada Lonja de la Iglesia.

Los dos pasos corrieron, haciendo las tres cortesías o paradas que establece la tradición, hasta encontrarse en el centro de la Plaza. En ese momento suena el Himno Nacional y los directivos de las diferentes cofradías y hermandades de Semana Santa comienzan el lanzamiento de caramelos y otros dulces.

Seguidamente comenzó el desfile procesional que encabeza la cruz parroquial, seguida de la carroza de Jesús Resucitado, la Banda Municipal de Música de La Solana, que a lo largo de todo el recorrido interpreta alegres pasodobles, mientras que los directivos cofrades no paran de lanzar los caramelos, antes conocidos como aleluyas a las numerosas personas que ocupan las calles, cerrando el cortejo procesional la Virgen de los Campanillos, párroco de Santa Catalina y autoridades locales con el alcalde Luis Díaz-Cacho.