Cultura
La Obra
La acción transcurre en Sevilla, en torno a 1545, a finales del reinado de Carlos I. La primera parte (dividida en cuatro actos) sucede en una única noche. La segunda (dividida en tres), cinco años después y en otra noche también.
Primera parte
Don Juan apuesta con Don Luis que le quitará a su prometida, Doña Ana de Pantoja, y que además conquistará a una novicia. Al oír el desafío, el comendador Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Inés, que llevaba en un convento desde su infancia y estaba destinada a casarse con Don Juan, deshace el matrimonio convenido.
Por la noche, Don Juan seduce a Doña Ana haciéndose pasar por su prometido. Después, escala los muros del convento donde está encerrada Doña Inés y la rapta. Don Juan y Doña Inés se enamoran locamente.
Don Luis y Don Gonzalo se enfrentan al protagonista en un duelo y mueren, por lo que Don Juan tiene que huir a Italia.
Segunda parte
Cinco años más tarde, Don Juan regresa a Sevilla y visita el cementerio donde está enterrada Doña Inés, que murió de amor. Doña Inés también ha hecho una apuesta, pero con Dios: si logra el arrepentimiento del joven, los dos se salvarán pero, si no lo consigue, se condenarán eternamente.
Ante la tumba de Don Gonzalo, Don Juan invita al comendador a cenar y éste lo invita a su vez a compartir la mesa de piedra con él en el panteón.
Cuando el espíritu del Comendador está a punto llevarse a Don Juan al infierno, Doña Inés interviene y le ruega que se arrepienta. La joven gana la apuesta y los dos suben al cielo rodeados de cantos e imágenes celestiales.
A diferencia de Tirso y de Lorenzo da Ponte (sobre cuyo libreto había compuesto Mozart su ópera Don Giovanni), Zorrilla salva de la condenación a su personaje, haciendo que sea “el Dios de la clemencia el Dios de Don Juan Tenorio”.
El Mito de Don Juan Tenorio
El seductor en esencia pura: romántico, canalla, irresistible. Capaz de cualquier locura por conseguir el favor de una mujer, pero una vez la ha conquistado pierde el interés y centra su atención en otra. No es que no ame; es que lo hace a su manera, y desde luego nunca con fidelidad. Don Juan es todo pasión, y eso le da audacia para saltarse cualquier norma, legal o ética. El "burlador" de Sevilla es capaz de seducir a una mujer por pura diversión o por una apuesta. El ejemplo más claro, la novicia doña Inés.
El mito de Don Juan fue inmortalizado por Don José Zorrilla en su obra “Don Juan Tenorio” en 1.844, que fue desarrollado con anterioridad por Tirso de Molina en su famosa obra "El burlador de Sevilla", 1630. Este mito sigue vivo y está presente en la mente de nuestros visitantes y de manera especial en cada esquina del Barrio de Santa Cruz.
Leyendas de Sevilla: En esta esquina del Barrio de Santa Cruz, Don Juan Tenorio y Doña Inés de Ulloa, vivieron parte de su historia de amor imposible. Se encuentra entre la Plaza de Doña Elvira y la Plaza de los Venerables.
Don Juan Tenorio se desarrolla en Sevilla, hacia 1.545 y es la obra dramática más popular y más veces representada en España, tradicionalmente se representa en la Fiesta de los Fieles Difuntos (2 de Noviembre).
La figura de Don Juan se muestra gallarda en un escultura instalada en la Plaza de los Refinadores, una figura inmortal y que a veces es encarnada por algunos sevillanos.
Sobre Don Juan...
Del mítico Don Juan hay quien dice que pudo haber nacido en el Barrio de Santa Cruz, enla señorial casa sevillana de la calle Justino de Neve, 2, hoy ocupada por un prestigioso restaurante que hace esquina con la Plaza de los Venerables y frente al Hotel 2* Hostería del Laurel, muy cerca de donde se dice pudo haber nacido Doña Inés, la Plaza de Doña Elvira.
Se considera a Miguel de Mañara la persona en que se inspiró Zorrilla al crear al legendario personaje "Don Juan Tenorio", y es asimismo cierto que su vida guarda gran paralelismo con el mítico "Don Juan". Mañara fue "Hermano Mayor" del Hospital de la Caridad, contribuyendo a una importante mejora y ampliación de las practicas caritativas de la orden.
Sobre la obra literaria y la figura mítica de Don Juan se ha escrito bajo todos los puntos de vista y para todos los gustos y ha inspirado, entre otros, a Mozart en su “Don Giovanni”; ;a Moliere en “Don Juan ou le festin de Pierre”;......
Sobre Doña Inés...
El tema de Don Juan Tenorio fue en primer lugar desarrollado por Tirso de Molina en su famosa obra “El Burlador de Sevilla”, 1630, y en ella la figura de Doña Inés se llama Doña Ana de Ulloa.
En realidad existió una familia Ulloa en Sevilla en el siglo XVI y puede que alguna dama se llamara Doña Inés de Ulloa, que inspirara al autor.
El amor que todo lo puede, salva al infame Don Juan de las puertas del infierno, tras arrepentirse con la ayuda de Doña Inés de su mala vida, diciéndole en su aparición:
“Yo mi alma he dado por ti,
y Dios te otorga por mí
tu dudosa salvación.
Misterio es que en comprensión
no cabe de criatura:
y sólo en vida más pura
los justos comprenderán
que el amor salvó a don Juan
al pie de la sepultura.”
Plaza de Santa Marta en Sevilla, un remanso de paz junto a la Catedral.
Un espacio que se esconde junto a la catedral y el Palacio arzobispal y al que se sólo se asoma la Giralda.
Naranjos, buganvillas y gitanillas y el aroma de los jazmines o las damas de noche habitan este lugar.
La leyenda dice que aquí fue donde don Juan Tenorio raptó a doña Inés.
Desconocida incluso para muchos sevillanos, la Plaza de Santa Marta (quizás fuera mejor llamarla Placita) es un remanso de paz en medio del bullicio de la ciudad de Sevilla. El lugar donde, según la leyenda, Don Juan Tenorio raptó a doña Inés. Un espacio que se esconde junto a la catedral y el Palacio arzobispal(dos de los monumentos más visitados) y al que se sólo se asoma la Giralda.
Preside su centro una cruz de piedra sobre pedestal, procedente del antiguo hospital de San Lázaro, obra de Diego de Alcaraz en 1564.
Unos pocos naranjos, algunas buganvillas y gitanillas y el aroma de los jazmines o las damas de noche habitan este lugar oculto de las miradas, coqueto en la modestia de su empedrado y sus paredes blancas, apacible para el caminante cansado, romántica donde robar un beso furtivo… Quizás uno de los rincones más encantadores de Sevilla.
El angosto callejón de Santa Marta nos acerca hasta esta placita que no tiene más salida que el mismo paraje por el que se entra. Pasear por él es como adentrarse en otro tiempo. La plaza es uno de los pocos restos que quedan del antiguo hospital de Santa Marta, fundado en 1385.
Preside su centro una cruz de piedra sobre pedestal, procedente del antiguo hospital de San Lázaro, obra de Diego de Alcaraz en 1564.
EL MITO
La leyenda dice que esta placita fue testigo del diálogo entre don Juan y doña Inés en la obra Don Juan Tenorio de José Zorrilla:
Inés. ¿Qué es esto? Sueño..., deliro.
Juan. ¡Inés de mi corazón!
Inés. ¿Es realidad lo que miro, o es una fascinación...? Tenedme.... apenas respiro...Sombra.... huye por compasión. ¡Ay de mí...!
(Desmayase DOÑA INÉS y DON JUAN la sostiene. La carta de DON JUAN queda en el suelo abandonada por DOÑA INÉS al desmayarse.)
Brígida. La ha fascinado vuestra repentina entrada, y el pavor la ha trastornado.
Juan. Mejor: así nos ha ahorrado la mitad de la jornada. ¡Ea! No desperdiciemos el tiempo aquí en contemplarla, si perdernos no queremos. En los brazos a tomarla voy, y cuanto antes, ganemos ese claustro solitario.
Brígida. ¡Oh, vais a sacarla así!
Juan. Necia, ¿piensas que rompí la clausura, temerario, para dejármela aquí? Mi gente abajo me espera: sígueme.
De Doña Inés de Ulloa…
Hay quien dice que pudo haber nacido en el Barrio de Santa Cruz, en la típica Plaza de Doña Elvira, concretamente en la casa rotulada con el nº 6, hoy ocupada por un conocido restaurante.
Don Juan dice de Doña Inés:
"era la luz de donde el Sol la toma
hermosísima paloma
privada de libertad"
El tema de Don Juan Tenorio fue en primer lugar desarrollado por Tirso de Molina en su famosa obra “El Burlador de Sevilla”, 1630, y en ella la figura de Doña Inés se llama Doña Ana de Ulloa.
En realidad existió una familia Ulloa en Sevilla en el siglo XVI y puede que alguna dama se llamara Doña Inés de Ulloa, que inspirara al autor.
El amor que todo lo puede, salva al infame Don Juan de las puertas del infierno, tras arrepentirse con la ayuda de Doña Inés de su mala vida, diciéndole en su aparición:
“Yo mi alma he dado por ti,
y Dios te otorga por mí
tu dudosa salvación.
Misterio es que en comprensión
no cabe de criatura:
y sólo en vida más pura
los justos comprenderán
que el amor salvó a don Juan
al pie de la sepultura.”
Convento de la Encarnación (popularmente Convento de Santa Marta)
El mito nos dice que es el Convento donde estaba en clausura doña Inés de Ulloa.
El Convento de la Encarnación, de religiosas Agustinas, se encuentra en la Plaza Virgen de los Reyes, pórtico del Barrio Santa Cruz, y es conocido popularmente como el Convento de Santa Marta, ya que está situado sobre los terrenos del antiguo Hospital de Santa Marta, fundado por Fernán Martínez en 1.385 y cedidos por el Obispo Cienfuegos a dicha Comunidad.
Del antiguo hospital se conserva en muy buen estado la iglesia que mantiene el aspecto propio del mudéjar del siglo XIV y donde se venera a Santa Marta, Patrona de la Hostelería.
Merece la pena visitar la primorosa capilla, le sorprenderá respirar su paz, junto al bullicio exterior, y se extasiará con su belleza, a veces acompañada de los dulces cantos de las religiosas.
También del antiguo edificio queda una recoleta plaza situada detrás del convento y con entrada al comienzo de la calle Mateos Gago llamada Plaza de Santa Marta, un lugar casi desconocido incluso para muchos sevillanos y que resulta ser uno de los rincones más encantadores de Sevilla.
La parte más interesante del edificio la constituye la torre, que posiblemente estuviese integrada dentro del sistema defensivo almohade, indicado por la decoración de sus vanos, fechándose por tanto a mediados del siglo XII.
La leyenda dice que los personajes de la obra todavía se esconden por el cementerio de San Fernando de Sevilla en una escultura que se llama la celosa, que representa a doña Inés en busca de don Juan unos amantas que a pesar de los años todavía inmortales.