Sociedad
Dentro de los actos previos a la Pandorga, este lunes se ha desarrollado en los Jardines del Prado un emotivo Taller de la Seguidilla, en el que decenas de niños y niñas han podido dar sus primeros pasos en el baile más representativo de la tierra. Esta iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Ciudad Real, ha contado con la participación activa de María José Melero, además del Grupo Mazantini y la Asociación de Coros y Danzas Nuestra Señora del Prado, que han puesto su experiencia al servicio de los más jóvenes.
La concejal de Festejos, Mar Sánchez, ha querido acompañar la actividad y destacar la necesidad de incorporar a la infancia a las tradiciones populares para garantizar su continuidad. En su intervención, ha recalcado el valor de transmitir el folclore de generación en generación, poniendo especial énfasis en que “el conocimiento temprano de nuestras raíces es clave para fortalecer el arraigo cultural y el sentimiento de pertenencia”.
Desde la Concejalía se ha apostado por invitar a las escuelas de verano a este tipo de eventos con el objetivo de hacer accesible el patrimonio inmaterial a las nuevas generaciones. El trabajo de María José Melero ha sido especialmente reconocido por su capacidad para conectar con los niños a través de la danza tradicional, dentro de un ambiente dinámico y pedagógico.
Aprendizaje de los bailes y costumbres típicas manchegas
Sánchez ha agradecido la implicación de los grupos participantes, recordando que tanto Mazantini como Virgen del Prado colaboran también durante el curso escolar con centros educativos, promoviendo el aprendizaje de los bailes y costumbres típicas manchegas. Ha señalado que todos los esfuerzos están dirigidos a un mismo fin: asegurar que la Pandorga no se limite al recuerdo, sino que siga viva en la experiencia de quienes la celebran desde la infancia.
El taller, que ha contado con la limoná de la Hermandad de Pandorgos, y la presencia de pandorgos y dulcineas, ha servido como punto de encuentro entre la tradición y el futuro, en un formato pensado para disfrutar, compartir y aprender. Con iniciativas como esta, Ciudad Real reafirma su compromiso con la cultura popular, proyectándola hacia el mañana con pasos de seguidilla y manos entrelazadas.