Sociedad
La Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real ha convocado hoy un minuto de silencio en recuerdo de María del Rocío, de 55 años, asesinada en Huelva, y de Miriam, de 36 años, asesinada en Haro (La Rioja), víctimas de la violencia de género.
El subdelegado del Gobierno ha condenado de manera rotunda estos asesinatos y ha recordado que, con estos dos crímenes, son ya 11 las mujeres asesinadas en lo que va de año. Además, ha lamentado que 88 niños y niñas han quedado huérfanos como consecuencia de esta violencia en 2025.
Desde que existen registros, 1.305 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en España, dejando 477 menores huérfanos. “Cada nombre nos dice que tenemos que actuar, porque nuestra sociedad no puede ser completamente democrática mientras siga existiendo esta violencia”, ha subrayado Broceño.
Necesidad urgente de sensibilizar
David Broceño ha alertado de la necesidad urgente de sensibilizar especialmente a los jóvenes. Ha citado datos recientes de una macroencuesta realizada por la Fundación Atenea 3 y la Fundación Mutua Madrileña, según los cuales uno de cada cuatro jóvenes de entre 16 y 21 años considera que insultar o agredir a la pareja no constituye violencia de género, y uno de cada diez cree que no se puede hacer nada para erradicarla.
Ante estos datos, Broceño ha hecho un llamamiento a la acción: “Claro que se puede evitar. La violencia de género es fruto de la desigualdad y de una violencia machista estructural, y desde la educación y la sensibilización podemos y debemos actuar”.
El subdelegado ha recalcado que la educación en igualdad no puede recaer únicamente en las escuelas, sino que debe ser también responsabilidad de las familias y del conjunto de la sociedad. “Debemos dejar de normalizar las conductas de control y violencia. Cada empujón, cada insulto, no son algo sin importancia: son la antesala de los asesinatos que lamentamos hoy”, ha concluido.
David Broceño ha reafirmado el compromiso del Gobierno de España en la lucha contra esta lacra y ha pedido la implicación de todas las instituciones y de la ciudadanía para erradicarla definitivamente.