El hijab, un código de vestimenta femenina islámica en plena sociedad occidental

Libertad religiosa, principio de igualdad, choque cultural, choche constitucional, estas son muchas de las reflexiones que nos hacemos en un país occidental, en plena democracia donde no se ha desarrollado un ley para restringir los símbolos religiosos en lugares públicos

P.M.M.C. Experto universitario en seguridad y defensa.- Nuestra Constitución es clara cuando define el principio de igualdad como ausencia de discriminación, por lo tanto aquí está la clave, es la mujer quien tiene que tener la libertad de decidir si quieres vestir con esta prenda islámica, ya que en un Islam más integrista y radical “la voz de la mujer no debe oírse”, por ello en Europa hay que velar por una integración en donde el Islam este acorde con el ordenamiento constitucional y de las costumbres españolas y europeas, de aquí también aunque es otro debate la importancia de tener una misma constitución para toda la Unión Europea.

Últimamente muchas jóvenes musulmanas en España youtubers hablan de su día a día en el país, de cómo vestirse, de incluso maquillarse, y alguna de ellas como Ramia Chaoui es invitada por la Comisión Europea para abrir una reunión calificada de “alto nivel”, son un ejemplo para abrir las puertas a otras jóvenes, y mostrarles que en un país de libertades, ellas; y solo ellas tienen que ser las que tomen las decisiones de si llevar o no hijab.

También quiero destacar la opinión de la bloguera musulmana que reside en Toledo Fátima Ezzahra, que en su blog ha escrito su propia experiencia en un artículo, “Hiyab, es tú elección”, recordando que ella hasta los 19 años no se puso el hiyab, pero siempre desde la plena libertad y capacidad de elección, no puede haber imposición porque es algo espiritual entre tú y Díos, por lo tanto tú decides si quieres rezar, hacer el ramadán, llevar el velo, el problema es cuando el hombre quiere dominar la cultura aunque “gracias a Dios esto está cambiando”, también en la actualidad está surgiendo un nuevo fenómeno de mujeres que llevan el hijab no por lo espiritual si no por moda, porque lo encuentran cool, Fátima Ezzahara es una mujer luchadora en el día a día, su blog, su Instagram y sus experiencias son un ejemplo para otras jóvenes, y esperemos que en las propias Mezquitas se quiten los miedos, y se abran para que mujeres así puedan asumir las responsabilidades de primer nivel.

El hijab; ¿es una orden directa de Dios a la mujer? o ¿una orden machista de la imposición del hombre hacia la mujer?, aquí está el debate ya que hay comunidades que lo ven como una exigencia, aunque entre las nuevas generaciones tienen claro que es una decisión libre e individual, es muy habitual que llegados a este punto los eruditos del islam hablen de choque cultural, cuando en realidad lo que hay detrás es machismo e imposición, rozando la línea radical del integrismo religioso.

Para ser claros el hijab expresa una identidad sexual, ósea sexista, se “exige” tolerancia a las diferentes culturas y religiones, pero me pregunto cómo se puede tolerar desde un país democrático que a mujeres y hombres se les exija diferentes cosas desde la cuna, fundamentalmente para no perturbar la paz sexual masculina, por ello llamar religión a la ideología del velo sería un insulto al Islam en países como España.

Seguro que después de estos párrafos alguien piensa en el recurso ligústico de la “islamofóbia”, pero esto va de libertad: de la libertad de elegir la vestimenta, sin la imposición de nadie, y surgen una infinidad de reflexiones que en un futuro nuestro país debería regular, ¿tiene derecho una persona trabajar en la empresa privada de cara al público con hijab?, y si es funcionaria pública, e ir al colegio, e instituto o universidad, son muchas las preguntas , que legalmente no podemos dar respuestas, aunque si es cierto que algún ayuntamiento en relación con el burka ha desarrollado alguna ordenanza, también alguna comunidad autónoma en referencia al velo en los colegios, pero no hay un criterio claro ni transparente por parte del Estado.

La semana pasada Holanda se sumaba a otros países europeos que prohíben el velo integral, comenzó Francia, quien restringió los símbolos religiosos en los lugares públicos a pesar de ser un país de la Unión Europea que tiene el mayor número de musulmanes, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2017 avaló la prohibición de la prenda islámica en las empresas, siempre que las normas internas comprendan cualquier símbolo religioso, filosófico o político, y no solo a aquellos de una confesión particular.

A pesar de las leyes u opiniones de las nuevas generaciones, también han surgido entre las musulmanas un movimiento de defensa del uso libre del hijab como por ejemplo organizaciones Protect Hijab, en Reino Unido, o incluso en grupos de Facebook , y rechazan la legitimidad de los gobiernos europeos para prohibirlas, aunque aquí también se podría hablar de seguridad ciudadana, si hay un problema en el momento de identificar a la persona, aunque lo bonito de la Europa de las libertades es que ellas elijan llegada la edad si ponerse el pañuelo.