Política
08/02/2019
Casado y Rivera quieren tensionar y crispar a la sociedad tergiversando la realidad del diálogo abierto en Cataluña, pero de una manera muy burda y exagerada. Teatralizando. Y lo que es peor, pretenden para ello engañar y utilizar políticamente a los ciudadanos. Estamos seguros de que su irresponsabilidad les pasará factura.
La convocatoria de manifestaciones nos recuerda aquellas que la derecha organizaba cuando un Gobierno socialista trabajaba para acabar con el terrorismo en España, con la única intención de desgastarlo y hacerlo fracasar. Unas movilizaciones con las que también intentó frenar avances sociales como el matrimonio entre homosexuales. Si entonces utilizaron la lucha antiterrorista, ahora se inventan una humillación del Estado que no es tal. La irresponsabilidad de Casado y de Rivera no tiene límites.
❌Como #LaVOXdesuamo Casado y Rivera tensionan y crispan la sociedad. Tergiversan la realidad del diálogo abierto en #Cataluña. Descalifican al Gobierno, engañan y utilizan a la ciudadanía. Se esconden detrás de una pancarta. ¿Y las propuestas, pa´cuando?https://t.co/3280UDSIMT pic.twitter.com/svsL3E6yOt
— PSOE (@PSOE) 6 de febrero de 2019
Rivera y Casado han cruzado una peligrosa línea, agitan una y otra vez la cuestión catalana porque creen que les beneficia electoralmente. Quienes carecen de sentido de Estado y están dispuestos a utilizar un conflicto territorial para dañar la estabilidad política del país no son merecedores de gobernarlo.
Lo más grave que le ha ocurrido a nuestra democracia tras el 23-F es la convocatoria de un referéndum ilegal en Cataluña. ¿Quién estaba en el Gobierno? El PP. ¿Y qué postura adoptó entonces el PSOE? La de estar al lado del Gobierno en la defensa del Estado y de la legalidad, sin airear las críticas que sin duda podía haberle hecho.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, explicó este miércoles que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se mueve en el terreno de “la ley y el diálogo” en el marco de la Constitución para encontrar una solución a una situación “complicada, enquistada y radicalizada” en Cataluña. Calvo detalló que existirán dos espacios de diálogo: la comisión bilateral, recogida en el Estatut, donde participan el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat, y una mesa de partidos en Cataluña. Estos acuerdos para organizar el diálogo son fruto de la Declaración de Pedralbes, suscrita el pasado 20 de diciembre.
La también ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad recordó que la “herencia” que recibió el Gobierno de Sánchez es complicada, puesto que “en 2011 el voto independentista no llegaba al 10%”, mientras que cuando el PP salió del Gobierno había ascendido hasta el 47%. “Hay una situación muy complicada, en extremos inaceptables, y este Gobierno asume sus responsabilidades”, apuntó la vicepresidenta, que subrayó la necesidad de “recomponer espacios de diálogo, coordinación y encuentro”, que es en lo que se ha trabajado “durante ocho meses sin parar”.
El primer espacio de diálogo, explicó Calvo, es la comisión bilateral, prevista en el Estatut de Cataluña. Se trata de “un espacio formalizado, institucional y donde ambos gobiernos coordinan su trabajo”. Este foro, agregó, llevaba “inexplicablemente” siete años sin convocarse, y es el único en el que participa el Gobierno. “El espacio fundamental para el Gobierno es la bilateral”, recalcó. En las últimas semanas se han celebrado dos reuniones y en ambos casos se facilitó información a los medios de comunicación.
El segundo espacio de diálogo es una mesa de partidos. Se trata de un ámbito “menos riguroso y constreñido, y más amplio” para que las formaciones dialoguen. En este espacio podrán sentarse todas las organizaciones políticas. En este punto, Calvo llamó a PP y Ciudadanos a sentarse en esta mesa. La vicepresidenta lamentó que el PP esté “en la radicalidad absoluta” y que Ciudadanos “no esté cumpliendo” lo que se espera de un partido que ha ganado unas elecciones catalanas.
En este último espacio se ha acordado la presencia de una persona, elegida por acuerdo de los partidos, que se encargue de cursar las convocatorias y conducir el debate. “Planteamos que podía ser útil que una persona ayudara. Alguien que convoque, ordene, tome nota…”, dijo Calvo, que argumentó que este relator podría ser de ayuda “porque el trabajo no se presenta fácil”, ya que en la misma mesa se sentarán partidos independentistas y partidos “que están en las antípodas de un proyecto independentista”, como el PSOE.
La vicepresidenta señaló que “el Gobierno de España no asume ni un ápice del proyecto independentista” y que precisamente por eso “es necesario que tengamos espacios ordenados de diálogo”. “¿Claro que es difícil sentarte con quien piensa lo contrario, pero cuál es la otra fórmula? –se preguntó Calvo–. Hablar con el contrario no es lo más cómodo: por eso el anterior gobierno decidió no hablar y las cosas llegaron a donde llegaron”.
Finalmente, la número dos del Ejecutivo llamó la atención sobre la “paradoja” de PP y Ciudadanos, que “vienen a decir que quieren a Cataluña dentro del Estado pero no moverán un dedo para ayudar”. “Hay que transitar dentro del marco constitucional. La abrumadora mayoría de los españoles y españolas queremos la unidad de nuestro Estado. Es el momento de hablar y es necesario que la sociedad catalana tenga un futuro con espacio en el orden constitucional”, concluyó.
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