Sociedad
05/10/2018
Carlos Mora.Cronista Oficial de Guadalmez .- Guadalmez quiere seguir siendo un municipio castellano manchego, pero lo cierto es que cada día se lo ponen más difícil. Desde que estas tierras fueran conquistadas por Alfonso VII, y asegurada su conquista por Fernando III, allá por el siglo XIII, Guadalmez siempre perteneció a Córdoba, y durante siglos estuvo integrado en el Reino cordobés, hasta que por Real Decreto, y sin consultar a su población, el ministro de Isabel II, Javier del Burgo, decidiera que esta pequeña población cordobesa pasara a formar parte de la recién creada provincia de Ciudad Real, con la nueva División Territorial de España de 1833. Años más tarde, y tras la constitución de la Diócesis de Ciudad Real en 1875, Guadalmez también abandonaría el obispado cordobés para incorporarse al manchego. Fueron siete siglos los que unieron a Guadalmez con Córdoba, tanto civil como eclesiásticamente, y ello ha dejado una huella profunda. Pero son ya muchos los años que Guadalmez es un municipio más de la provincia de Ciudad Real, y esa es la realidad administrativa y política actual. Así debe continuar, pese al abandono y el olvido al que se ha condenado a Guadalmez desde nuestras propias instituciones desde siempre, y ello porque es un pueblo ultraperiférico, un pueblo frontera entre Extremadura, Andalucía y Castilla La Mancha, situación geográfica que le ha sentenciado al ostracismo y la irrelevancia entre nuestros políticos. Si formar parte de ese mundo rural, la España Vacía como algunos lo llaman, que se desangra a pasos agigantados en estos últimos años, no es suficiente dolencia, en Guadalmez el problema se agrava por ser un pueblo de frontera, que tiembla cada vez que se habla de racionalizar la gestión educativa y sanitaria, porque Guadalmez siempre pierde.
Siguiendo la línea de sus predecesores, nuestro presidente regional, Emiliano García-Page, en sus tres años de mandato, aún no conoce Guadalmez. No ha tenido necesidad de acudir por allí, porque nada hay que inaugurar, no hay inversiones que publicitar en la prensa, y presumiblemente, el lamentable estado de sus carreteras, haga desistir a cualquiera de acercarse hasta allí. ¿Para qué ir a aquella tierra perdida entre montes y tan alejada del foco informativo de los periodistas?. Lo más cerca que ha estado el Presidente de Castilla La Mancha de Guadalmez fue el pasado 1 de septiembre, cuando la Vuelta Ciclista a España pasó por nuestra Vega de San Ildefonso camino de Almadén. Los vecinos colocaron unos dados gigantes que formaban el nombre del municipio, para que cuando García-Page pasara de Andalucía a Castilla La Mancha, fuera conocedor que el primer pueblo de su región era Guadalmez. Porque Guadalmez existe, señor Presidente, se lo puede asegurar el Presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, que es el único político que parece apiadarse de la agonía de nuestro pueblo, y es un municipio donde hay gente que vota y que paga impuestos.
Para pagar impuestos y pedir nuestro voto, nuestros políticos y administraciones tienen muy claro que Guadalmez existe, pero para todo lo demás, nuestro pueblo desaparece de los mapas. Así pues, el Hospital más cercano al que corresponde ir a los vecinos de Guadalmez es el de Puertollano, a 90 kilómetros de distancia, por una tortuosa carretera que atraviesa el Valle de Alcudia. El Hospital de Pozoblanco, en Córdoba, dista apenas 50 kilómetros de nuestro municipio, pero allí no podemos ir, pertenece a nuestra antigua provincia. Sufrimos los inconvenientes de ser un pueblo frontera, pero no podemos beneficiarnos de esa misma situación, por las delimitaciones administrativas. Aquí no sirve la racionalización. El Instituto de Educación Secundaria más próximo, lo tenemos en Almadén, a20 kilómetros, y temblando estamos que ante tanta racionalización en el gasto administrativo, termine clausurando nuestro colegio, tras más de 150 años de Historia. En lo que llevamos de este siglo XXI, la Comarca en la que se encuentra Guadalmez ha perdido un 26 % de su población, y el propio municipio ha llegado a un 30%, pasando de los 1.075 habitantes censados en el año 2000, a 763 en 2017. En la vecina Comarca de Los Pedroches, sólo han perdido la mitad de población en estos años, con un 12,5 %. Seguro que las políticas llevadas a cabo para fijar población en el mundo rural están siendo más eficaces que las propuestas en nuestra tierra. También sus infraestructuras y su PIB per càpita son muy superiores a los que disfruta Guadalmez.
Lo cierto es que Córdoba, nuestra antigua casa, se muestra a los ojos de los vecinos de Guadalmez como una fruta mucho más atractiva y apetitosa que Ciudad Real, pero los guadalmiseños quieren seguir siendo castellano manchegos. Están ya cansados de tantas mudanzas. Sólo piden que desde nuestras administraciones públicas se les tenga más en cuenta y no siga creciendo esa sensación de desamparo en la que nos tienen sumidos.
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