«¿Y si una idea, como un virus, pudiera cambiarlo todo?»

Pedro Martín

(Te recomiendo leer este libro: “Parásitos mentales” AXEL KAISER. Y vuelve a ver “origen” de Christopher Nolan)

Esta pregunta, que late en el corazón de la película Origen(Inception) de Christopher Nolan, es más que ciencia ficción. Es una advertencia.

En el filme, Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) no se limita a robar secretos mientras las personas sueñan. Su misión más peligrosa es origen: implantar una idea en la mente de alguien sin que lo sepa, de forma que esa idea crezca por sí sola, cambie sus decisiones y transforme su vida.

«Una vez que una idea se instala en la mente, es casi imposible erradicarla.»

Este mecanismo, que Nolan convierte en thriller psicológico, es precisamente el núcleo del ensayo provocador de Axel Kaiser: Parásitos mentales. En él, Kaiser sostiene que la sociedad actual sufre una verdadera pandemia ideológica, causada no por virus ni bacterias, sino por ideas patógenas que han colonizado nuestra cultura, nuestra política y —muy especialmente— nuestro sistema educativo.

Desde pequeños, se nos educa en la obediencia al colectivismo, en el rechazo del mérito individual, y en la adoración del Estado como salvador. No se nos enseña a pensar, sino a aceptar. No se cultiva la libertad, sino la sumisión. Así se implantan los parásitos: infiltrados en el aula, disfrazados de valores universales y presentados como moralmente incuestionables.

Kaiser no se queda en la denuncia abstracta. Señala con precisión los siete grandes parásitos mentales que hoy dominan el pensamiento contemporáneo:

1. La justicia social —una noción manipulada para justificar privilegios, victimismo y redistribución arbitraria.

2. Los derechos sociales —convertidos en un pretexto para diluir la responsabilidad individual y expandir el poder del Estado.

3. El Estado benefactor —que promete proteger a todos, pero termina empobreciendo a la sociedad y comprando lealtades con dinero ajeno.

4. El neoliberalismo —convertido en un chivo expiatorio para todo mal, aunque muchas veces ni siquiera se entiende qué significa.

5. La responsabilidad social corporativa —que somete a las empresas a una agenda política en lugar de centrarse en su función esencial: crear valor.

6. La diversidad, equidad e inclusión (DEI) —instrumentos ideológicos que han dejado de buscar integración real para imponer censura, cuotas y victimismo permanente.

7. La identidad del “buen indígena” —una construcción artificial que infantiliza y congela a culturas enteras en un papel de víctima perpetua.

Lo que Kaiser propone no es un simple análisis. Es un mapa y un manual de defensa intelectual. Porque, como en Origen, el primer paso para liberarse de una idea implantada es reconocer que ha sido implantada.

¿Cómo nos defendemos de estos parásitos?

Con pensamiento crítico, con valentía intelectual y con un firme compromiso con la libertad.

No se trata de negar la existencia de problemas reales, sino de desenmascarar a quienes los manipulan para imponer un nuevo dogma. Un dogma blando, cultural, bienintencionado en apariencia, pero profundamente autoritario.

Lo que Nolan nos muestra en una ficción de sueños dentro de sueños, Kaiser lo expone como una advertencia real sobre nuestras democracias:

si no defendemos nuestras mentes, no tendremos nada que defender.