Sociedad
17/06/2025
El colectivo local de Ecologistas en Acción responde con firmeza y datos a las recientes declaraciones del alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, vertidas en la televisión local el 9 de junio de 2025. En dicho programa, el alcalde negó la existencia de un proyecto de planta de biogás/biometano a las afueras del municipio, calificándolo de "bulo" lanzado por "alguien que tiene muy poco que hacer" para "crear alarma social". Además, alardeó de que "ya hay dos plantas [de biometano]" en Valdepeñas sin que supuestamente generen problema alguno, tildó las energías verdes de inocuas citando muertes imaginarias bajo líneas de alta tensión, y despreció abiertamente la preocupación de plataformas vecinales. Ante esta verborrea sin sentido y la prepotencia demostrada por el primer edil, aclaramos punto por punto la realidad:
El proyecto de planta de biometano SÍ existe y está registrado oficialmente. Lejos de ser un "bulo", el proyecto figura en la plataforma NEVIA de la Junta de Castilla-La Mancha (expediente PRO-SC-24-1235), promovido por la empresa Beleuta S.L.. Es decir, la propia administración autonómica está tramitando una macroplanta de biogás en el término municipal de Valdepeñas, a apenas 1,5 km del casco urbano. De hecho, forma parte de un plan regional acelerado que incluye 61 nuevos proyectos de macrogranjas y cerca de un centenar de plantas de biogás, altamente contaminantes y favoreciendo únicamente a grandes empresas, sin consultar ni informar a la ciudadanía afectada. Negar la existencia del proyecto es sencillamente falso, máxime cuando ha sido autorizado inicialmente por el Ayuntamiento (al menos en compatibilidad urbanística) y está en fase de evaluación ambiental. Exigimos transparencia: el Ayuntamiento debe cumplir el Convenio de Aarhus e informar al pueblo de Valdepeñas sobre cualquier proyecto con impacto ambiental significativo, en lugar de ocultarlo.
En Valdepeñas no existen "dos plantas de biometano" operativas ni vertiendo gas a la red. El alcalde afirmó que "ya tenemos dos [plantas] y no han dado ningún problema", refiriéndose a la captación de gas en el antiguo vertedero clausurado y a una instalación en la depuradora. Esta comparación es totalmente engañosa. Ninguna de esas instalaciones es una planta de biometano comercial ni produce energía para la ciudadanía. Lo que hay en el antiguo vertedero es un sistema de extracción de biogás de desecho para generar algo de electricidad y evitar emisiones, gestionado por el Consorcio de Residuos. Lejos de abaratar la energía local, su función ha sido medioambiental (mitigar la emisión de metano de la basura enterrada). Por su parte, la pequeña planta de biogás de la EDAR (depuradora) ni siquiera está en funcionamiento. Decir que "ya hay dos plantas" equivalentes es rotundamente falso. No existe ninguna planta de producción de biometano a gran escala conectada a la red en todo Valdepeñas. Por tanto, pretender que una nueva macroplanta no supondrá "ningún problema" porque "ya tenemos dos" carece de base. Muy al contrario, las macroplantas de biogás proyectadas traen serios riesgos medioambientales, como venimos denunciando colectivos de toda Castilla-La Mancha.
Los residuos leñosos (sarmientos, podas) no sirven para producir biogás de forma eficaz. En su discurso, el alcalde divagó sobre "¿Qué hacemos con los sarmientos? (...) se queman en mitad del campo", insinuando que una planta de biometano podría darles uso y "valor añadido" al agricultor. Esta afirmación denota un profundo desconocimiento técnico. Las biomasas lignocelulósicas como los sarmientos tienen un contenido altísimo en lignina y escasos carbohidratos fácilmente fermentables, por lo que son prácticamente indigeribles en un digestor anaerobio. La propia literatura científica reconoce que, en este tipo de residuos, la celulosa y hemicelulosa son los componentes biodegradables, mientras que la lignina es muy difícil de degradar. En castellano: meter sarmientos o restos leñosos en un digestor produce muy poco biogás (a menos que se apliquen caros pretratamientos químicos o térmicos). No en vano ninguna de las plantas proyectadas cuenta con ese tipo de residuos como materia prima principal, sino con purines, estiércol y otros residuos orgánicos de explotaciones ganaderas industriales. El alcalde confunde churras con merinas; de nuevo, habla de lo que no sabe.
Los proyectos de biometano no cuentan con apoyo popular en los pueblos. El regidor presume de que en nuestra provincia "ya hay un proyecto de hidrógeno verde que ha sido acogido con los brazos abiertos porque es el futuro". ¿En serio? La realidad es muy distinta: pregunte en Carrión de Calatrava o en Torralba de Calatrava. Pregunte por qué se oponen al riesgo de malos olores y emisiones contaminantes y al transporte intensivo de residuos animales, incluso desde otras regiones o países. Pregunte por qué no se creen lo de la creación de puestos de trabajo (solo 5–6 puestos de trabajo, insostenible para compensar los impactos) y tienen miedo a convertirse en "basurero regional" o "tierra de sacrificio" y por qué reclaman mayor transparencia, participación pública y defensa del paisaje rural. Pregunte también en Balsa de Ves. Pregúntele a su colega alcaldesa por qué se queja del aumento desmesurado de los residuos inicialmente previstos que ahora llegan a su pueblo. Y por qué han colocado después macrogranjas de cerdos en su término municipal. Seguro que le responde que antes de plantearse una planta de biometano reflexione por qué Balsa de Ves, municipio de Albacete, con una planta de biometano, ha visto reducida su población casi a la mitad en los últimos años. Ese sentimiento es generalizado: la ciudadanía no tolerará nuevos pelotazos energéticos que hipotequen sus recursos (aire, agua, tierra, paisaje) sin beneficios claros para el municipio. En Valdepeñas ya vemos ese hartazgo: la plataforma ciudadana "Stop Biometano Valdepeñas" nació precisamente ante la opacidad de este proyecto y la falta de información del Ayuntamiento. No, señor Martín: lejos de tener "apoyo con los brazos abiertos", sus mal llamadas energías verdes topan con un muro de oposición cuando se tratan de macroproyectos especulativos impuestos sin participación pública.
La "riqueza" del biometano, como la del hidrógeno "verde" es para las grandes empresas, no para el pueblo. El alcalde llegó a decir que "todo lo que no sea generar riqueza es repartir miseria", sugiriendo que oponerse a estos proyectos equivale a preferir la pobreza. ¿Riqueza para quién? Estos proyectos multimillonarios de biometano e hidrógeno no los impulsa el pequeño agricultor ni la comunidad local, sino grandes corporaciones energéticas ávidas de subvenciones públicas y de negocio privado. Como bien denuncian las plataformas, la biometanización que se está promoviendo en Castilla-La Mancha favorece únicamente a grandes empresas energéticas, sin beneficios para la ciudadanía local. Prometen empleos que nunca compensan los impactos causados, y migajas en impuestos comparado con los enormes fondos que reciben. Mientras tanto, los costes ambientales los sufriremos aquí: malos olores, aguas contaminadas, riesgo de accidentes... Esa es la "riqueza" de la que habla el alcalde, y no estamos dispuestos a aceptarla.
Exigimos respeto, información y sostenibilidad real
Desde Ecologistas en Acción de Valdepeñas exigimos al alcalde Jesús Martín que rectifique inmediatamente sus declaraciones. Resulta intolerable que tache de "bulo" la legítima preocupación de la ciudadanía informada y que desprecie a colectivos sociales llamándolos alarmistas "ingenuos". El único que está difundiendo falsedades aquí es usted, señor Martín, al negar un proyecto que está registrado oficialmente y en trámite. Le recordamos que un alcalde está para atender y proteger a su población, no para insultarla ni esconder información sobre proyectos industriales de alto impacto.
Asimismo, reiteramos que Ecologistas en Acción, al igual que las plataformas vecinales, NO está "en contra de las energías verdes" – al contrario, llevamos décadas defendiendo la transición energética hacia renovables. Pero debe ser una transición justa y verdaderamente sostenible, no un coladero de macroindustrias mal llamadas "verdes" que repiten los mismos errores que la vieja economía fósil. Apostamos por instalaciones renovables a escala humana, distribuidas, con control público y respetuosas con el medio ambiente y la salud. Por eso nos oponemos frontalmente a este proyecto de planta de biometano de Beleuta S.L. en Valdepeñas, tal como está concebido.
Basta ya de mentiras y prepotencia. Instamos al Ayuntamiento de Valdepeñas a que, en lugar de intentar desacreditar a sus propios vecinos preocupados, escuche a la ciudadanía, difunda toda la información disponible y defienda el interés general y el entorno frente a los pelotazos "verdes". Si el alcalde realmente "no ve el problema" de estas instalaciones, le invitamos a informarse mejor: los datos y la ciencia están sobre la mesa, aunque a algunos no les guste lo que dicen. En definitiva, Valdepeñas no será campo de experimentos de nadie. Seguiremos vigilantes y movilizados para frenar cualquier proyecto contaminante que amenace nuestra tierra, por muy "verde" que lo pinten.
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