04/10/2017
-Qué grata y relajante se me hace siempre la contemplación del trabajo como director de Robert Redford, tan excelente en esta lid como en la de actor/star. Me refiero a EL RÍO DE LA VIDA (A RIVER RUNS THROUGH IT):
El oxigenado y mítico actor estadounidense había debutado de manera exitosa doce años antes con la exitosa GENTE CORRIENTE (ORDINARY PEOPLE). La muy bonita UN LUGAR LLAMADO MILAGRO (THE MILAGRO BEANFIELD WAR) sería su segundo trabajo en este cometido. Tras EL RÍO DE LA VIDA llegarían otros títulos a prácticamente a idéntica altura o, como mínimo, de agradecible buen empaquetado: QUIZ SHOW. EL DILEMA (magnífica), LA LEGENDA DE BAGGER VANCE (maravillosa), LEONES POR CORDEROS (muy buena) y las más bien correctas LA CONSPIRACIÓN y PACTO DE SILENCIO, tal vez sus dos trabajos menos destacados hasta la fecha. Siempre ha sido como director sinónimo y garantía de solvencia, solidez y bien narrar. Por supuesto, los actores bajo sus órdenes siempre han dado lo mejor de sí mismos.
Norman McLean (Craig Shaffer) nos cuenta en la primorosa y exquisita EL RÍO DE LA VIDA (A RIVER RUNS THROUGH IT en el original), el transcurso de su vida, como si de un río se tratase. Aquél en el que pasara una buena parte de su existencia momentos inolvidables pescando truchas con el método de la mosca, de hecho esta película bien podría considerarse un tratado en toda regla sobre el mismo.
Aquél junto al que su padre, sacerdote presbiteriano, le enseñara en su niñez a leer y escribir. Aquél en el que disfrutara de jornadas felices e interminables en compañía de su hermano Paul (un juvenil Brad Pitt). Aquél junto al que descubriera innumerables gozos y placeres proporcionados por la madre naturaleza.
De hecho, este tercer largometraje (lo rueda entre UN LUGAR LLAMADO MILAGRO y QUIZ SHOW: EL DILEMA, ambos a idéntica gran nivel) del cineasta Robert Redford, que había tenido un debut espectacular con su oscarizada y contenidamente emotiva GENTE CORRIENTE (ORDINARY PEOPLE), bien podría ser considerado como un alegato ecologista sin moralina alguna y como un canto armónico a la vida natural, a la vida de verdad, sin colorantes ni conservantes.
Los veteranos Tom Skerritt y Brenda Blethyn, esa dulce y cariñosa ama de casa, son los encargados de encarnar a los padres de los dos hermanos protagonistas.
Esta historia, ambientada en grandiosos escenarios naturales de Montana bellísimamente fotografiados por Philippe Rousselot, está basada en la novela autobiográfica del profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Chicago Norman McLean, cuando ya se había jubilado en 1976.
Su desarrollo está trufado de momentos de una esmerada delicadeza, verdaderamente inolvidables, como la enseñanza de pesca en el río o el pasaje de la avena.
Es evocadora y nostálgica, estéticamente irreprochable y contiene una voz en off envolvente y poderosa. Y muestra para su mayor gloria la mano experta, profesional y poética de un actor-director muy grande, de los que más actualmente. De un Redford en plenitud, de un Redford de filmografía espectacular en ambas vertientes e iniciativas, como la creación y consolidación de ese formidable Festival de Cine Independiente que es Sundance.
Si alguien no la ha visto todavía, esta es una magnífica oportunidad para recuperarla.
Frase:
“Casi siempre elegía un camino a lo largodel gran Blackfoot, al cual considerábamos el río de nuestra familia, y era allí donde sentía que le revivía el alma y la imaginación se le despertaba.”
--Había hoy una amplia y rica variedad de ofertas en Ciudad Real: ópera, cine y un concierto de música militar como homenaje a la bandera. En momentos tan agitados me declaro españolista. Qué le vamos hacer, nadie es perfecto.En VERSIÓN UCLM nos ponemos finos, regios y muy “british”. Es el turno de LA REINA VICTORIA Y ABDUL (VICTORIA AND ABDUL), reiteración en el personaje de la monarca británica de la eximia actriz de idéntica nacionalidad Judi Dench:
Su anterior toma de contacto, ligeramente superior a ésta, se había producido con SU MAJESTAD MRS. BROWN.
Apostilla:
Casi me gusta más en versión original subtitulada que doblada. Siempre me pasa pero algunas veces lo noto especialmente más que en otros, sobre todo cuando puedo escuchar que tras las voces auténticas se encuentran actores británicos de impecable dicción como la octogenaria e incombustible Judi Dench, la M de varios títulos Bond con el estupendo Daniel Craig. También protagonista o participante en múltiples títulos de merecido prestigio o valía: DIARIO DE UN ESCÁNDALO, CHOCOLAT, IRIS, EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD, JANE EYRE, ORGULLO Y PREJUICIO, UN PUÑADO DE POLVO, CUATRO DE LA MADRUGADA, UNA HABITACIÓN CON VISTAS, ATANDO CABOS, CASINO ROYALE, J. EDGAR, HAMLET (Branagh), MI SEMANA CON MARILYN, MRS. HENDERSON PRESENTA (su primera toma de contacto con el director de ésta), SUMAJESTAD MRS. BROWN (en la que encarnaba a idéntica protagonista que la aquí retratada pero en esta ocasión en su relación igualmente amistosa con el escocés John Brown), SHAKESPEARE IN LOVE (único Oscar de su carrera en el apartado secundario encarnando a Isabel I Tudor)…
El recital, la exhibición que ofrece, secundándola con aplomo Ali Fazal, contribuye decisivamente a dotar de definitivo encanto y reconfortante amabilidad esa historia de amistad –con atisbos de interés sentimental por parte de ella- entre la reina Victoria del título y su asistente indio-musulmán Abdul Karim.
Lo que ya no muestra tanta amabilidad es el retrato de corte, de cortesanos por especificar, incluyendo al intolerante y antipatiquísimo Príncipe de Gales Bertie, que rodea a la que fuera la monarca más longeva del Reino Unido -63 años- hasta que el 9 de septiembre de 2015 la desplazara de ese ranking su tataranieta, la vigente y nonagenaria Isabel II.
El relativamente reciclado Stephen Frears ha ejecutado un trabajo en el que combina con habilidad la suntuosidad con una fina ironía en la que deja al descubierto aspectos xenófobos, racistas de las altas instancias que rodean a la protagonista.
Mis películas favoritas suyas continúan siendo a fecha de hoy principalmente las rodadas en Estados Unidos o bajo financiación norteamericana: LAS AMISTADES PELIGROSAS, LOS TIMADORES, ALTA FIDELIDAD y PHILOMENA. También me gusta mucho la que constituyó su debut en 1971, la hoy en día injustamente olvidada DETECTIVE SIN LICENCIA con Albert Finney. No me olvido del último y notable trabajo estrenado con anterioridad a éste, FLORENCE FOSTER JENKINS.
Algún colega ha apuntado con cierta sagacidad que se podría interpretar como una propuesta anti Brexit. Si acaso de manera muy sutil no es nada descabellado interpretarla así. Por su crítica al Imperio entendido como vetusto, desfasado, autocomplaciente en sus fastos y oropel, envuelto en su propio ombligo. O por su decidida apuesta por la concordia con los demás y la diversidad, aceptando al contrario religioso o su presunta promiscuidad sexual.
Me vuelvo a reafirmarme en considerarla una dramedy palaciega francamente grata de ver, con una primera hora de comedia flemática muy gratificante. Según se torna más sombría la historia, el ritmo también decae ligeramente.
Y recuerden… tal como se nos indica al principio con indudable flema british, “basada en hechos reales… en su mayor parte”.
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