Este viernes 29 de mayo a las 22:00 h. en La 2.

Para quien esto firma, LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS es la obra maestra del albaceteño José Luis Cuerda, junto con EL BOSQUE ANIMADO. Ambas localizadas en entornos galaicos, una de cuyas aldeas, Gomariz, perteneciente al concello de Leiro (Orense) es uno de los lugares de residencia habituales del cineasta, rodeado de viñedos de su propiedad, en el mejor y más modesto estilo Coppola.

Inspirada en una serie de cuentos del escritor coruñés Manuel Rivas, su acción está centrada en los años 30 del pasado siglo, en plena República. Lo sustancial de la historia gira sobre la relación entablada entre un viejo profesor de ideas abiertas y uno de sus alumnos, un vivaz crío de 8 años. 

El tacto y la sensibilidad desplegada, al igual que una ambientación -física, moral- que recoge perfectamente la temperatura del momento y lo que se estaba larvando, la inminente contienda civil y el desembarco franquista, son algunos de los muchos aciertos de este primoroso relato costumbrista.

De imágenes muy elaboradas, visualmente arrebatadoras, gracias a una gran y luminosa fotografía de Javier Salmones, uno de sus sustentos primordiales reside en un guion de hierro del mejor especialista que se ha tenido jamás en suelo patrio, el riojano Rafael Azcona, que aquí se permitió muchas menos licencias humorísticos de lo que era habitual en su obra, para centrarse en el conmovedor dramatismo hervido en sus entrañas.

Cine poético y humanista de primera que no huele en ningún momento a naftalina, porque a poco que se le hubiera ido de las manos a sus creadores el tono elegido, el ridículo podría haber campado a sus anchas. Esa frontera, la de alcanzar un estado u otro, a veces es una línea divisoria frágil, difusa y fácilmente rebasable. Puede llevar a lo sublime o a lo inaguantable por un quítame allá ciertos trazos gruesos o tonalidad.

Cuenta con uno de los finales más emocionantes que ha ofrecido el cine español en toda su historia. De una tristeza y dureza brutales... en lo que a carga psicológica y dramátic aconlleva.

Extraordinario, como siempre, Fernando Fernán-Gómez y de lo más desenvuelto el debutante crío Manuel Lozano. Junto a ellos, una pléyade de secundarios irreprochables, destacando varios actores de la tierra, como Uxía Blanco o Celso Bugallo.