Este viernes 22 de noviembre a las 22:20 h. en La 2.

Curioso, hoy coinciden en mi sesión de Barricada Cultural dos películas, LA HUIDA de Stefan Ruzowitzky y esta,  que tienen como denominador común estar ambientadas en localidades nevadas de Estados Unidos, un escenario que ya tan solo por eso suele engancharme.  

Parte de algo que inicialmente podría haber sido un inconveniente, pues cuesta creer a Paul Newman pechando con un personaje de fracasado. Pero como en la vida no hay nada garantizado y ha sido uno de los más grandes de la Historia del Cine, su trabajo desprende credibilidad de la mejor. Su Sully, ese sesentón de humor sarcástico que se niega a crecer, es uno de los mejores personajes que interpretara en su etapa de madurez. Hasta el punto que sería galardonado con el Oso de Plata al mejor actor en el Festival de Berlín o el premio del Círculo de Críticos de Nueva York, y obtendría sendas nominaciones al Oscar y a los Globos de Oro.  

Se nota tras las cámaras y el guión, el talento y la sensibilidad de uno de los grandes nombres del cine de los 60 a los 80, Robert Benton. De quien si tuviera que destacar uno solo de sus trabajos en ambas facetas, les incoaría a buscar o revisar su magistral y emotiva EN UN LUGAR DEL CORAZÓN.  

Aquí vuelve a llevar cabo un doble trabajo inolvidable. Su cámara escruta con delicadeza y calidez a una serie de personajes nada heroicos, pero de gran ternura. Son ordinary people que diría Redford, gente corriente que intentan sacar a flote sus vidas como buenamente pueden. Desplegando humor y buenos sentimientos.  

Es un magnífico ejemplo de cine humanista, intimista, trufado de pequeños pero elocuentes detalles y con magníficos diálogos.  

A Newman le rodean profesionales tan extraordinarios como la inolvidable Miss Daisy, Jessica Tandy, una muy atractiva Melanie Griffith o un insólito (por aquello de que en ningún momento saca una recortada) Bruce Willis. Y atención a un pipiolo Philip Seymour Hoffman, uno de mis tres actores favoritos en la actualidad (los otros son Daniel Day Lewis y Johnny Depp) que protagoniza una divertida secuencia con el actor de los ojos azules.  

Pese a los galardones a Newman o al espléndido guión adaptado (de la novela de Richard Russo de Benton, no creo que tuviera el reconocimiento que se merecía y se merece.