La película de la tele

 

¡Ay, Carmela! (1990)

Director: Carlos Saura

Intérpretes: Carmen Maura, Andrés Pajares, Gabino Diego, Maurizio de Razza, Miguel Rellán, Edward Zantara, José Sancho, Antonio Fuentes, Silvia Casanova, Manuel Millán, Rafael Checa, Mario de Candia, Mario Martín, Chema Mazo, Alfonso Guirao, Felipe Vélez

Sinopsis: Guerra Civil española (1936-1939). Un grupo de cómicos ameniza como puede la vida de los soldados republicanos; pero, cansados de pasar penalidades en el frente, se dirigen a Valencia. Por error, van a parar a la zona nacional, donde caen prisioneros. La única manera de salvar sus vidas es representar un espectáculo para un grupo de militares, que choca de lleno con la ideología de los cómicos

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Este martes 29 de octubre a las 22:00 h. en La 2.

Nunca he amado incondicionalmente las películas de Carlos Saura, sobre todo las más “crípticas” de la década de los 70 o algunos experimentos posteriores, pero estoy dispuesto a reconocer algunas cosas: la importancia que ha tenido su cine en España y aún fuera de nuestras fronteras, su reconocimiento internacional, lo simpático y vitalista que me ha resultado siempre al escucharle en entrevistas y que algunas de sus películas sí me gustan bastante: LOS GOLFOS, LA CAZA, CRÍA CUERVOS, DEPRISA DEPRISA, PAJARICO, EL SÉPTIMO DÍA y ¡AY CARMELA!.  

Todas las citadas con un denominador común, están muy bien contadas, con agilidad y buena factura técnica. Lo cual prueba algo que siempre he sostenido, que, si hubiera otorgado más prevalencia a un cine más narrativo, tal vez estaríamos hablando de uno de los tres grandes directores españoles de la historia. Por supuesto, todo el derecho del mundo por parte de su autor en haber preferido rodar cosas y experimentos como PIPPERMINT FRAPPÉ, LOS ZANCOS, DULCES HORAS, BUÑUEL Y LA MESA DEL REY SALOMÓN, LA NOCHE MÁS OSCURA, MARATÓN, EL DORADO, ANTONIA, STRESS ES TRES, EL JARDÍN DE LAS DELICIAS, IBERIA, TANGO, SALOMÉ o LOS OJOS VENDADOS entre otros varios títulos, porque desde luego no será por capacidad de trabajo y filmografía prolífica por lo que se le puedan negar méritos.  

Pero voy a lo que aquí verdaderamente importa, como es destacar el gran acierto y esfuerzo que supuso en su trayectoria esta ¡AY CARMELA! (encajonada entre las prescindibles LA NOCHE MÁS OSCURA y SEVILLANAS), basada en la popular obra teatral de José Sanchís Sinisterra, que se encargaría de adaptar el propio cineasta con la inestimable colaboración del indiscutiblemente –este sí- mejor guionista de nuestro cine, el logroñés Rafael Azcona.  

Rodada en los alrededores de Madrid, localidades de la sierra y en Guadalajara, el título hace referencia a una canción muy popular durante la contienda civil, EL PASO DEL EBRO. Precisamente en pleno fragor guerracivilista, en 1938, transcurre su acción.  

Nos presentan a un trío de esos cómicos de la legua que tan magistralmente retratara Fernán-Gómez en su primorosa EL VIAJE A NINGUNA PARTE, que trataban de dar respiro a los contendientes, en este caso a los del bando republicano. Tres supervivientes natos, con cuyas canciones y actuaciones tratan de dar un poco de alegría y de cutre fulgor a un tiempo de terror y tristeza. Buscadores de un poco de calor, afecto o de refugios provisionales con los que ir subsistiendo y saliendo adelante.

Son Carmela y Paulino, varietés a lo fino, una valiente y vitalista mujer y un cobardón y pragmático compañero, más el añadido de Gustavete, mudo a consecuencia de un bombardeo. Son personajes que bien hubieran podido figurar en cualquiera de esas grandes tragicomedias italianas de los 50-60, en títulos como LA GRAN GUERRA o TODOS A CASA. Los tres actores encargados de otorgarles vida (Pajares, Maura, Diego) están magníficos, creíbles.  

La fotografía de José Luis Alcaine aporta sordidez y luz, según los escenarios en los que va desarrollándose la historia, bien en la escuela-prisión o en atiborrados teatros de varietés. El clima, la atmósfera desprenden autenticidad.  

Cuenta con una gran banda sonora de raíz inequívocamente cañí, compuesta por canciones propias de la época, tanto de corte popular como militar. Temas que van desde SUSPIROS DE ESPAÑA hasta MI JACA (en una divertida composición de Maura), pasando por SI SUPIERAN o AL URUGUAY.  

Es un apreciable trabajo “sauriano” que combina con acierto humor verbal y visual, drama y humor, en una afortunada mescolanza de registros con los que resulta fácil conectar.  

De sus quince nominaciones en la quinta edición de los Goya de 1990, obtendría ni más ni menos que trece cabezones, entre los que figuraron los cinco gordos por excelencia: película, director, guión adaptado, actor y actriz.

José Luis Vázquez

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