Director: James Clavell
Intérpretes: Sidney Poitier, Christian Roberts, Judy Geeson, Suzy Kendall, Lulu, Christopher Chittell, Adrienne Posta, Gareth Robinson, Lynn Sue Moon, Anthony Villaroel, Richard Willson, Micheal Des Barres, Faith Brook, Geoffrey Bayldon, Patricia Routledge, Edward Burnham, Rita Webb, Fred Griffiths, Ann Bell
Sinopsis: Mark Thackeray, un ingeniero negro sin trabajo, acepta un empleo como profesor de un grupo de estudiantes bastante conflictivos en una escuela de la periferia de Londres. Sus alumnos son insolentes y groseros pero, en el fondo, no tienen malos sentimientos. Al principio intenta ganarse su confianza utilizando los métodos tradicionales, pero fracasa tan estrepitosamente que no tendrá más remedio que recurrir a otras fórmulas.
En su momento, 1967, fue muy popular y todo un acontecimiento, al menos en aquella timorata España que comenzaba a desperezarse lentamente, marcando a toda una generación. No fue exactamente pionera en tratar la rebeldía juvenil en ámbitos estudiantiles, antes había surgido en 1955 la extraordinaria SEMILLA DE MALDAD de Richard Brooks, inclusive de aquél mismo año fue REBELDE SIN CAUSA, pero sí sentó algunas reglas para este subgénero y quedó para los anales como referente.
Su argumento, la revuelta más o menos civilizada de unos estudiantes de secundaria contra su profesor y contra el “establishment” educacional, ha acabado degenerando con el paso del tiempo en tópicos mil, pero éste sin duda constituye uno de los valiosos fundacionales.
Quédense, si así lo comparten, con algunos planteamientos que la sustentan, con eso de que “las ideas son más poderosas que el conocimiento” y que “la educación es la habilidad para extraer la grandeza que posee cada ser humano”.
Reconozco mi debilidad por esta película, una de las tres que se estrenaron en nuestro país del exquisito James Clavell, responsable de la soberbia EL ÚLTIMO VALLE (una de mis favoritas de siempre) y la notable EL LADRÓN REBELDE. Consigue que cada una de sus secuencias posea, como mínimo, un gran interés. Y consigue un clímax francamente emotivo con ese baile en el gimnasio.
A su repercusión algunos factores importante. Uno de los principales, el protagonismo de un ya consolidado y carismático Sidney Poitier como el profesor Thackeray, reciente todavía la obtención del Oscar a mejor intérprete por LOS LIRIOS DEL VALLE y que a continuación de ésta participaría en otros dos trabajos que acabarían por otorgarle un enorme reconocimiento, EN EL CALOR DE LA NOCHE y ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE.
Otro a tener en cuenta fue la canción TO SIR, WITH LOVE (PARA EL PROFESOR, CON CARIÑO) que encierra una cierta ironía inicial. Es ejecutada por una cantante de moda en esa época por su participación en Eurovisión, la escocesa Lulú. Suenan también un par de temas de un grupo efímero pero de relativo caché, los Midbenders.
Constituye, además, un espléndido retrato del Londres sesentero, en plena revolución pop y pre hippie. Vale también como un mini fresco de entonces.
Resultan gratas la participación de actores como Christian Roberts, o una diecisiete añera Judy Geeson, que llena de frescura la pantalla como esa alumna enamorada de su educador. Suzy Kendall, la colega de Poitier, es también muy mona.
Ni quiero ni puedo evitar lo mucho que me gusta y lo entrañable que me resulta. Desconozco si en las enciclopedias acabará figurando en letras de oro, me temo que no, pero en mi corazón y recuerdo, tendrá siempre ese lugar privilegiado.
José Luis Vázquez
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