Un magnífico y turbador thriller de cine negro con elementos muy comunes al género (moteles, bares de carretera, luces de neón, tipos erráticos y fronterizos, mujeres fatales…) dotado con la atmósfera peculiar y fascinante del género y cuyo clímax es un pasional asesinato.

Cabe achacar una buena parte del mérito de su irresistible atractivo visual en blanco y negro al gran director de fotografía Joseph LaShelle.

El gran Otto Preminger, todo un especialista en este tipo de cine (la mítica LAURA, AL BORDE DEL PELIGRO por citar otros dos ejemlos de idéntico director con idéntico protagonista masculino) mueve la cámara con su habitual maestría y milimétrica precisión. Como impecable complemento, cuenta con excelentes secundarios como Anne Revere, Bruce Cabot y John Carradine.

Otra nueva demostración del estilazo con el que se acodaba en las barras de los bares el estupendo actor estadounidense Dana Andrews, un actor que hizo virtud del ascetismo interpretativo… y que parece ser era también –esta cualidad siempre la ocultó mucho más- un muy buen cantante. Lo pueden recordar como el gángster en BOLA DE FUEGO, o en tantas joyas del cine americano de la edad de oro, como LA RUTA DEL TABACO o INCIDENTE EN OX-BOW.

Las dos co protagonistas femeninas, Alice Faye y Linda Darnell, son un oportuno, paradójico y vibrante contraste tanto interpretativo como físico (una rubia recatada,  otra morena incendiaria).

Uno de los grandes, más bien matizaría que incontestables títulos del género siempre a reivindicar.