Otra oportunidad perdida por la cinematografía de la piel de toro y van… De obvias influencias y ecos de la, esta sí, fresca y divertida EL OTRO LADO DE LA CAMA (del mejor director de comedia actual que por aquí trabaja, Emilio Martínez-Lázaro, el de la mega taquillera OCHO APELLIDOS VASCOS, a punto de estrenar secuela con CATALANES por medio), se me hace interminable, es muy pesada –algo de lesa gravedad en un género como el que transita-, apenas me hace gracia y abusa de una estructura temporal confusa, hasta el punto que la mayoría de las veces no sé si estoy en la primavera, el verano o el invierno… o en 2010, 2013 o en REGRESO AL FUTURO.

Se resiente de su indefinición de tono, entre drama y comedia, entre teatro y sitcom. Las chicas en general están mucho mejor que los chicos que se muestran más bien gesticulantes e histriónicos. Inma Cuesta, posiblemente la mejor actriz de su generación, vuelve a ser lo más destacable de la función sin mostrar sus mejores galas. Su director Peris Romano había debutado en 2008 en el largometraje 8 CITAS, algo muy parecido a esto e igual de fallido. Estoy cansado de cómo trata el cine español estas historias romántico­-corales, a  estos bobalicones personajes treintañeros aquejados de síndrome de Peter Pan… y bla bla bla.