Director: Víctor Matellano
Intérpretes: Caroline Munro, Marta Flich, Almudena León, Christian Stamm, Verónica Polo, Anthony Rotsa, Víctor Vidal, Luis Hacha, Alina Nastise, Remedios Darkin, Lone Fleming, May Heatherly, Antonio Mayans, Conrado San Martín
Sinopsis: Dos vampiras, que habitan en una oscura mansión, atraen a los hombres para ofrecerles orgías de sexo que desembocan en baños de sangre. Hasta allí llegan unos jóvenes excursionistas con ganas de fiesta y un hombre joven que oculta un oscuro pasado.
Nunca, desde que era muy crío y ya un apasionado sin remedio del Séptimo Arte, conseguí conectar o que me gustara ese casposo cine de fantaterror autóctono con el que se nos atormentaba en muchos programas dobles de la España de los 70, cuyo monarca, reverenciado por muchos aficionados, sobre todo posteriormente en los países anglosajones, fue Jacinto Naschy. Y no porque no me gustaran a priori los argumentos que trataban. Respetando siempre a los profesionales que lo fabricaban en condiciones adversas –económicas, censura…-, rara vez me atrajo alguno de esos subproductos. No me lo creía y me provocaba más lagrimones de pena que miedo. Para mayor desgracia suya por aquello de las siempre injustas comparaciones, tenía la suerte de haber ido descubriendo a temprana edad los dos DRÁCULAS clásicos (el de Lugosi y el de Lee), PSICOSIS, SUSPENSE, EL OTRO, AL FINAL DE LA ESCALERA, LA SEMILLA DEL DIABLO, AMENAZA EN LA SOMBRA, LA LEYENDA DE LA MANSIÓN DEL INFIERNO y tantas otras maravillas.
De uno de aquéllos títulos “spanish míticos”, LAS HIJAS DE DRÁCULA (1974) del recientemente desaparecido y “referencial” José Ramón Larraz, a cuya memoria está dedicada esta producción, procede el libro inspirador de esta “renovada” propuesta que supongo trata más de capturar aquél espíritu que de intentar nada especialmente nuevo. Se aparta por tanto, de los que verdaderamente le han otorgado un salto cualitativo y mayoría de edad en los últimos tiempos en nuestra piel de toro: los Amenábar, Balagueró, Plaza, Bayona, etc. Siempre teniendo en cuenta algún loable antecesor como el Jorge Grau de NO PROFANAR EL SUEÑO DE LOS MUERTOS, el Eugenio Martín de PÁNICO EN EL TRANSIBERIANO o, sobre todo, el Narciso Ibáñez Serrador de las –estas sí- muy meritorias y loables LA RESIDENCIA y ¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO?
Nada que objetar inicialmente a esta intentona, e insisto, vaya siempre mi respeto a quienes están detrás y delante de las cámaras, a quienes ponen toda la ilusión y pasión del mundo, pero no puedo evitar que me acabe causando sonrojo, estupor y carcajadas me parece que no previstas. Su director, Víctor Matellano, apasionado del genero y cuyo debut como director–este es su tercer título tras la insufrible WAX-, ZARPAZOS ¡UN VIAJE POR EL SPANISH HORROR!, constituía un homenaje a lo anteriormente expuesto, se esfuerza en algún momento por intentar proporcionarnos algún encuadre o momento distinguido –la chica huyendo en la barca- pero acaba lamentablemente imponiendo la truculencia más agotadora, el gore más reiterativo, unos diálogos risibles, una banda sonora de lo más inoportuna, un ritmo que brilla por su ausencia y un fallido ambiente climático. Ese plano general de la casa… más que amenazador me causa hastío. O ese despropósito de la luz que no hiere a la pareja chupadora de sangre. Sus secuencias orgiásticas y sanguinolentas me resultan extenuantes y no precisamente plásticas o artísticas.
Leo a algún compañero algo sobre la misma y me viene a la cabeza una reflexión: Abordar sin tapujos el lesbianismo hoy en día y en esta sociedad utilizando en este caso un contexto vampírico, a su vez inspirado en un personaje real –la Condesa húngara Erzsébet/Elizabeth Báthory- no me parece por sí mismo un mérito –sería tanto como decir que algo es bueno por dejarse sudores mil en el esfuerzo-, haberlo tratado como lo hizo Larraz en los estertores del franquismo, tal vez si lo fuera, pero en ambos casos, completamente ajeno al verdadero certificado de calidad que cualquier película pueda obtener. Ello es en todo caso una cuestión anecdótica.
Definitivamente me causa sonrojo. Sin ir más lejos recuerdo este mismo año dos títulos norteamericanos francamente baratos, IT FOLLOWS y LA VISITA, y no hace sino provocarme aún más contrariedad lo aquí propuesto. Pese a su toque internacional y al doblaje en inglés para una mayor difusión, el viernes que la estrenaron en Ciudad Real, no asistió nadie a su estreno en las dos primeras sesiones y en la tercera coincidimos cuatro espectadores, una pareja y una entusiasta y cinéfila amiga, afecta a este tipo de películas pero que tuvo tapada la cara durante una buena parte del metraje… por vergüenza ajena.
Lo que sí tiene algo de mérito, un mérito estéril vistos los resultados, es haber reunido un elenco internacional –también inefablemente spanish- de intérpretes que otrora tuvieron algunos de ellos algún pequeño o algo mayor reconocimiento por diferentes motivos, como la inglesa Caroline Munro, chica Bond en la divertida LA ESPÍA QUE ME AMÓ, May Haethely, presente en un cometido secundario en LOS FANTASMAS DE GOYA, Lone Fleming, mini star de andar por casa en LA NOCHE DEL TERROR CIEGO o el siempre eficiente Fele Martínez, que se diera a conocer por su estimable aparición en la estupenda TESIS.
Poco más y más bien poco menos. De lo peorcito visto este año, junto al infausto REY GITANO.
José Luis Vázquez
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