Estreno en Royal City

 

El maestro (2014)

Director: Giacomo Campiotti

Intérpretes: Claudio Santamaria, Nicole Grimaudo, Lorenzo Guidi, Lucia Mascino, Giorgio Colangeli, Marco Messeri, Walter Lippa, Emanuela Grimalda, Raffaele Vannoli, Alessandro Di Natale, Giuseppe Ariano, Roberto Attias

Sinopsis: En 1946, Alberto Manzi tras regresar de la Guerra busca trabajo como maestro, una tarea nada fácil ya que carece de recomendaciones. Finalmente encuentra un trabajo que nadie quiere, como profesor en un reformatorio de la ciudad. A sus alumnos no les interesa aprender y Alberto tendrá que ganarse su confianza.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

Cada vez resulta más difusa la frontera que separa el formato cinematográfico del televisivo, pues aparte de avances tecnológicos que han hecho trizas esa separación, al fin y al cabo en ambos casos se trata de contar algo en imágenes. Comento esto porque EL MAESTRO es una producción italiana de la RAI, una mini serie de 200 minutos, podada justo la mitad para su distribución en salas comerciales. Algo advertible en ese inicial presente sesentero al que nunca se acaba de volver.

Este acaba erigiéndose en su mayor defecto, pues es bastante evidente su trasquile, su condensación. Resulta obvio que hay lagunas o algún salto brusco en la narración. No es una práctica inhabitual, se viene llevando a cabo desde fechas remotas. Por continuar con la propia RAI,  recuerdo un muy bonito serial de los 70, LAS AVENTURAS DE PINOCHO, traslado/estrenado bajo idénticas condiciones en la España de la época. Y aún antes hay antecedentes “made in USA”.

Aclarado esto y antes de que unos cuantos vuelvan a señalar su tonillo de telefilme, un tipo de comentario –como el de las adaptaciones literarias- que hace tiempo que suelo dejar aparcado en mis comentarios (aunque alguna vez se me haya podido escapar, cuesta cambiar tics), he de destacar que me encuentro ante una película aleccionadora en el buen sentido. Es una historia “buenista”, con personajes “buenistas y protagonizada por un ejemplar individuo que intentan hacer de este mundo un lugar mejor, sin ningún tipo de coartadas sectarias, maniqueas o politiqueras… aunque él mismo acabara ejerciendo funciones como tal. Algo por otra parte que no viene mal en este tiempo tan airado, descreído, escéptico y negativo. Y conste en acta que pienso que todavía habitan el planeta un número suficiente, aunque cada vez menguando más, de seres admirables para nuestra convivencia, nuestra supervivencia… y ya no solo física.

Trata sobre un personaje real, relevante en la educación del país transalpino en la segunda mitad del siglo XX. Sobre Alberto Manzi, profesor de reformatorio, todo un luchador contra el analfabetismo en su país y un pedagogo de relevancia en la radio y televisión de los 60 difundiendo un insólito formato de alfabetización. Dadas su popularidad y prestigio acabaría convirtiéndose en alcalde de Roma en esa misma década.

El guión da un repaso a esos primeros años, los más difíciles de su carrera, centrándose a la par en la “love story” vivida con una atractiva y luchadora mujer y  sin dejar en ningún momento de constituir una reivindicación de la enseñanza en las condiciones más adveras, de esas segundas oportunidades que merecen aquellos a los que nunca se le han concedido para poder estudiar/aprender… y a ángeles custodios dispuestos a esfuerzos mil para que ello sea posible.

Al respecto, le pesa la sombra de tantos otros memorables títulos del subgénero maestro (a bote pronto citaré tres de ellos: EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS, ADIÓS MR. CHIPS y LOS CHICOS DEL CORO), por tanto le resulta complicado evitar caer en algunos tópicos.

Ha sido dirigida con aplomo, solidez, buen gusto y formalismo sin riesgo por Giacommo Campiotti, cuyo único trabajo conocido hasta la fecha por este cronista (de hace tan solo dos años, 2013), BLANCA COMO LA ROSA, ROJA COMO LA SANGRE, no constituía precisamente un antecedente como para tirar cohetes. Pero aquí sale airosos y sabe aprovechar bien la acertada recreación ambiental de la Italia de posguerra.

Además, Claudio Santamaria está muy ajustado en la piel de este héroe cotidiano y educacional, se mimetiza con naturalidad. Nicole Grimaude, su consorte, aporta prestancia y saber estar.

Sin duda, es de agradecer su carácter humanista. Se deja ver. 

José Luis Vázquez

©2025 Ciudad Real Digital | www.ciudadrealdigital.es