Estreno en Royal City

 

Los minions (2015)

Director: Kyle Balda y Pierre Coffin

Intérpretes: Animación

Sinopsis: La historia de Los Minions se remonta al principio de los tiempos. Empezaron siendo organismos amarillos unicelulares que evolucionaron a través del tiempo, poniéndose siempre al servicio de los amos más despreciables. Ante su incapacidad para mantener a esos amos – desde el T. Rex a Napoleón –, los Minions acaban encontrándose solos y caen en una profunda depresión. Sin embargo, uno de ellos, llamado Kevin, tiene un plan. Acompañado por el rebelde Stuart y el adorable Bob, emprende un emocionante viaje para conseguir una jefa a quien servir, la terrible Scarlet Overkill. Pasarán de la helada Antártida, a la ciudad de Nueva York en los años sesenta, para acabar en el Londres de la misma época, donde deberán enfrentarse al mayor reto hasta la fecha: salvar a la raza Minion de la aniquilación.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Era prácticamente inevitable, sobre todo en estos tiempos tan mercantilistas que atraviesa la industria. Me refiero al hecho de que los secundarios estrella de las dos primeras entregas de las muy gratas y sorprendentes GRU, MI VILLANO FAVORITO, tuvieran su propia película. Y aquí está.

Nos encontramos ante un perfecto ejemplo de lo que viene a denominarse spin-off. Doy por supuesto que muchos, sobre todos los más jóvenes, conocen su significado. Para quienes no estén familiarizados con el mismo, informarles que se utiliza para definir proyectos o propuestas surgidos a partir de otro. O lo que es lo mismo, personajes subsidiarios que acaban por convertirse en protagonistas por sí mismos.

Habitualmente estas empresas suelen ser acomodaticias y creados a rebufo (véase al caso de la más bien grisácea LOS PINGÜINOS DE MADAGASCAR), sin que suelan mostrar demasiada imaginación respecto a lo ya inventado. No es el caso de LOS MINIONS, estos peluches amarillos con forma de banana, o de supositorio como ha apuntado algún colega, de los que ahora se nos cuenta su origen desde los tiempos más remotos del planeta, desde el mismísimo Jurásico.

Precisamente en su prólogo estriba uno de los momentos más brillantes de los que está salpicada esta pieza de lo más animada, animosa y simpática. Debo confesar al respecto que al igual que a tanto público, sobre todo menudo, me resultan francamente graciosos ya de inicio. Sin duda, tienen muchísimo más encanto y carisma que los trazados como humanos, aunque en realidad todo sean pura digitalización fantasiosa.

Otro aspecto a tener en cuenta es una ambientación nada perezosa, currada desde la sencillez, que proporciona momentos tan estimulantes como esa icónica instantánea de los míticos Beatles atravesando el paso de cebra de Abbey Road. Hay más.

Y quienes ya conozcan sus anteriores apariciones, vuelven a tener garantizados unos cuantos momentos de lo más surrealistas y “anarquistoides”, dentro de un orden claro. Algunos de sus “gags” son propios del mejor slapstick cuya fuente tiene su origen en el imprescindible cine mudo.

Desde luego los estudios Illumination, filial de Universal Pictures, han encontrado todo un filón en estos animosos macacos de graciosos petos vaqueros y gafa, algo que bien pudiera proporcionarles generosos dividendos en los próximos años. A tenor de cómo ha respondido la taquilla, los augurios son de lo más halagüeños.

Con esta reconstituyente fiebre amarilla los niños se lo pasan a lo grande y como grandes y seguramente una buena parte de estos disfrutan como niños.

José Luis Vázquez

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