Estreno en Royal City

 

Conducta (2014)

Director: Ernesto Daranas

Intérpretes: Armando Valdés Freyre, Alina Rodríguez, Silvia Águila, Yuliet Cruz, Amaly Junco, Armando Miguel Gómez

Sinopsis: Cuenta la historia de Chala (Armando Valdés Freyre), un niño de once años cuya vida transcurre en un ambiente de violencia, con una madre adicta a las drogas y al alcohol, y perros de pelea que entrena para sostener su hogar. Este niño, que acude a la escuela sin despojarse de su marginalidad y conflictividad, tiene una relación especial con su maestra Carmela (Alina Rodríguez).

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Sin sermones, sin demagogias, sin aspavientos, sin afectaciones molestas, esta reciente producción cubana se hace eco y retrata la descomposición de la actual sociedad cubana. Muestra las grietas del que había sido hasta hace poco santo y seña de la revolución y la dictadura, del sistema educativo.

Agradezco enormemente que su director no tire de bilis, que no recurra al subrayado sino a la sutileza, que no haga leña del árbol bastante inclinado, que aborde con rigor y honestidad ética y profesional los cambios políticos y sociales que se pueden intuir entre los costurones de sus imágenes, esos que en parte han propiciado el reciente diálogo entablado con el enemigo estadounidense para restablecer relaciones entre estos dos países vecinos otrora tantas décadas irreconciliables.

Tal vez como sucediera con el franquismo de última hornada, ese nuevo tiempo que aparentemente comienza a respirarse, al menos en lo aquí referido al Séptimo Arte, permiten que películas casi impensables hace un lustro o una década, vean ahora la luz y se hagan eco de las ansias de libertad que transpiran sus ciudadanos.

Hacia el final de la historia, una ejemplar maestra de la vieja guardia que reclama cambios de rumbo, vigorosamente encarnada por la veterana Alina Rodríguez, espeta a una intransigente asistente social “no te has enterado de nada”.  Es una manera sugerente e ilustrativa de manifestar el ánimo reinante.

También una simple estampa religiosa se acabará convirtiendo en un aparentemente inofensivo pero revelador símbolo a favor del respeto a la propia identidad. Y así unos cuantos detalles más, desde cómo están reflejados los desconchados de casas y colegios hasta la aparición reiterada de palomas, cuyo significado no creo que haga falta resaltar.

Sensacional trabajo del cincuentón cineasta Ernesto Daranas, en su doble faceta tras las cámaras y al cargo del guión, que pone de relieve con suma destreza situaciones conmovedoras sin caer en el almíbar y otras propias de un sagaz retratista sociológico. Manifiesta en todo instante elevadas dosis de sensibilidad en su mirada.

Describe de forma clara, rotunda y sincera una realidad que no necesita de machaconerías, que habla por sí misma. Por supuesto, pone en valor a educadores y educandos. Su manera de rodar aparentemente improvisada y sobre la marcha, acaba constituyendo todo un acierto. No deja de ser un relato iniciático, como LOS 400 GOLPES "truffatianos". Resulta muy elocuente en lo que quiere contar, insisto, sin necesidad de manipulaciones o dogmas.

Nos muestra una Habana desteñida, una sociedad exhausta y resignada, permanentemente rota por esos impolutos uniformes escolares de pañuelos rojos, tal vez como signo de esperanza en un muy pronto mañana. Sin desdeñar valores de otros tiempos, los pone en solfa o revisión para alcanzar nuevos espacios liberadores.

Para todo ello se apoya en una sensacional fotografía de Alejandro Pérez de gran brillantez y nitidez expositiva, así como en un montaje que hace alarde de destreza y contribuye aún más a su destacable agilidad narrativa.

Despliega igualmente una gran habilidad a la hora de dirigir a niños, sobre todo a esa encandiladora pareja protagonista: Armando Valdés Freyre que otorga una enorme credibilidad a ese afectivo y superviviente chaval de 11 años que tira de buenos sentimientos para salir adelante, y a la preciosa Amaly Junco, una vivaz, delicada, sensitiva y madura compañerita de tránsito… fundamentalmente emocional. Ambos, juntos o por separado, nos regalan una serie de secuencias que destilan verdad de la buena, credibilidad, emoción queda.

Son muy justos los muchos reconocimientos obtenidos, desde esa Biznaga de Plata en el Festival de Málaga, hasta selecciones para representar a su país en los Oscar o nominaciones al Goya o y al Ariel como mejor película hispanoamericana e iberoamericana respectivamente. Otra nueva demostración de que la escasez de medios no constituye obstáculo alguno cuando hay verdadero arte y talento en quien lleva a cabo proyectos de esta índole.

Siento enorme simpatía por el pueblo cubano, no así por su condenable régimen, aunque vaya desde aquí mi más sincero deseo de que por el bien de todos se vayan cayendo malecones represores. Ojalá CONDUCTA y otros exponentes  contribuyan con su granito de arena a que soplen nuevos vientos en la entrañable isla.   

José Luis Vázquez

©2025 Ciudad Real Digital | www.ciudadrealdigital.es