Estreno en Royal City

 

Jennie (1948)

Director: William Dieterle

Intérpretes: Jennifer Jones, Joseph Cotten, Ethel Barrymore, Lillian Gish, Cecil Kellaway, David Wayne, Albert Sharpe, Henry Hull, Florence Bates, Felix Bressart, Clem Bevans, Maude Simmons

Sinopsis: Un pintor arruinado y abatido por haber perdido la inspiración conoce, un frío día de invierno, a una chiquilla en Central Park vestida de un modo anticuado. A partir de ese momento se suceden otros encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de tiempo la chica se va convirtiendo en una bellísima joven, de la cual el pintor se enamora. Pero Jennie esconde un secreto…

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

JENNIE es mi película romántica favorita, junto a DESAYUNO CON DIAMANTES, EL APARTAMENTO y EL HOMBRE TRANQUILO. Tengo cientos más, EL FANTASMA Y LA SEÑORA MUIR, VÉRTIGO, CARTA DE UNA DESCONOCIDA, DOCTOR ZHIVAGO, LA COLINA DEL ADIÓS, SAYONARA, EL RELOJ, EL PUENTE DE WATERLOO, JEZABEL, SÓLO EL CIELO LO SABE, EL MUNDO DE SUZIE WONG, SI NO AMANECIERA, TÚ Y YO, LADY HAMILTON, CENA DE MEDIANOCHE… Pero ésta ensoñación me persigue, o yo a ella, desde la primera vez que la descubrí en un pase por televisión en el año del Señor de 1977. Es obsesiva, balsámica, curativa… Siempre me causa un enorme alivio contemplarla, necesito hacerlo por lo menos una vez al año. Me acompañará en el recuerdo hasta el final de mis días, estoy convencido.  

Es esta una bellísima historia cargada de melancolía y romanticismo en la que se utilizan con maestría los pinceles narrativos (su fotografía diríase por momentos concebida desde el lienzo rugoso de su protagonista, Eben), que sirvieron para dotarla de una atmósfera invernal (de los mejores retratos de Nueva York ofrecidos por el cine, que ya es decir), sobrenatural y premonitoria. Imágenes llenas de misterio y lirismo, hermosísimas en su diseño y composición, en especial, entre muchas otras, todas las que describen los encuentros del pintor con la inaprensible Jennie en Central Park y la increíble, impresionante secuencia de la tormenta en el faro, que proporcionó a sus responsables un Oscar a los efectos especiales.

Todo un hito del cine romántico, un film absorbente, emocionante, obsesivo, que gusta más cuantas más veces se ve. Su puesta en escena es el afortunado, el mágico resultado de la perfecta conjunción de intenciones e intereses, también de los elementos barajados, de la sensibilidad y el talento de sus artífices reunidos. En fin, de ese sortilegio que a veces surge en el cine, cuando todo encaja, complementándose para el perfecto acabado de una obra. Mención especial merecen los espléndidos trabajos del siempre elegantísimo Joseph Cotten, de una evanescente y espectral Jennifer Jones, y de la veterana y maravillosa Ethel Barrymore (¡cómo son esas miradas de amor otoñal y reconocimiento a Cotten!). Sin duda, la obra maestra y culminante de William Dieterle (LA SENDA DE LOS ELEFANTES, CARTAS A MI AMADA con idéntica pareja protagonista).  

¿Existe Jennie o es la inspiración que necesita todo creador? This is the question. Yo necesito urgentemente creer en ella, encontrarla alguna vez, perseverar hasta el fin de mis días. Que cada uno se responda lo que crea conveniente.  

The end?  

Nota: El plano final que muestra el retrato de Jennie –y no descubro nada- en el museo, se filmó en color, así como un especial tratamiento de los tonos (superponiendo dos negativos) en la mencionada secuencia de la tormenta en el faro. 

José Luis Vázquez

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