¿Es justo que a esta película le conceda la más baja calificación que suelo otorgar a mis críticas? Pues probablemente, no. De la misma manera que tantas veces tengo la sensación, algo que no me preocupa en lo mínimo,  de ser convenientemente generoso; otras me sucede al contrario. Inconvenientes de mostrar una actitud excesiva ante las cosas con lo que eso afecta al quehacer profesional. Uno es fruto de lo aprendido y de sí mismo.

No, definitivamente puede que no resulte tan infame MEJOR OTRO  DÍA pero me resulta tan irritante e indigesto lo que me expone en pantalla… que me he vuelto a dejar llevar  por mis bandazos.

A priori el material procedente de la novela de Nick Hornby (inspirador de la esta sí magnífica ALTA FIDELIDAD) tenía posibilidades y mordiente. Cuatro personas coinciden en la víspera de Año Nuevo en lo más alto de un gran edificio londinense con la intención de suicidarse.

Ya desde el principio todo me parece tan forzado, tan inverosímil dentro de la farsa asumida que esa sensación no consigo abandonarla durante toda su proyección, bueno, menos unos minutillos antes que abandoné la sala con una jaqueca ajena a la función.

Todo, absolutamente todo, guión, dirección, interpretación me parece artificioso en todo momento. Y esa intención de conferir liviandad a asuntos dramáticos, se convierte en una empresa que se salda con enorme decepción.

Además, es aburrida, no progresa adecuadamente, resulta tan roma y plana como una estera. Al magnífico cuarteto interpretativo le resulta tarea imposible sacar con un mínimo de gracia a sus desnortadas criaturas.

Para el anecdotario, un par de cosillas. Si quieren un intervalo vacacional dentro de una ficción como la vivida por ejemplo por el personaje de Pierce Brosnan, dado el aséptico aquí propuesto, recuperen un trabajo suyo anterior, de hace un año, la estupenda producción danesa de amor y desencuentros AMOR ES TODO LO QUE NECESITAS. Nada que ver, afortunadamente.

La segunda hace referencia a la pareja joven protagonista, Aaron Paul (BREAKING BAD) y la londinense veinteañera Imogen Poots, que debutara en el mundo del cine como Valerie de la notable V DE VENDETTA. Y es que parece ser que dada la supuesta química existente entre ambos, debieron ser elegidos para su siguiente trabajo, el también fallido, pura chatarrería de diseño NEED FOR SPEED.

Francamente insulsa.