Estreno en Royal City

 

El club de los poetas muertos (1989)

Director: Peter Weir

Intérpretes: Robin Williams, Robert Sean Leonard, Ethan Hawke, Josh Charles, Dylan Kussman, Gale Hansen, James Waterston, Allelon Ruggiero, Norman Lloyd, Kurtwood Smith, Melora Walters, Welker White, John Cunningham, Debra Mooney, Lara Flynn Boyle

Sinopsis: En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias a un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

“Solo al soñar tenemos libertad… siempre fue  así y siempre así será”

 

Estamos en 1959. Comienza un nuevo curso escolar en la prestigiosa y selecta academia estadounidense Welton. Un nuevo profesor de literatura, John Keating, que cambiará decisivamente la vida de varios de sus alumnos, llega al centro cuyas máximas son Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia.  

Este es el atractivo punto de partida de EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS (DEAD POETS SOCIETY: LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS), una de las películas más edificantes en el más noble y puro sentido del término del cine de los 80 y del cine en general. Aquella con la que muchos aprendimos la verdadera esencia de la expresión y del concepto Carpe Diem! ¡Vive el instante! ¡Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta!  

Una historia sobre librepensadores, sobre eso tan maravilloso de pensar por uno mismo, de elegir, de no seguir al rebaño, sobre las ganas de vivir, sobre el optimismo, la alegría, la esperanza, sobre trillar nuevos caminos, amar la belleza y la literatura, respetar a los demás y, sobre todo,  a uno mismo.  

Recuerdo con enorme alborozo las muchas veces seguidas que fui a verla tras su estreno. Me arrebataba, siempre lo ha hecho, ese poético, entusiasta, singular, diferente, arrasador Keating. Y esos cuatro adolescentes en formación, con sus propias inquietudes, descubridores del secreto de las palabras y de ellos mismos.  

Un excelente guión de Tom Shulman pondría en bandeja a su director un texto con amplitud de miras, extensión y discurso universal, ante el que cualquiera puede entender el secreto y el misterio que encierra dentro, y que va mostrando sus verdaderas intenciones, según avanza su trama, de manera nítida, bella, rotunda.  

Peter Weir la dirigió con exquisita elegancia y emotividad, nos regaló imágenes preciosas sin tener que elevar la voz, desde la delicadeza, el remanso, la hermosa reflexión, el tono quedo pero sentido, la intensidad más luminosa, resplandeciente.

El estupendo Robin Williams, “Oh, capitán, mi capitán”, hizo uno de los personajes de su vida, tal vez el de mayor excelencia de su carrera. Ese entregado y entusiasta preceptor que enseña lecciones de literatura y vida a sus alumnos resulta impagable, de los que dejan huella, de los que marcan, de los que si me apuran, hasta pueden cambiar vidas.  

Situaciones, imágenes, son también de las que dejan huella indeleble. Esas escapadas nocturnas de los amigos, el impactante desenlace de uno de ellos, la contemplación de los retratos de quienes les han precedido, ese arrebatador final que, inevitablemente, pone un nudo en la garganta son algunos de los momentos cumbres de una película cumbre toda ella, desde su plano inicial hasta su desenlace.  

Luego están esos cálidos, esos otoñales colores de John Seale que confieren estilo y sentido a su “look”. O la reposada, la serena banda sonora compuesta por Maurice Jarre.  

Con todos mis perdones, la más que notable PASEANDO A MISS DAISY nunca debió obtener el Oscar a la mejor película de ese año en detrimento de esta obra primorosa, portentosa, pero “cosas veredes, Sancho”.  

Por favor, si alguien no la ha contemplado nunca, salvo causas de fuerza mayor, que lo deje todo, que se siente ante la pequeña pantalla y, seguramente, puede que después de hacerlo conciba la vida de otra manera. Carpe diem!

Frases:

“A pesar de lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo” (Robin Williams)

 “A todas las tías buenas les gustan los capullos”

 “Los poetas muertos estuvieron dedicados a extraer a la vida todo el meollo” (Robin Williams)

 “Vamos, ¿es usted un hombre o una ameba?” (Robin Williams)

 “Creía que el fin de la educación era enseñar a pensar por sí mismo” (Robin Williams)

 “Muchachos, deben luchar por encontrar su propia voz” (Robin Williams)

 

José Luis Vázquez

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