Estupendo cine "indie",  para los no muy versados con las terminologías, cine independiente norteamericano. El título en cuestión de BLUE VALENTINE podría ser en su traducción española interpretado comoTRISTE SAN VALENTÍN.

Protagonizada por una pareja de lujo y en la cresta de la ola, la sensual Michelle Williams (MI SEMANA CON MARILYN) y el carismático Ryan Gosling (DRIVE, EL DIARIO DE NOA), vuelven a ofrecer dos interpretaciones explosivas y de gran carga emocional.

La ruptura de una pareja vista desde un prisma novedoso y relativamente original. Un agudo estudio sobre el desgaste de las relaciones, expresado sin tapujos y sin edulcorantes. Un crudo retrato naturalista que no ofrece fáciles concesiones al espectador, para así mostrar el deterioro de los sentimientos con el máximo de los rigores.

Como ha comentado, con gran tino, el colega David Broc, "uno de los dramas indies más incómodos, rotundos y emocionantes que se han visto en lo que llevamos de década (...) Cianfrance derrocha sensibilidad, sutileza y tacto (...)". Un trabajo con mucho gancho y de nuevo, en una película reciente, rociado con una excelente banda sonora. Y por fin esta vez, dobladas las letras de algunas de sus elocuentes canciones.

Un empeño muy personal y tenaz de su director, Derek Cianfrance, que comenzó a realizar películas con 13 primaveras, un experto documentalista que en su tercer trabajo para la gran pantalla, lo ha saldado con resultados inmejorables. En España se ha estrenado, incomprensiblemente, con dos años de retraso.

Me encanta especialmente la secuencia del acercamiento entres los dos, la de la guitarrita vaya.